Artes Escénicas

Kike Guerrero: "Mucha gente practica la danza en Cartagena, pero nos faltaba un festival de referencia"

El bailarín ha sido el elegido por el Ayuntamiento para capitanear el retorno, doce años más tarde, de MuDanzas, la ‘otra’ creación de Paco Martín. Esta nueva edición arranca hoy de la mano de Daniel Abreu

El director artístico de  MuDanzas, Kike Guerrero.

El director artístico de MuDanzas, Kike Guerrero. / L. O.

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Había muchos motivos para recuperar –nada menos que doce años después– el festival MuDanzas. Quizá el más evidente es que su aparición, a comienzos de los dos mil, sentó precedente: su modelo, que alternaba grandes y pequeñas compañías, así como sala y calle, fue imitado y reconocido como la mejor de las fórmulas para contentar a expertos y atraer a nuevo público. Fue pionero y, durante algún tiempo, uno de los tres únicos grandes festivales dedicados a la contemporánea en España. También porque era el ‘otro’ gran proyecto del añorado Paco Martín, ideólogo de La Mar de Músicas y del festival de jazz; el único que permanecía en standby de un legado que, tras su fallecimiento en 2018, hoy está más vivo que nunca (por voluntad de sus herederos). Pero cuando se le pregunta por este resurgir a su nuevo director artístico, el bailarín y coreógrafo local Kike Guerrero, este se muestra mucho menos reflexivo y más pasional (que al final es lo que impera y debe imperar en la cultura): «¿Por qué? Pues porque Cartagena se lo merece».

Lo repite varias veces a lo largo de su breve charla con La Opinión: «Paco hizo una apuesta tremenda por la cultura en Cartagena y los cartageneros se merecen poder disfrutar de todo lo que construyó durante su etapa en el Ayuntamiento», añade el reputado artista, de amplia trayectoria internacional. De hecho, y a pesar de desarrollar los años más intensos de su carrera en Centroeuropa –coincidentes en el tiempo con la primera etapa del festival–, Guerrero fue protagonista en diferentes ediciones de MuDanzas, «incluso llegué a aparecer en la imagen principal de uno de sus carteles», añade. «Por eso –continúa–, que contactaran conmigo para encargarme de este proyecto me supuso una ilusión tremenda. Además, aunque he desarrollado la mayor parte de mi carrera fuera, siempre he mantenido un nexo de unión con la escena danzística de mi ciudad», explica.

"Hemos mantenido las líneas maestras del festival, esto es: ofrecer espectáculos de gran formato en sala, pero también otros de calle y gratuitos para atraer al público menos afín"

Y es que, se da la casualidad de que el bailarín inició su formación en la Academia de Música y Danza de Margarita Amante, cocreadora del festival. Eso y su respeto por Paco –además del gran e influyente trabajo que realizaron ambos durante aquellas primeras ediciones– le han llevado a realizar un trabajo de corte «continuista». «En general, hemos mantenido las líneas maestras del festival, esto es: ofrecer espectáculos de gran formato en sala, pero también otros de calle y gratuitos para atraer al público, quizá, menos afín. Y también, en este sentido, estar en contacto con los colegios e institutos de Cartagena para impulsar el desarrollo del público del futuro», señala Guerrero, quien, como otros compañeros de profesión, apunta a la danza como el gran «olvidado» dentro de las artes escénicas.

Preguntado sobre cómo hacer que nuevos espectadores se acerquen a la programación de MuDanzas, reconoce que no es tarea fácil –«para mí es sencillo, yo amo este arte, pero entiendo que si lo desconoces es un mundo que se antoja lejano», admite–, pero apela a la naturaleza del hombre para enganchar a los indecisos: «Nosotros (todos) utilizamos el cuerpo para movernos, pero también para expresarnos, y eso es algo que todo el mundo entiende; se ha hecho desde tiempos inmemoriales, desde antes de que se inventara el lenguaje, con lo que en realidad no es tan difícil entrar en este juego. Por eso, le diría a los cartageneros que le dieran una oportunidad a este festival, que abran esta ventanita y se asomen a conocernos aprovechando que hay muchos espectáculos gratuitos», insiste Guerrero.

Además, el director artístico del festival –para quien la danza es «emoción, fisicalidad, música..., un compendio de todas las artes»–, reclama la atención de los cartageneros para que el ‘nuevo’ MuDanzas pueda cumplir con su voluntad de continuidad. «Nuestra intención es que el festival haya regresado para quedarse, para volver el año que viene y recuperar con el paso del tiempo su estatus como una cita de referencia en lo que a la contemporánea se refiere. Pero para eso necesitamos a la gente. Es muy importante que esta edición funcione bien, que la gente la reciba con cariño; eso es lo que nos permitirá seguir con el proyecto de Paco y Margarita», reflexiona Guerrero, quien lamenta que en la ciudad portuaria se haya perdido el hábito de ir a ver espectáculos de danza: «Costó mucho crear un núcleo de público fiel en torno al festival, pero desde hace unos años, si quieren ver algo así se tienen que ir a Murcia...».

La programación

Pero eso se acabó. Y, además, el bailarín no pide sin ofrecer una gran recompensa a cambio. Asegura que se ha trabajado «con delicadeza y mucho mimo» en la selección de las compañías participantes; algo que es difícilmente refutable a tenor de algunos de los nombres que ocupan la programación de MuDanzas, empezando esta misma semana con Daniel Abreu y Aracaladanza. El primero, uno de los coreógrafos más destacados de la escena contemporánea actual, presentará esta noche en el Nuevo Teatro Circo (21.00 horas) una de sus últimas creaciones, Dalet (da), un espectáculo con música en directo y seis bailarines en escena que explora la faceta más simbólica del creador canario, Premio Nacional de Danza en 2014. Por su parte, la compañía Aracaladanza, con cerca de treinta años de trayectoria y el argentino Enrique Cabrera a la cabeza, presentará en Cartagena su montaje más reciente, Loop (domingo, 19.00 horas), una pieza para toda la familia y con la que se pretende introducir al público –con mucho humor– en la maquinaria escénica: entre bailarines, maquinistas y eléctricos, y junto a telones, focos, cajas de almacenamiento, suelos de linóleo, escaleras, moquetas, colchonetas... 

Una imagen de ‘Dalet (da)’, la obra que abre el festival.

Una imagen de ‘Dalet (da)’, la obra que abre el festival. / L. O.

Guerrero se muestra especialmente satisfecho de poder contar con ambas compañías; también con Otra Danza, el proyecto capitaneado por Asun Noales, otro peso pesado de la contemporánea nacional (ella y su equipo serán los encargados de clausurar el festival el día 23 con Rito). Pero, sobre todo, por haber logrado alcanzar ese «equilibrio» tan delicado entre propuestas de primer nivel y otras, quizá, menos reconocidas, «aunque de gran calidad también», apunta. «Esa ha sido la línea que ha seguido siempre el festival y la que creo que debe imitar cualquier programación escénica: utilizar compañías consagradas, con nombre, para atraer al público y mostrarles, al mismos tiempo, a otras más jóvenes, emergentes, que merecen una oportunidad», afirma. 

En este sentido, el bailarín subraya el que se haya mantenido una de las secciones clave del festival: ‘Zona Mu’, destinado a «dar visibilidad al colectivo artístico de la Región, que tiene muchísimo talento, pero permanece oculto, invisible a veces para los programadores». Así, MuDanzas contará con la intervención de la compañía La Sísmica, dirigida por Mariví Da Silva, y la de las bailarinas y coreógrafas Ana Penalva de las Heras, Isabel López, Mariló Molina y Andrea Carrión, ganadora del premio al mecenazgo en los galardones Alfonso X de la Cultura de la Comunidad. «Es difícil ser profeta en tu tierra, pero nosotros estamos decididos a demostrar que tenemos artistas increíbles», apunta, contundente.

Por último, conviene destacar que hay otra gran línea maestra. Además de estar en la calle, a la vista de todos, MuDanzas pretende colarse en los centros educativos. «Queremos formar a los cartageneros en el lenguaje de la danza desde que son pequeños, desde que están en el cole, y ahí están los ciclos escolares, dirigidos a alumnos de Primaria y Secundaria, el público del futuro», explica Guerrero. Para ello se ha convocado a Guille Vidal-Ribas y Javi Casado, responsables de un espectáculo titulado Transmission y que se define como una «conferencia bailada» de estilo urbano, así como con otras compañías y entidades como Contakids y SoMagic Fest, dos proyectos enfocados en una disciplina bautizada como contact-improvisation que, en el caso de los primero, se utiliza para reforzar las capacidad motoras de los más pequeños y reforzar el vínculo paterno-filial (el taller es el sábado a las 12.00 horas) y, en el de los segundos, para fomentar el autoconocimiento a través del movimiento y el contacto con el otros y con el entorno (este, para adultos, tendrá lugar dos horas antes, a las 10.00).

Estos espacios con los que hacer partícipe al público del festival son la guinda del pastel de una programación que, insiste su principal responsable, «era necesario recuperar». «Seguramente la notoriedad de un bailarín y coreógrafo cartagenero como José Carlos Martínez haya sido detonante para el resurgir del interés por la danza en la ciudad, pero de siempre hemos tenido por aquí muchas academias, mucha gente interesada en practicar e, incluso, en ser profesional. Pero desde hace años nos faltaba tener una referencia, una cita que nos reuniera a todos, que ofreciera diferentes posibilidades para los diferentes públicos (expertos, aficionados o principiantes). Así que sí, Cartagena necesitaba la vuelta de MuDanzas», sentencia. Y aquí está, doce años después.