Exposición

Una reivindicación de la mujer en el arte en Lorca

Hoy se inaugura en el Palacete del Huerto Ruano de Lorca una gran muestra comisariada por Eva Hernández y titulada ‘Contemporáneas’ que recoge obras de una treintena de artistas nacionales e internacionales –y de diversos estilos y formatos– que reflexionan sobre el papel de ellas en el arte y en la sociedad actual

Asier Ganuza

Asier Ganuza

La figura femenina ha sido un tema de referencia constante en la historia del arte, pero la mujer ha sido siempre tratada como musa y nunca considerada como verdadera artista. O casi siempre. Porque Eva Hernández, directora de Two Art Gallery y responsable de la columma El efecto Matilda –con la que descubre a los lectores de este periódico a creadoras opacadas en su tiempo por instituciones machistas, ya fueran estas oficiales o, directamente, familiares–, asegura que las cosas han cambiado en las últimas décadas. «Hoy nadie cuestiona su lugar –el de la mujer–, tampoco su capacidad para crear ni la calidad de su obra, que, además, ya no solo se limita a recrear su entorno más próximo, sino que va mucho más allá», apunta la experta, quien celebra que, al menos en el tiempo presente, ya tienen la libertad para plantear en sus trabajos cuestiones que, en realidad, siempre les han preocupado.

Por eso Hernández considera especialmente interesante lo que ellas han aportado al mundo del arte en los últimos años, «un enfoque único y muy valioso» que, en muchas ocasiones, ha implicado desafiar las normas establecidas. Y, como homenaje a su valentía, ha organizado junto a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Lorca y a través del Instituto de Arte y Cultura –que ella misma dirige– una muestra bautizada como Contemporáneas que se inaugura hoy en el emblemático Palacete del Huerto Ruano de la Ciudad del Sol. En concreto, la historiadora y comisaria ha reunido a una treintena de artistas nacionales e internacionales, mujeres y hombres, que unidos bajo la figuración, dialogan sobre la estética de lo femenino «desde enfoques bien distintos». Bueno, enfoques y formatos.

Listado de artistas

  • Reme Amorós (Alicante, 1962)
  • Virginia Bersabé (Córdoba, 1990)
  • Laura Cano (Bilbao, 1975)
  • Aurora Duque de la Torre (Madrid, 1966)
  • Teresa Guerrero (Córdoba, 1966)
  • Harma Heikens (Países Bajos, 1963)
  • Danielle Jon (Huesca, 1996)
  • Agnieszka Kotarska (Polonia, 1984)
  • Lisa Lichtenfels (Estados Unidos, 1958)
  • Eva Lootz (Viena, 1940)
  • Pilar Pequeño (Madrid, 1944)
  • Alejandra Riera (Murcia, 1987)
  • Anne-Christine Roda (Francia, 1974)
  • Fátima Ruiz(Cartagena, 1991)
  • Mª Dolores Sánchez Meca (Lorca, 1973)
  • Concha Martínez Montalvo (Madrid, 1962)
  • Isabel Muñoz (Barcelona, 1951)
  • María Ñíguez (Murcia,1997)
  • Jackie K. Seo (Corea, 1972)
  • Rosa Vivanco (Guinea Ecuatorial, 1957)
  • Lidia Vives (Lérida, 1991)                    
  • Javier Arizabalo (Francia, 1965)
  • John de Andrea (Estados Unidos, 1941)
  • Malavitta (Italia, 1983)
  • Juan Palomares (Granada, 1986)
  • Jorge Pérez Parada (Ciudad Real, 1971)
  • Juan Piza (Valencia, 1979)
  • José Carlos Díaz Ruano (Madrid, 1992)
  • Sacris (Barcelona, 1969-2020)
  • Marc Sijan (Serbia, 1946)  

Porque en esta exposición hay pintura, dibujo, ilustración, escultura, fotografía, collage, instalación y hasta fotografía bordada, y se abordan temas como la identidad, el empoderamiento femenino, la soledad, el maltrato, los roles de género, los modelos de belleza, la fragilidad de la infancia, la sexualidad e, incluso, el medioambiente. «Una perspectiva plural –apunta Hernández– que no sólo enriquece la narrativa general de la muestra, sino que también ofrece al espectador cuestiones para reflexionar sobre los desafíos y logros que enfrentan las mujeres en el ámbito artístico en la actualidad».

Ellas

Y aunque, efectivamente, Contemporáneas es plural también en cuanto a la cuestión del género, la comisaria subraya la presencia –a través de su obra– de veintiuna creadoras, sobre todo porque en su diálogo demuestran cómo, «a pesar de sus diferencias generacionales, todas ellas tienen en común un cierto talante reivindicativo y una preocupación por plantear al espectador cuestiones a veces incómodas, así como sus inquietudes y necesidades, su día a día, sus preocupaciones y miedos», explica. Hablamos de artistas como Reme Amorós, que lamenta cómo el papel de la mujer en la sociedad siempre ha estado limitado por estamentos masculinos, tomando como protagonistas a las poetas murcianas Inma Pelegrín y Katy Parra. Por su parte, Laura Cano, Harma Heikens y Danielle Jon ofrecen planteamientos bien distintos para tratar el tema de la fragilidad de la infancia y los retos durante la adolescencia, mientras que Anne-Christine Roda, Agnieszka Kotarska, Eva Lootz y Rosa Vivanco exploran esa parte más íntima de la mujer, esa en la que la soledad y los miedos cohabitan con nuestro yo más espiritual. 

La presión de los cánones de belleza se desdibujan entre los trozos de un espejo roto protagonista en la fotografía de Fátima Ruiz, mientras que Teresa Guerrero aborda la sexualidad femenina como un elemento más de la naturaleza, aportando una visión más conceptual de un tema que en principio siempre ha sido tabú. Por otro lado, el desconocido universo del collage, de la mano de Aurora Duque de la Torre, nos invita a mirar al pasado, trayendo a nuestra memoria la vida de artistas como Remedios Varó y Dorotea Tanning. En definitiva, un homenaje a todas aquellas mujeres «que abrieron caminos» y al que también se suman Concha Martínez Montalvo con sus voces del pasado, Lidia Vives y sus reinas censuradas y la joven murciana María Ñíguez, con ilustraciones sobre el amor.

Aunque si hablamos de creadoras de la Región, no se puede pasar por alto la presencia de obra de la artista lorquina Mª Dolores Sánchez Meca, que aporta su personal homenaje a la mujer emprendedora con el retrato de tres generaciones de mujeres unidas bajo su espíritu de lucha: «Sin duda no hay mejor espejo donde poder mirarse para aprender de su tesón y valía», señala Eva Hernández. Y enlazando con esa tradición tan presente en la ciudad del Sol como es el bordado, Alejandra Riera aporta nuevos registros a este noble arte utilizando la fotografía como materia prima. Cierran este itinerario femenino la cordobesa Virginia Berbasé y la coreana Jackie K. Seo, unidas por su reflexión sobre la vejez, momento de la vida que pocas veces se plantea como centro del discurso narrativo de los artistas.

Ellos

Pero, tal y como se ha señalado anteriormente la figura de la mujer no solo queda definida en esta exposición como ‘creadora’, sino también como musa (porque lo sigue siendo). Y es que artistas de todas las épocas han encontrado en ella una fuente de inspiración continua, representando su belleza física, pero también esa parte más emocional. «Aunque estas representaciones a menudo han estado marcadas por ciertos estereotipos que han llevado a un debate sobre la objetivación y la autonomía de la mujer en el arte –comenta Hernández–, los creadores contemporáneos han superado estas antiguas limitaciones y actualmente son muchos son los artistas que ofrecen visiones más ‘contemporáneas’». 

De este modo, la muestra del Palacete del Huerto Ruano –visitable hasta el 8 de marzo– recoge desde la representación de la belleza clásica del escultor hiperrealista John de Andrea hasta las voluptuosas jóvenes tatuadas de Juan Piza y los desnudos de Juan Palomares, «toda una declaración contra los estrictos cánones de belleza femeninos». También las simbólicas narraciones de José Carlos Díaz Ruano, que ponen el punto de mira en la fragilidad cuerpo-mente. 

Javier Arizabalo, Marc Sijan, Jorge Pérez Parada, Sacris y Malavitta cierran la lista de artistas masculinos que aportan su visión en Contemporáneas sobre el universo de lo femenino. El resultado es una celebración de la diversidad, de la libertad creativa, pero, sobre todo, una invitación a reescribir aquellas antiguas narrativas que excluían a las mujeres del ámbito artístico. Porque, tal y como dice Eva Hernández, «su presencia como creadoras activas enriquece y aporta diferentes perspectivas». Y sentencia: «Su voz fue, es y será esencial en el mundo del arte».

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