El noruego Thor Hushovd, del Credit Agricole, ganó el desafío al diluvio para apuntarse la octava etapa del Tour disputada entre Lamballe y Quimper, de 168 kilómetros, mientras que el francés Thomas Voeckler retuvo el maillot amarillo por cuarto día consecutivo.

Hushovd, de 26 años y ligado a su actual equipo desde que debutó en profesionales en 1999, apareció pletórico de fuerza en medio del chaparrón para levantar los brazos en vencedor con un tiempo de 3h.54.22 y apuntarse un éxito que le sirve de complemento al que ya obtuvo al vestirse de amarillo tras la segunda etapa con final en Wasquehal.

El ciclista nórdico obtuvo su séptima victoria de la temporada y la segunda en el Tour, ya que en 2002 ya dejó constancia de su poderío en la etapa de Bourg en Bresse.

En Quimper hizo el doblete tras batir en un duro sprint lanzado por el italiano Bettini al campeón luxemburgués Kim Kirchen y al alemán Erik Zabel, quien sigue en fase de sequía a pesar de todo el agua que está arrojando el Tour 2004.

La general quedó como estaba con Voeckler al frente, el australiano O'Grady segundo y el francés Casar tercero a 3.01 y 4.06, respectivamente. Tampoco hubo alteraciones entre la jerarquía de la carrera. Se mojaron, como todos, pero terminaron entre ellos como estaban, es decir con Armstrong sexto a 9.35 del líder pero con 36 segundos por encima de Hamilton, 43 respecto a Mancebo, 55 a Ullrich, 1.17 a Basso, 1.45 a Heras y 5.58 a Mayo.

El pelotón se encaminó a la jornada de descanso de mañana con magulladuras. A falta de 8 kilómetros para meta se cruzó un perro en la carretera y provocó una montonera que perjudicó, entre otros, a los españoles del Liberty Ángel Vicioso y Marcos Serrano y a Mikel Pradera, del Illes Balears.

No faltó la escapada del día. Esta vez los protagonistas fueron el danés Jacob Piil (CSC), que siempre se apunta a las aventuras, el italiano del Fassa Tosato y el alemán del Gerolsteiner Scholz. Saltaron en el kilómetros 15 y juntos sufrieron el agua, el viento y el frío, además del acoso del pelotón.

Los aventureros llegaron a disfrutar de una ventaja de 5.10 en el kilómetros 61, pero los equipos de los hombres rápidos al sprint se pusieron de acuerdo para derribar la fuga. El objetivo se cumplió en el kilómetro 160.

Con todos juntos intentó sorprender el italiano Paolo Bettini, doble vencedor de la Copa del Mundo, un hombre rápido en los finales de etapa, pero se le pegó el campeón luxemburgués Kim Kirchen. Cuando daba la impresión que la victoria iba a ser cosa de dos apareció como un ciclón otro campeón, el de Noruega, para entrar en vencedor con tiempo incluso para levantar cómodamente los brazos. En el Tour 2004 y hasta el momento cada día gana un corredor de diferente nacionalidad.