ENTREVISTA

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid: “Este año viene Ana Obregón. ¡Imagínate lo que va a ser eso!”

La responsable del mayor evento literario de la capital se enfrenta a su segunda edición al mando, en la que ya ha tenido más tiempo para ir implantando su proyecto. ¿Las claves? Modernizarla y encontrar el equilibrio entre grandes y pequeños

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid.

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

Juan Cruz

Juan Cruz

La periodista Eva Orúe, que se crió en la profesión con la radio de Luis del Olmo y con las corresponsalías en Moscú y París, entre otros destinos, llega con otra experiencia profesional a este momento de su vida. Sucesora de dos grandes del mundo del libro, Teodoro Sacristán y Nani Valverde, el año pasado se estrenó como directora de la feria del libro más complicada de España, la de Madrid. Aquí se concentran más de cien libreros de la región, además de editores y escritores, todos ellos con sus exigencias y con sus egos, y con asuntos que sólo de lejos tienen que ver con la mayor experiencia de su vida: dar noticias, conocer personas y países. Este jueves presentaba ante sus antiguos colegas, los informadores, la feria que corresponde a 2023, y aquí ella explica, aparte de lo que es como lectora, lo que pretende hacer para que haya más lectores y sean mejor recibidos en el batiburrillo que es, cada año, el universo que dirige. Tiene la experiencia del año pasado, pero este mundo al que ahora se dedica, aunque parece tranquilo, prepara su afán cada año, como la última parte de una novela de suspense.

P. ¿Cómo es usted como lectora?

R. Desordenada. Desordenada con los libros como con los periódicos. Hay semanas en las que me cuesta mucho leer y hay semanas en las que un libro me lleva a otro y a otro y a otro. Pero… sin mucho orden.

P. ¿Y compra libros en la Feria del Libro?

R. Ahora no [risas]. Ahora no tengo tiempo. No vivo lejos del Retiro y antes venía y compraba libros, claro. Pero ahora… Aunque he de decirte que compraba libros, sobre todo, para mis sobrinos.

P. ¿Qué tipo de libros le han interesado más?

R. Durante un tiempo sólo leía lo que me obligaba mi oficio de periodista. Historia, ensayos políticos, novelas… Cuando llegué a Rusia un colega me recomendó Vida y destino, de Vasili Grossman, y así entendí lo que era la Unión Soviética. Ahora la Feria me ha llevado más a la literatura española reciente, pero sigo leyendo cosas sobre Rusia.

P. ¿Y entiende la Rusia actual?

R. Yo viví ahí del 93 al 96 y todo el tiempo me preguntaba por qué. Por qué hacen esto, por qué hacen lo otro. Era mi mentalidad occidental la que me hacía tener esa actitud. Luego dejas de hacerlo y te dedicas a vivir para entender. Hoy, con el tiempo y la distancia, entiendo mejor las cosas que viví en esa época. Vi un odio de Occidente hacia Rusia tremendo. Por eso entiendo que muchos rusos se hayan sentido ofendidos. Eso no quiere decir que se justifiquen sus ataques bélicos. Para nada. Pero sí quiero decir que los entiendo.

P. ¿Cómo podría explicar eso?

R. Imagínate un país inmenso, con nueve husos horarios, que pasa de un régimen autoritario a un régimen absolutista como el soviético y se convierte en una gran potencia. En el año 91 le empiezan a quitar cachitos, mientras tiene un presidente, Yeltsin, al que se le escapan muchas cosas y que, además, tiene graves problemas de salud y una adicción al alcohol, y el país se convierte en el hazmerreír del mundo. Occidente aprovecha esa situación, los ciudadanos se ofenden y luego llega un nuevo presiente, Putin, que sabe canalizar el patriotismo desde el autoritarismo.

P. Estuvo también en Gran Bretaña y en Francia, en esta dos veces. ¿Qué queda en su corazón de ambos países?

R. Ahora que andamos con la coronación de Carlos III pienso mucho en los ingleses, no tanto en el resto de británicos. Y viendo todos los disturbios que ahora hay en Francia, pienso que los franceses siguen creyendo que la revolución es posible. Me queda de esos países la seguridad de que puedo pasarlo muy mal y puedo salir adelante. Porque, por ejemplo, en Inglaterra lo pasé muy mal económicamente.

P. ¿De qué manera esos países le ayudaron a entender el periodismo?

R. Yo soy periodista de formación, pero no periodista de investigación. Yo jamás trabajé en una redacción antes de irme de corresponsal. A mí lo que se me daba bien era explicar a los oyentes cómo era el país al que me habían enviado. En Gran Bretaña el periodismo es un trabajo concienzudo y, efectivamente, es el Cuarto Poder. En Francia el periodismo es más una herramienta política porque está comprometido ideológicamente. En Rusia el periodismo era un ejercicio extraño y el reto era identificar qué es noticia.

P. Cuando volvió a España, ¿con qué periodismo se encontró?

R. Con algunos periodistas que trabajan muy bien y con una proliferación de tertulias totalmente predecibles. Sintonizas una emisora y ya sabes lo que vas a oír. Sintonizas otra, y lo mismo.

P. Ahora trabaja entre libros. ¿Cómo ve a los autores?

R. Es que la tarea de directora de la Feria del Libro tiene menos que ver con los escritores que con todo lo que les rodea. Pero hay escritores de todo tipo. Hay una relación normal con los que se toman su profesión de manera normal. Y hay quien va de endiosado, de estrellas, de actores… No debe ser fácil encerrarte durante meses a escribir, a crear un mundo, y luego poner eso en manos de los lectores sin saber cómo van a reaccionar. No debe ser fácil.

P. ¿Se ha topado con mucho ego?

R. No. Es que los que tratan con ellos son sus editores. Lo más raro que me ha pasado es un autor que nos pidió tener un baño al lado de la caseta de firmas. Pero… eso es imposible. Lo siento, no se puede.

P. ¿El día de San Jordi en Barcelona le da envidia?

R. Es otra historia, diferente a nuestra Feria. Pero me da cierta envidia, sí. Tiene muchas cosas de las que se puede aprender. Es una fiesta que se extiende por toda la ciudad y es sólo un día y funciona muy bien, sea domingo o sea lunes. Es fenomenal.

P. ¿Qué ha podido cambiar en la Feria del Libro de Madrid desde que la dirige?

R. Hay una cosa fundamental que no se puede, ni se debe, cambiar: una Feria como la nuestra es el lugar de encuentro entre autores y lectores. A mí eso me parece perfecto, fundamental, excelente. Pero… la Feria tiene que ser modernizada. Y estamos en ello. Hay que integrar a las nuevas tecnologías, hay que colaborar con otras ferias de España y de otros países… El año pasado, como yo llegué al cargo en enero y la Feria es en mayo, nos dio tiempo a hacer muy poquito. Tuvimos cambios estéticos: prescindir de la megafonía y de los planos. Ahora tenemos que trabajar el suministro eléctrico y el suministro de agua. También debemos incluir a más países. Bueno, esto ya lo estamos haciendo. Quizá lo más novedoso este año es el rediseño del área central de la Feria. Porque en el espacio con el que contamos necesitamos que la gente transite de manera distinta.

P. ¿Y qué es lo que todavía no ha podido hacer pero quiere hacerlo?

R. Bueno, es mi segunda Feria. Tenemos que lograr que todos los que quieren estar con nosotros estén satisfechos. Es difícil, porque estamos al aire libre pero nuestro espacio es reducido. Entonces tenemos que encontrar una fórmula para que los editores pequeños estén a gusto en la Feria. Este año tenemos casi mil editoriales, una barbaridad. En casetas compartidas, eso sí, porque no caben de otra forma. De momento. Ese es el principal reto. Este año hemos hecho un pabellón, que se llama Indómitas, donde hemos colocado a varias y vamos a ver cómo funciona. Es que nuestra Feria es local, pero no nos parece justo negarles la entrada a las editoriales de fuera. Así que a ver si este espacio funciona para que ellas estén ahí.

P. Este año, además, hará más calor. ¿Ha tomado eso en cuenta?

R. No es lo que más me preocupa. Lo que me preocupa es la combinación de viento y calor, que es lo que hace que se tenga que cerrar el Retiro. El parque tiene sus normas y si de pronto nos dicen que por las condiciones ambientales tenemos que desalojar la Feria, pues… tenemos que hacerlo. Lo que es letal es la combinación de calor y viento. Hay quien nos ha dicho: deberían replantearse la fecha. Porque Sevilla, por ejemplo, ha decidido hacer su feria del libro en octubre, precisamente por el calor. Bueno, pues nosotros, de momento, el cambio de fecha no nos lo planteamos.

P. ¿Cómo ha cambiado su visión de autores, editores y libreros?

R. Todos son muy diferentes. La editorial más pequeña de este año tiene 26 títulos en catálogo. Y luego están los grandes grupos editoriales con miles de libros. Entonces: ¿una y otro son iguales? No.

P. ¿Y no son muy gruñones?

R. Bueno, tenemos varias discrepancias. Todos quieren estar en la Feria. Y nosotros intentamos que así sea. Lo que no podemos garantizar es que todos estén como quieren estar en la Feria. Todos quieren estar en una caseta y si tienen que compartirla, quieren que sea con quien ellos elijan. Pues… no siempre puede ser. Porque no queremos perjudicar a alguna editorial, grande o pequeña. Es muy difícil que todos, absolutamente todos, estén contentos.

P. ¿Y las librerías?

R. Las librerías son las dueñas de la Feria y ellas están más contentas que los editores, es así. Y este año tenemos 113 librerías, que son muchas. Todas tiene la voluntad de trabajar juntas y eso es muy, pero muy importante. Porque eso hace que se limen las asperezas que pueda haber.

P. ¿Y qué retos tiene este año?

R. Pues… este año viene Ana Obregón. ¡Imagínate lo que va a ser eso! Yo preveo que habrá mucha gente. Mucha. Pero, bueno, ahí estaremos.

P. ¿Tiene envidia de la FIL de Guadalajara?

R. Envidia no es la palabra. Porque somos diferentes y no podemos compararnos. Nosotros sabemos que tenemos una gran Feria con sus características particulares y, dentro de nuestro modelo, tenemos éxito. Lo que pasa es que, por ejemplo, nosotros no podríamos hacer esa maravilla que hacen en Guadalajara de “Mil estudiantes con…” porque no tenemos espacio para meter a mil estudiantes. Este año van a venir asociaciones infantiles y de mayores, pero en grupos pequeños.

P. ¿Y por qué no hacer un periódico de la Feria que se publique los días que dura?

R. No, no. Imposible. De todas formas, nuestro equipo de prensa tiene muy bien surtida y actualizada nuestra web durante los días en que se lleva a cabo la Feria.