Artes escénicas

Kinky Boots: una historia de prejuicios, superación, amor y amistad en Murcia

Inspirada en hechos reales, esta producción inspirada en el filme británico de 2005 del mismo nombre regresa a la Región para presentarse mañana en el Villegas en dos horas diferentes

Kinky Boots

Kinky Boots

Amparo Barbeta

En un musical, habitualmente, todo es a lo grande. Pero a veces son las cifras las que evidencian su magnitud. Eso, exactamente, es lo que ocurre en Kinky Boots, el musical. Cuando se habla de 170 cambios de vestuario, 70 pares de botas, otros tantos de tacones y de pelucas y de dieciocho actores sobre el escenario, uno percibe que se trata de una superproducción. Pero nada tendría sentido si fuera una historia vacía de contenido. Kinky Boots la tiene. El musical, que se podrá ver este sábado en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, cuenta, aderezado de mucho color y diversión, una historia real sobre los prejuicios, la superación, el amor y la amistad en cualquiera de sus formas. Con un argumento basado en un hecho real, el dilema que se plantea es hasta dónde uno está dispuesto a llegar para salvar su negocio familiar. Quizás la historia les suene.

El musical está basado en la película británica Kinky Boots, de 2005, escrita por Geoff Deane y Tim Firth e inspirada en la historia de Charlie Price que, después de haber heredado una fábrica de zapatos de su padre, formó una colaboración con el intérprete de cabaret y drag queen Lola para producir una línea de botas de tacón alto y así salvar el negocio. En el proceso, Charlie y Lola descubren que al fin y al cabo no son tan distintos. La pieza, en su origen, no fue bien recibida pero solo un mes después del estreno, la producción obtuvo en Broadway seis victorias a los premios Tony, incluyendo el de Mejor Musical, el de Mejor Actor Protagonista de Musical por Billy Porter y la Mejor Banda Sonora para Lauper en su primera composición de musical. Ella fue la primera mujer en ganar sola en esa categoría. La obra pivota en torno al interrogante de hasta dónde puede llegar para ayudar a tu familia y el reto de atreverse a ser uno mismo, aspecto capital en esta obra que si bien existe la estética drag queen, la historia no se centra en este punto, sino que pretende que el aspecto físico queda en segundo plano para centrarse en el interior de las personas, que a pesar de sus diferencias pueden unirse; un espectáculo que «toca a toda la familia», explica Tiago Barbosa, coprotagonista de la obra y para el que el espectáculo es «una montaña de emociones». «He tenido que investigar para dar vida a este personaje y aprender cómo es cantar con tacones, peluca, cómo se siente una chica, lograr ser lo más glamurosa y diva posible», ha compartido.

Una historia real

«Es una historia real y muy interesante que ha existido y se puede trasladar a cualquier época de la vida. Eso es lo que hace que sea aún más especial», asegura Carlos Benito, que se mete en el papel de Charlie Price. «Nuestras apariencias nos alejan –añade–, pero nos damos cuenta de que compartimos más cosas de las que parece. Al fin y al cabo somos dos almas gemelas que tienen el mismo problema: que no hemos podido elegir el camino a seguir, sino que nuestro destino nos ha venido impuesto por nuestros padres. Y esa es una de las lecciones que regalamos a los espectadores. Les animamos a que sean ellos mismos y tomen las riendas de su futuro».

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