El ciclista estadounidense Lance Armstrong volvió a vestirse de amarillo en el Tour de Francia después de la exhibición de su equipo, el US Postal, en la contra reloj de la cuarta etapa disputada entre Cambrai y Arras, de 64,5 kilómetros, mientras que el Illes Balears, tercero, fue el mejor conjunto español. El vuelo rasante del US Postal, sobre un asfalto mojado y peligroso que produjo múltiples caídas, llevó a su líder al frente de la general y ello sirvió para igualar al español Miguel Induráin en el número de días de amarillo en el Tour (60), como un adelanto de lo que puede suceder en París el próximo día 25.

El equipo dirigido por Johan Bruyneel repitió la victoria de 2003 con un bloque que funcionó como una máquina. Si en la jornada anterior destrozaron la carrera en el pavés del norte con un gran despliegue táctico, en la cronometrada, los hombres de azul funcionaron sin fisuras a alta velocidad. Fue un desafío al mal tiempo. El grupo llevó una evolución de menos a más, que les permitió vencer con autoridad: 1'07" de renta respecto al Phonak de Hamilton y Sevilla; 1'15" sobre el Illes Balears de Mancebo y 1'19" al T-Mobile de Ullrich, equipos que le precedieron. El Liberty de Heras fue séptimo a 2'25" y el Euskaltel octavo a 2'35".

El US Postal llegó con ocho corredores y no sufrió mayores percances en los 65 kilómetros de viaje. Marcó un tiempo en meta de 1h.12'03", a una media de 53,710 kilómetros por hora. Armstrong y sus muchachos eran quintos en el kilómetro 20, cuando más arreciaba la lluvia, pero a partir de ese punto la progresión fue demoledora. En el 42 ya sacaban medio minuto al Illes Balears, que hasta ese momento mandaba.

Estos tiempos al final fueron ficticios, ya que por el cambio reglamentario, el segundo clasificado perdía solo 20 segundos, 30" el tercero, y así sucesivamente hasta un máximo de tres minutos, una fórmula pensada para no destrozar la general antes de tiempo en favor de los equipos más poderosos en esta especialidad.

Gracias a esta alteración, los favoritos de la general siguen a poca distancia, a excepción de Mayo, que por su descalabro de la tercera etapa se encuentra a 5'25" del líder. Así, Hamilton figura octavo a 36 segundos; Ullrich, a 55"; Mancebo, a 1'01"; Basso, a 1'17"; y Roberto Heras a 1'45". El US Postal invade la general con los cinco primeros puestos, entre ellos Chechu Rubiera, quinto. La sexta plaza es de José Enrique Gutiérrez, del Phonak, y su compañero Santos González, noveno a 27 y 37 segundos, respectivamente. Si el equipo estadounidense no tuvo imprevistos importantes, lo contrario le sucedió al Phonak de Álvaro Pino, que llegó con los cinco ciclistas justos para puntuar y sufrió algunos pinchazos. Contra viento y lluvia completaron un enorme trabajo a base de sacrificio.

El Illes Balears cumplió el objetivo de mejorar el cuarto puesto de la pasada edición y salvó con frescura la etapa, todo un alivio después de perder las opciones de Menchov y Osa en el famoso pavés. Del Liberty se esperaba más, al tratarse de una de las especialidades de su director, Manolo Sáiz, y sólo pudo ser séptimo. Euskaltel cumplió con la octava plaza, pero fue poco consuelo para un equipo cuyos líderes están tan lejos de los favoritos.

En definitiva, una jornada de reafirmación del US Postal como primera potencia del pelotón y un respiro para el futuro de la carrera, que sin las nuevas normas ahora estaría de un intenso color azul americano.

En el capítulo de incidencias, la desgracia se cebó con el T-Mobile, con los pinchazos de Aldag y de Guerini, éste en dos ocasiones, y en el CSC, la avería de Basso y la caída de Sorensen no impidieron al cuadro danés llegar con ocho y en quinto lugar.