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Entrevista | Carlos Vudú Músico

"Respetar el oficio de hacer canciones es como algo sagrado"

El próximo sábado presenta en la Sala REM junto al Clan Jukebox su nuevo disco, ‘III’, en el que le ha dado una vuelta de tuerca al sonido de la banda

De hecho, el álbum refleja influencias directas de Arctic Monkeys, Spoon, Miles Kane o Queens of the Stone Age

Carlos Vudú junto al resto de la banda en una imagen promocional de su nuevo disco, ‘III’.

Carlos Vudú junto al resto de la banda en una imagen promocional de su nuevo disco, ‘III’. / José Filemón

Carlos Vudú y el Clan Jukebox vuelven a escena con III, su tercer álbum, una propuesta acertada que han titulado como lo hicieran Led-Zeppelin. Este lanzamiento marca el inicio de una nueva etapa para la banda murciana, que tras más de una década de trayectoria y dos discos formidables, se adentra en terrenos más crudos y actuales, de la mano del productor Raúl de Lara (Arde Bogotá, Viva Suecia, Second). En diez canciones grandes y generosas van desde lo sombrío hasta lo casi eufórico, y recorren sus obsesiones: el impulso creativo, la fe en la música como refugio. El resultado es un disco excelente para rockear, reflejo de una etapa vital agitada, con influencias directas de Arctic Monkeys, Spoon, Miles Kane o Queens of the Stone Age, y también hay mucho para que los fans de Petty se pongan nostálgicos. Ah, los viejos tiempos. Carlos Vudú y el Clan Jukebox suenan tan urgentes, decididos e inspirados como siempre.

III es una experiencia profundamente emocional, impulsada por algunas de las mejores tomas vocales desnudas de la carrera de Carlos Vudú, abordadas con una maestría tranquila y discreta. Ya ha hecho este tipo de cosas antes, pero aquí parece estar ahondando un poco más líricamente, mientras elabora arreglos exuberantes y encantadores. Es un listón alto, pero lo supera con creces: III resulta ser uno de los discos más agradables, variados y bien elaborados de la banda.

Carlos Vudú es uno de nuestros compositores más deslumbrantes. La gira Vuela alto arranca este sábado en la sala REM.

¿Qué simboliza III, este título tan conciso de vuestro tercer álbum? ¿Marca el final de una trilogía, un nuevo comienzo, o simplemente es una forma de mantener el foco en la música?

No le dimos muchas vueltas. Queríamos algo que simbolizase la onda del nuevo disco, que es más directo y enérgico. Hablando con los diseñadores, pensamos que el ‘III’ y el triángulo de la portada daban en la clave. También es una referencia, claro, a los álbumes de Led-Zeppelin.

Raúl de Lara ha sido el productor. ¿Cómo ha influido su visión en el sonido final de III? ¿Qué buscabais específicamente al colaborar con él en esta etapa de la banda? ¿Cómo ha sido el proceso de grabación de este disco?

Pues buscábamos lo que creo que hemos conseguido, dar un pequeño giro en el sonido e introducir nuevas referencias en la paleta de colores. Raúl ha sabido entender perfectamente lo que queríamos. El proceso de grabación fue canción a canción, así que se hizo más largo de lo habitual, pero nos permitió ponerle toda la dedicación a cada tema; pensábamos en cada canción de manera individual. Paradójicamente, creo que es nuestro disco más compacto.

El álbum busca sonar «vivo, real, de ahora», y ser una «actualización necesaria». ¿Qué elementos del sonido anterior del Clan Jukebox han evolucionado más en III?

Si antes nuestras canciones no bajaban de los 4 minutos, ahora rara vez pasan de los 3 minutos. Hemos eliminado todo lo que no era imprescindible dentro de la canción. La energía ha cambiado por completo. Con Gigantes queríamos temas que fuesen más contemplativos, que fuesen la banda sonora mientras viajas en tren y miras por la ventanilla. Ahora queríamos temas que te hagan venirte arriba.

Crimen y castigo se transformó radicalmente en el estudio. ¿Podéis contar más sobre ese proceso? ¿Hubo otros temas con transformaciones significativas?

Crimen y castigo marcó el paso del disco. Llevábamos una versión a mitad de velocidad y con una onda más rock soul tipo Lenny Kravitz. Raúl dijo de doblar la velocidad (fue su carta de presentación). Al principio me parecía una punkarrada, pero enseguida reconocí que tenía una energía guapísima y que era algo que nunca nos habíamos atrevido a hacer. Algo parecido pasó con Mundos paralelos y Será distinto, que eran apenas unos bocetos que le enseñábamos a Raúl en el local de ensayo, pero él les veía algo, y las canciones surgían en el mismo local, con lo que les daba un aire super fresco.

Vuestra trayectoria ha fusionado el rock de raíz americana (como Tom Petty o The Jayhawks) con vuestra sensibilidad lírica. En III citáis influencias más contemporáneas, como Arctic Monkeys, Spoon, Miles Kane y Queens of the Stone Age. ¿Cómo conviven y se equilibran estas dos líneas de influencia en vuestro nuevo sonido?

Sobre todo de cara al directo, le hemos dado a los antiguos temas un pequeño impulso también. Que se contagien de las nuevas canciones para que todo tenga una coherencia.

Hicisteis un homenaje a Tom Petty. ¿Sigue siendo su espíritu de ‘rock and roll con corazón’ una guía para vuestras composiciones, incluso al explorar sonidos más alternativos o contemporáneos?

Claro que sí, porque para Petty, por encima de todo estaba el amor por las canciones. Respetar el oficio de hacer canciones es como algo sagrado. Eso no ha cambiado lo más mínimo, simplemente le hemos cambiado el vestido a estas nuevas canciones.

Los singles previos (Instante perfecto, Perros románticosPorque te vasCrimen y castigoVuela alto, Hasta que el sol nos alcance) han mostrado distintas caras del álbum. ¿Has ampliado la paleta de colores en cuanto a sonido? ¿Cuáles son tus referencias?

Las bandas que has mencionado antes son un claro ejemplo. En Vuela alto le damos un aire Queens of the Stone Age (por lo menos lo intentamos). En No volverán intentamos crear un ambiente muy parecido a las canciones que Alex Turner hizo para la banda sonora de Submarine. No sé, hemos cogido todo nuevas referencias porque también te motiva más, y parece que te repites menos.

¿Qué os impulsó a reversionar el clásico de José Luis Perales Porque te vas, y cómo lo llevasteis a vuestro terreno con esa «versión más rockera»?

Pues porque es un temazo increíble con una producción que no tiene nada que envidiar a lo que se hacía en aquella época en UK o USA. Me obsesionó mucho la canción, y pensé que llevarla a un sonido rock actual podría ser muy guay. Se la enseñamos al propio Perales, y nos dio su visto bueno, así que muy contentos con el resultado.

Habéis tenido colaboraciones de Ruto Neón, Francis Sarabia y Oh Bro. ¿Qué buscáis en una colaboración y cómo enriquecieron estos artistas el proceso de III?

Siempre mola tirar de amigos, para añadir texturas en los coros y que no sea siempre tu voz la que está detrás. Al grabar el disco aquí en Murcia, tiré de los colegas de aquí.

Dicen que la virtud está en el equilibrio. No sé si III es tu disco más equilibrado, donde conviven canciones desnudas, arreglos intensos y nada grandilocuentes y rock. ¿Lo ves como subir un escalón de calidad con respecto a los anteriores discos?

En cuanto a temas ‘redondos’, creo que sí. Digo ‘creo’ porque el tiempo lo pondrá en su lugar, pero yo estoy absolutamente convencido de ello. También creo que las letras son un poco más directas, aunque siempre me gusta dejarlo todo un poco encriptado, porque mola que cada uno le saque su interpretación a cada canción. Aquí tiro mucho de «tú y yo», como si todo hablase siempre de una relación, pero no siempre es así.

Tras una trayectoria sólida, y con este salto sonoro en III, ¿qué objetivo o sueño perseguís ahora Carlos Vudú y El Clan Jukebox? ¿Cuál es vuestra mayor ambición con este disco?

Pues nuestra mayor ambición sería puto petarlo, por supuesto [Ríe], pero eso es una quimera. Hace tiempo que no nos ponemos más expectativas que disfrutar del proceso y de cada puerta que nos abra la música.

Hablando de la Gira Vuela alto, ¿qué puede esperar el público de vuestro nuevo directo? ¿Hay algún elemento escénico o musical nuevo que acompañe esta evolución sonora de III?

La intención, y sin sonar grandilocuente ni mucho menos..., pero nos molaría coger la atmósfera que muchos artistas anglosajones aportan a su directo, y llevarlo a un formato pequeñito como es el nuestro. Aquí, prácticamente todo el mundo tira de la pantalla para poner proyecciones, muchas luces y colores, pero la gente se pasa una hora y media mirando la pantalla y no se fija en los músicos. Cuando he visto a gente como QOTSA, The Black Keys, St. Vicent, veo que los músicos son el centro de las miradas, y el espectáculo de luces hace que se refuerce esa idea. En ello estamos trabajando, y además creo que a estas canciones les van a venir genial.

EL CONCIERTO

Carlos Vudú y el Clan Jukebox

Fecha: Sábado, 22.00 horas.

Lugar: Sala REM, Murcia.

Precio: 18/21 euros.

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