Festival Sombra

John McTiernan y el cine de los "hombres de corazón"

El legendario director de películas de acción protagoniza hoy un día histórico para el Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia

Tras participar en un reducido encuentro con fans en el que contó anécdotas y reflexiones, la Filmoteca Regional acogerá un pase de su ópera magna, ‘Jungla de Cristal’

John McTiernan , el invitado de lujo de la 14ª edición del Sombra Festival, a su llegada a la Filmoteca Regional.

John McTiernan , el invitado de lujo de la 14ª edición del Sombra Festival, a su llegada a la Filmoteca Regional. / Israel Sánchez

Lola López

Lola López

«Siempre intento parecerme a John Ford: él hacía películas de aventuras de chavales y con ellas ha enseñado a dos generaciones al menos, la de mi padre y la mía, a comportarse. Os pido, si trabajáis en el cine, que tengáis esto en mente: no hacéis algo en el vacío, sois parte de lo que la comunidad aprende». Esas eran las últimas palabras de John McTiernan en el mediodía del día de hoy a una Sala B de la Filmoteca Regional repleta de fans de su trabajo. Ante la pantalla con el logo del Sombra Festival, el director neoyorquino ofreció uno de los momentos inolvidables, ya no de esta 14ª edición que arrancó el viernes, sino de la historia del cine en la Región. 

Con entradas agotadas –como era de esperar– y sentado sobre la mesa en la que luego firmaría a los asistentes–, el artífice de Jungla de Cristal, Depredador y La caza del Octubre Rojo ofreció una hora de anécdotas, historias y sabiduría sobre su carrera en el cine ante una audiencia ávida de escuchar –y preguntar– a una de las grandes mentes del cine de acción clásico en su breve paso por Murcia. 

"El cine de acción actual es cruel y enfadado... Mucha masculinidad tóxica"

Nuevos tiempos para la acción

Y, entre esas perlas de sabiduría que dejó, realizó una reivindicación del cine de acción como herramienta social. «En las películas del género siempre hay un componente de chicos que aprenden a comportarse. Si llenas la película de crueldad y rabia, estás haciendo algo inmoral», razonó, en una reflexión sobre la actualidad del género: «El cine de acción actual es cruel y enfadado... y nunca me gustaron las películas así. Mucho de lo que se hace ahora es masculinidad tóxica», sentenció el director frente a un auditorio que le miraba tan expectante como impresionado. Aun así, y aunque no está convencido de volver a dirigir –afirmó detestar sus dos últimos trabajos–, confía en que en el cine sigue habiendo un lugar para «los hombres de buen corazón». 

La sala B recibía, repleta, al cineasta estadounidense.

La sala B recibía, repleta, al cineasta estadounidense. / Israel Sánchez

Pero no solo han cambiado los enfoques. Con 74 años de vida y casi 40 de carrera, McTiernan ha visto evolucionar los mecanismos del cine de acción: «Hacer películas es mitad ingeniería: resolver los problemas que puedan surgir, sean los que sean». Y eso puede ser entrenar a un equipo para rodar con seguridad en las copas de los árboles, manejar efectos especiales prácticos –el traje de Depredador necesitó de cinco personas entrenadas para controlar, con mandos de avioneta, únicamente la cara del monstruo– o camuflar los efectos especiales hechos por ordenador, ya que afirmó que no le gustan: «En cuanto la audiencia ve que son falsos, pierde el interés en la historia». Aun así, a veces son necesarios: en Jungla de Cristal 3 los usaron, por ejemplo, en las persecuciones de coches, necesitando para ello trabajar con storyboard, algo que, entre risas, confesó que solo utiliza porque si no «los estudios de efectos especiales inflan los precios».

«Los trabajos que me daban»

Aunque por su filmografía pueda parecer que ese era su objetivo al decidir dedicarse a las películas, la causa es más bien fortuita: «Eran los trabajos que me daban», respondió sencillamente a la pregunta de por qué escogió el cine de acción.

Y de manera igual de casual llegaron los éxitos. «Uno no empieza algo sabiendo que va a ser un clásico», recordó sobre el rodaje de Jungla de Cristal: «A veces sabía que estaba quedando bien, pero una hora más tarde me convencía de que todo era un desastre», admitió entre risas sobre el largometraje que estrenó en 1988. 

¿Y en qué consiste hacer películas de acción? «Dirigir es una cuestión de surfear el caos: no se puede controlar, tienes que estar encima y surfearlo». 

No desveló mayor receta, si es que la hay, pero sí que se mostró firme partidario de la improvisación. «Estoy muy abierto a trabajar con actores que saben lo que hacen y aportan ideas a la película», contó; eso sí, siempre que no se pierda de vista hacia dónde tiene que llegar el argumento. 

Un pase especial

«El cine es un largo trabajo sin acabar y cada participante añade lo suyo, pero la obra sigue adelante», razonó. Con su paso por el Sombra y su presencia en esa sala llena de fans, sí, pero también de futuros cineastas, McTiernan habrá escrito otra línea más en la historia del cine, pero esta vez una que quizá terminará de redactar algún (o alguna) integrante de las nuevas generaciones de realizadores. 

Preguntado, para romper el hielo, sobre su llegada a la ciudad, McTiernan destacó su visita a «un par de restaurantes estupendos». Aún le quedó algún hueco para seguir explorando la ciudad hasta volver al templo del audiovisual murciano para el pase de su ópera magna, Jungla de Cristal, que la ‘Filmo’ acogerá a las siete de la tarde, por supuesto, con todo agotado: el plato fuerte de este Festival Sombra cuya programación se extenderá hasta el próximo sábado y que una vez más, y con particular fuerza –para muestra, John McTiernan paseando por Trapería– reivindica su vocación internacional en el género fantástico y de terror.

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