Entrevista | Karlan Grupo musical

"La vida está llena de olas emocionales, y de eso hablan estas canciones"

El cuarteto murciano presenta esta noche en la Sala Musik su primer largo, 'Surfer', así como su último sencillo, 'Sin darte cuenta'. Les acompañarán los catalanes Alison Darwin

El grupo murciano Karlan en una imagen promocional.

El grupo murciano Karlan en una imagen promocional. / L.O.

Karlan nacieron para ser estrellas del pop. Creadores del ‘sonido Karlan’, que mezcla pop indie y noventero, su música, recogida en el EP Aquí y ahora (2023), producido por Raúl de Lara, y su primer álbum, Surfer (2024), producido por Lalo GV (Arde Bogotá), es para que la gente «la baile y la cante en su día a día». Definen este último, su largo, como «una ola emocional», y en ella siguen apostando por un sonido empoderado y sin artificios, desmarcándose de fórmulas preestablecidas para explorar su propio camino musical (su canción Julia, va camino de las 113.000 reproducciones, todo un hito para un grupo indie). Además, Sin darte cuenta, su último single, cuenta con la producción de AntoPlanes, de IconitaLab, y les consolida como una de las propuestas listas para el asalto indiscriminado: vitales y desenfadados, de combustión fulminante, sonido adictivo y fiereza punk, consiguen hacerse hueco en nuestras vidas.

La fogosa banda murciana continúa inmersa en su primera gira nacional y hoy tocan en casa. Esta vez compartirán escenario con los catalanes Alison Darwin, en una noche que promete ser un auténtico estallido de energía y emoción. Lola García y Mar Rodríguez nos ponen al día.

Lanzar nuevo disco siempre supone una prueba de fuego. ¿Cómo lo lleváis?

Lola García: Con mucha ilusión, porque estábamos deseando poder juntar todas las canciones del universo Karlan en un mismo LP, y con mucho esfuerzo lo hemos conseguido. Ahora nos toca defenderlo en los escenarios con un buen show.

Mar Rodríguez: Ha sido un proceso muy laborioso, porque al mismo tiempo nos estábamos formando como banda, y entrando en la industria musical, pero el resultado creo que es un disco potente, divertido, ecléctico que dice mucho de nosotros. Estoy orgullosa.

Piensa en mí fue la carta de presentación. ¿Por qué elegisteis este bolero? ¿Os fijasteis en Luz Casal a la hora de darle la vuelta?

L. G.: Nos fijamos en la versión de Luz Casal, sí, puesto que la original es de Agustín Lara. La probamos primero en los escenarios antes de grabarla, y veíamos la respuesta positiva del público. Realmente gusta mucho, así que decidimos apostar por ella como primera canción del disco.

M. R.: Queríamos versionar una canción de una mujer de los noventa, y Ana Torroja, Aurora Beltrán y ella nos apetecían. Luego fue el reto de karlanizar una canción tan triste y llena de dolor y resentimiento como la de Luz Casal y convertirla en algo animado y lleno de vida. Nos hemos divertido mucho, y en directo la canción vuela.

Tras lanzar el primer álbum, Surfer, a principios de año, presentáis nuevo single, Sin darte cuenta, producido por Antonio Planes de IconitaLab. ¿De qué va?

L. G.: La canción habla de que la vida se pasa en un plis plas, y estamos siempre enroscados en la rutina, sin darnos cuenta de lo valiosas que son cosas tan vitales como elegir un buen compañero/a de vida y darle su valor, la familia, los placeres… Disfrutar, porque no todo es el trabajo, ni tomar siempre decisiones racionales.

M. R.: Hablamos de esas decisiones que tomas con 20, 30 años y que luego lamentas. Esa pareja que no elegiste porque no le veías futuro y que ahora está estupenda, ese trabajo que priorizaste por el dinero pero que ahora te quita el sueño… La vida está llena de contradicciones entre lo que nos gustaría y lo que vivimos en realidad. Y, encima, los años pasan...

No me lamento, bajo la batuta del productor de Arde Bogotá, Lalo Gómez-Vizcaíno, fue el primer sencillo del álbum Surfer. ¿Una declaración de intenciones?

L. G.: Por supuesto. Es un golpe en la mesa. Teníamos ganas de tener una canción con carácter a nivel instrumental y vocal. Es la propuesta más dura del sonido Karlan.

M. R.: Además, en el momento de su composición estábamos en plena ebullición, con personas que querían decirnos cómo hacer las cosas y demás. Pero nosotras buscábamos mantener la identidad; de ahí esa letra tan cañera.

Escucho Surfer y me parece un viaje, pero también me descoloca un poco... ¿Cómo lo describiríais?

L. G.: ¡Exacto! Te tiene que descolocar. Nosotras lo definimos como una ola emocional. La vida está llena de olas emocionales, y todas las canciones hablan de sentimientos y emociones, a veces contradictorios y dispares, que nos toca en la vida experimentar.

M. R.: Surfer entra dentro de la primera etapa de Karlan, con un todo por construir. Cada canción es un mundo, un pedacito de nuestra vida. A nosotras no nos ha salido aún el hecho de hacer un disco completo basado en un sentimiento o un sonido, sino que nos gusta picotear. Además, el ritmo de la música actual ya no trabaja (a menos a un nivel emergente) el concepto del LP como antes, así que ahora lo que se hace es lanzar temas con identidad propia y luego juntarlos en un disco.

Karlan sois una banda mixta donde las chicas parece que lleváis la voz cantante. ¿Se dan situaciones paternalistas como dirigirse a los hombres antes que a vosotras?

L. G.: Sí, ojalá te pudiera decir lo contrario... Todavía queda mucho por hacer en términos de igualdad en el sector de la industria musical, que es reflejo de la sociedad. Pero es cierto que, una vez que se dan cuenta de lo clara que tienes tu idea y hacia dónde quieres dirigir el proyecto, nos sentimos respetadas y apoyadas al 100%.

M. R.: Es cierto. Digamos que, por inercia, los hombres de la industria musical, si ven a los chicos de la banda, buscan siempre su validación primero, pero cuando se dan cuenta de que somos nosotras las que llevamos la dirección artística y el peso del proyecto, enseguida ya cambian el chip. No nos lo tomamos a mal. Es una realidad. Muchas veces nos reímos.

La canción Surfer traslada al verano de 1992 con la pequeña Lola viendo a Mecano. ¿Qué significó para ti ese instante de tu vida?

L. G.: Para mí fue una revelación ver a una chica de pelo corto, musculada, con sus medias de rejilla, moverse y cantar de esa manera. No sabía ni lo que estaba viendo, porque creo que tenía 4 años, pero literalmente cogí el recogedor y me puse a cantar. Sentí la energía, yo quería ser Ana Torroja. Me quedé flasheada, y desde ese momento la música entró en mi vida.

En las letras se percibe una mezcla de introspección y energía. ¿Cómo lográis ese equilibrio? ¿Qué os inspira al escribir canciones?

L. G.: En un primer momento, lo que me mueve es la idea melódica, la música. Y me llega por la calle, trabajando, cuando estoy fregando..., nunca sé cuándo va a venir ese chispazo. Cuántas veces me he tenido que ir al baño a grabarme con la grabadora algo que se me ha venido a la cabeza... Luego cojo esas melodías y las saco de mi cabeza con los instrumentos. Y una vez que lo tengo, ya luego, mucho más tarde, llegan las letras.

M. R.: En las letras es donde más puedo intervenir, ya que Lola me compone bandas sonoras [Risas]. Es emocionante cada vez que trae una canción y puedo darle yo el sentido, pensar: «¿De qué quieres que hablemos?», y empezar a esbozar una letra con una historia detrás en función de lo que estemos viviendo o nos apetezca contar.

¿Cómo describiríais la evolución de Karlan desde los inicios hasta ahora? ¿Qué influencias han moldeado el ‘sonido de Karlan’?

L. G.: Yo te diría Texas, Efecto Mariposa, Mecano, The Strokes, Cranberries, Foo Fighters, Lenny Kravitz, Lori Meyers… Como ves, cada uno de su padre y de su madre. La evolución de nuestro sonido ha sido muy poco a poco: una primera etapa más experimental y, ahora, una un poco más personal.

M. R.: Pero al final lo bonito es que comenzamos a tener un sonido reconocible y propio, y creo que eso es fundamental para tener una carrera en esta industria tan feroz.

¿Qué es eso del ‘sonido Karlan’? ¿Os han ayudado a definirlo los productores Raúl de Lara, Lalo GV y Anto Planes?

L. G.: Raúl nos puso en el mapa: nos ayudó muchísimo, nos dio coherencia, un sentido y un sonido inicial. Baterías sencillas y potentes, guitarras gamberras, bajo fuerte y melodioso que se te mete en el pecho, una estructura de canciones muy definida... Luego, ya con Lalo, exploramos mucho más. Fue una nueva onda en la que se hizo un trabajo vocal, de armonías, muy interesante, explorando mis graves, dándole más complejidad a la batería y respetando lo demás. Y con Antonio hemos sentido libertad absoluta, jugando muchísimo más con los tempos en las canciones, dándole mucho más espacio y protagonismo a cada instrumento... Con él ya teníamos un sonido, pero sí hemos descubierto nuestros espacios para impulsar la canción desde cada instrumento.

M. R.: Cada productor nos ha enseñado mucho, y seguimos aprendiendo. Nos encanta cambiar y probar, porque creemos que así se crece. Raúl y Lalo eran ya top cuando llegamos a ellos. Antonio es un productor joven que ya ha demostrado maneras, y estamos seguras de que, con el talento que tiene, logrará un lugar en esta industria.

Compartís escenario con Alison Darwin. ¿Qué podéis contarnos de la banda catalana? ¿Tenéis alguna colaboración musical soñada?

L. G.: Son una propuesta magnífica. Acaban de grabar con Carlos Hernández Nombela y tienen un directo muy potente. Nos encantan desde hace tiempo porque cuentan con liderazgo femenino también, y sus canciones tienen letras interesantes. Darán mucho que hablar, estamos seguras.

M. R.: Vienen de haber tocado ya en algunos festivales buenísimos de España, y en directo sorprenden muchísimo para bien. A mí me flipa cómo canta Laura, así que hemos tenido muchísima suerte de haber juntado nuestros caminos.

¿Qué expectativas tenéis para la gira nacional de presentación de vuestro primer LP, Surfer?

L.G.: Tenemos muchas ganas de llevar el show fuera de Murcia, así que nos toca remar (como hacen todos los grupos emergentes) para tener cabida en la esfera nacional. Pero hemos tenido muy buena acogida, y llevamos bastantes fechas. En Alicante, la primera parada del tour, fue toda una sorpresa que casi llenamos la sala Stereo, así que tenemos confianza.

M. R.: Los dos primeros años han sido de crear la banda, el sonido, componer, luego darle calidad al show (gracias a Juan Tae y Raúl de Lara)..., y ahora que ya lo tenemos todo con fuerza, nos toca ir a todos los escenarios donde nos inviten para sorprender y dejar nuestra impronta. Es muy bonito tocar en un sitio y que luego la gente se te acerque a decirte que ha vibrado contigo y que quieren volver a verte.

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