Luis Aragonés, nombrado nuevo entrenador de la selección española, reconoció a la prensa deportiva la ilusión que le hace su nuevo cargo y que se sentía "muy feliz" por lograr su objetivo y su "sueño" de entrenar a España."Este era mi momento", declaró un Aragonés muy ilusionado ante el nuevo reto que se le presenta.

Luis Aragonés reconoció que le llega "un poco tarde" su designación como seleccionador, pero cree que "ahora es el momento, puede ser el broche de oro para conseguir lo mejor", tras recordar que hace tiempo rechazó la propuesta de hacerse cargo de la selección por no sentirse preparado para el cargo. Al señalar que la designación le llegaba "tarde", Aragonés aclaró que se refería a que "prácticamente va a ser el final de mi carrera, porque ya tengo muchos años". Comparó su caso con el del ex seleccionador Miguel Muñoz, quien recordó que fue subcampeón en la Eurocopa de Francia de 1984 tras llegar a la selección "con muchísimos años y muchísimos partidos a sus espaldas". En su opinión, Muñoz aportó entonces "su experiencia" y de esta forma "conseguimos llegar a la final".

El ex técnico del Mallorca admitió que dirigir la selección le supone "una alegría tremenda", ya que "a cualquier entrenador le gustaría ser seleccionador". Respecto a los cambios que puede introducir en la selección, señaló que "siempre las cosas tienen que cambiar. Cada maestrillo tiene su librillo y cada uno hace el condicionamiento que considera".

El primer paso para que España aspire a conseguir algo importante es ilusionar a la afición según el técnico. "Tenemos que ser un equipo que haga vibrar a los aficionados. Quiero que vibren y tengan el mismo sentimiento de selección que tienen los brasileños y los argentinos", señaló. "Lo que les voy a exigir a los jugadores, y digo exigir, es que den lo máximo. Ponerse la roja tiene que ser sublime, tiene que ser lo máximo", añadió.

El 'Sabio de Hortaleza' afirmó que España tiene que encontrar su propio estilo de juego, como otras grandes selecciones. "Todos los equipos tienen unos pasillos de seguridad en defensa y en ataque y trataremos de elaborar los nuestros. A mí me gusta lo fácil", dijo. Aragonés apeló a la furia española, que "representaba la lucha de todos los jugadores que en ese momento estaban en la selección". "Eso es lo que yo pretendo, que todos luchemos, y si a esa lucha la acompañamos de buen juego todo será mejor para nosotros", añadió.

También destacó la marea roja de aficionados que se desplazó a Portugal para ver a España en la Eurocopa. "Nunca el pueblo había estado tan metido, nunca los jugadores se habían abrazado así. Se ha visto un sentimiento que no existía. Hay que aprovechar esa ilusión y crear el equipo de España, el equipo de todos", concluyó.