Arte

Una ‘performance’ de altura en Monteagudo firmada por el maestro Gabarrón

La Fundación del muleño organizó este sábado la X edición de ‘Ámbito’, su proyecto artístico coral que llegó al Castillejo de la pedanía murciana tras pasar por variedad de países

'Performance' y mural de Cristóbal Gabarrón en la Fortaleza del Rey Lobo, en Monteagudo. / Juan Carlos Caval

Vanguardia y paso del tiempo dieron forma este sábado por la mañana en el Palacio de Ibn Mardanis a la X edición de Ámbito, el proyecto performativo del maestro muleño Cristóbal Gabarrón que, acompañado por las palabras y actuaciones de figuras de la cultura, materializó en un lienzo de nueve metros de largo una alegoría de la Murcia de las tres culturas que hicieron de la ciudad su hogar durante siglos.

La obra Tres ecos. Una historia, según detalló, es un mural que refleja la convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos. «Somos hijos de estas culturas», subrayó al finalizar la pintura, en la cual plasmó tres árboles en representación de las tres religiones. «He usado carbones y trazos diferentes para ellos, aunque de hacerlos en un estudio habría empleado ceniza, porque nos hemos cargado la convivencia entre las tres», lamentó, por lo cual instó a recuperarla

Mientras que con su brocha «levantaba» esa Murcia multicultural, la ‘performance’ estuvo amenizada por los versos de poetas musulmanes de los siglos XII y XIII. El actor de teatro ilicitano Joan Fabrellas, caracterizado con chilaba, puso voz, entre otros, al murciano Ibn al-Arabi y al cartagenero Hazim al-Qartayanni. Unas estrofas al viento procedentes de la tradición poética árabe que cantaban al amor terrenal como tránsito del alma hacia Dios.

Por otro lado, la única mujer trovera de la ciudad de Murcia, Patricia Navarro, de 23 años, y dos veces campeona del Certamen de Trovo Nacional, improvisó en décima espinela con palabras y versos que el público le fue lanzando a ella y a su compañero de actuación, Emilio del Carmelo. Este último, con una tesis sobre la disciplina, es trovero desde hace más de dos décadas, docente, auroro y cuadrillero. Con su guitarra, y junto a Navarro, interpretaron también malagueñas y jotas murcianas

«El trovo está de enhorabuena por participar en el primer acto internacional del Castillejo», afirmó Navarro a La Opinión. Y aseguró, señalando la imagen de la Virgen de la Fuensanta que lucía en su solapa, que era su amuleto. «Siempre la llevo conmigo», agregó. 

Asimismo, exhibieron su talento el reconocido escritor, crítico y poeta Carlos Aganzo con sus versos; los bailarines Candela Leal, Andrea Carrión y Daniel García, que ejecutaron una coreografía contemporánea diseñada por el director de danza Sebastián Gómez Lozano; y el pinchadiscos Miguel Tébar (M. Lacroix) y el grupo Perkilusionist fueron los encargados de poner la música. Lazara con fotografías estenopeicas, y el videógrafo Juan Alfonso Moreno, registraron la jornada en imágenes.

«En mi anhelado país de Murcia no faltaría a la verdad si dijera que lo más excelso de él, más aún que la tierra, es el aire que todo lo aromatiza con su perfume, por doquier extendido… ¡Tantas y tan fragantes son sus flores!», entonó Safwán ibn Idrís siglos atrás, recitado ayer por Fabrellas entre aplausos como reivindicación de ese pasado que vuelve para recordar a los murcianos sus raíces.

«Lo que he visto aquí es pasión, en todos y cada uno de ellos», indicó Gabarrón, «es lo que más me gusta de Ámbito». 

El alcalde murciano, José Ballesta, concluyó el acto resaltando que «así debió ser lo que sucedió aquí hace 800 años con el Rey Lobo», cuando en su palacio de recreo, el Castillejo de Monteagudo, se reunían científicos, literatos, poetas… «Hoy hemos vuelto a verlo», reiteró luego de elogiar «al artista más internacional de la Región». 

Acción viajera

Tal y como explicó el comisario del evento y director del Museo de Bellas Artes de Murcia, Juan García Sandoval, ante un nutrido número de invitados y autoridades que incluyó al presidente regional, Fernando López Miras, Gabarrón ideó Ámbito en 2022 para celebrar el XXX aniversario de su Fundación.

La I edición se celebró a las afueras de Mula, en un campo de almendros; la IX, en el yacimiento de Atapuerca. En todo este tiempo, y hasta llegar a la capital del Segura, ha recorrido cuatro continentes, países como Alemania, Chipre, Bélgica, EE UU o China. En Nueva York, la acción artística fue un 11 de septiembre, como homenaje a las víctimas de los atentados; y en Hong Kong «se dialogó con la ciudad contemporánea y sus oasis verdes», apostilló Sandoval.

Hasta 2025, Ámbito viajará a Italia, Suiza o Nepal, siempre acompañado de artistas locales para erigir ese intercambio de ideas mediante el arte.

Una fortaleza que vuelve a la vida

Durante la acción performativa, tomaron la palabra la jefa del Centro Municipal de Arqueología, Carmen Martínez Salvador; las arqueólogas Ana Baño y Pilar Vallarta; y el arquitecto Juan Carlos Canoso, el equipo técnico implicado en la recuperación del recinto inferior del Castillejo, la primera fase para la recuperación de la fortaleza del siglo XIII

El Palacio de Ibn Mardanis se incluye en el Sitio Histórico de Monteagudo-Cabezo de Torres, único en la Región al incluir más de 160 yacimientos arqueológicos —algunos de 5.000 años de historia—, además de cuatro castillos y dos albercas «construidas, seguramente, por el Rey Lobo», explicó Martínez Salvador, recordando que el apodo del monarca musulmán le vino por gustar de «vivir y vestir a la cristiana»

En ese sentido, antes de comenzar el acto, el edil de Pedanías, Marco Antonio Fernández, amén de agradecer a Gabarrón la apuesta por llevar su arte al Castillejo de Murcia, recalcó que el proyecto de recuperación de la Fortaleza del Rey Lobo comprende un millón de metros cuadrados que «llevan muchos años esperando su oportunidad». Y que hace solo unos días concluyó la citada primera fase de restauración del Palacio de Ibn Mardanis, con la adecuación de un mirador en el exterior donde se disfrutan vistas privilegiadas del ‘skyline’ de Murcia y de la huerta.

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«¿Qué sentiría Ibn Mardanis si supiera que aún se mantiene en pie su fortaleza de recreo pese al paso del tiempo, desde la cual veía las murallas de Mursiya?», se preguntó Martínez Salvador. «Orgullo», concluyó.

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