1991: nace el cine Rex que tanto quisimos

El cine Rex tal y como lo hemos conocido durante el último cuarto de siglo todos los murcianos se debe a la gran remodelación emprendida por la empresa Carceserna –los actuales dueños- en la primavera de 1991.

El 13 de mayo de ese año, el cine cerró sus puertas por reformas. Había proyectado durante todo el mes de marzo y algunos días de abril la excepcional “El padrino III”, de Francis Ford Coppola, y posteriormente “La muerte golpea dos veces”, un film de John Dahl que supuso, ya en mayo, la última proyección del antiguo Cine Rex, que estaría cerrado por reformas hasta el 29 de octubre. Al día siguiente se proyectó la película de Pedro Almodóvar “Tacones Lejanos”, en un acto que supuso todo un acontecimiento en Murcia, con la asistencia de sus actores Miguel Bosé y Marisa Paredes. Tras seis meses de obras, el cine abría sus puertas totalmente renovado y con los más modernos sistemas de proyección y sonido.

Los arquitectos Antonio Alemán Picatoste, Severino Sánchez Sicilia y Santiago Alonso y de Vega realizaron un trabajo en profundidad sobre la histórica sala que recuperó la fachada original realizada casi medio siglo antes por Martínez Albaladejo, así como sus dependencias interiores, entre ellas el vestíbulo, con sus excepcionales y bellas lámparas colgantes.

La estructura del cine se reforzaba, y el interior de la sala aparecía con una nueva decoración, pero se reparaban y recuperaban algunos de sus detalles más reconocidos, como las excepcionales arañas que iluminaban el vestíbulo y el interior de la sala, que habían sido dotadas  de un material especial para impedir que los miles de lágrimas de las arañas reverberaran y se malograra un sonido que se anunciaba como prácticamente único en España en aquellos momentos: el sonido THX de Lucasfilm, el más alto estándar de la casa, creado poco antes para proyectar con las mejores garantías la banda sonora de la tercera película de “Star Wars: El Regreso del Jedi”. Este sistema casi recién nacido permitía reproducir el sonido  la manera más precisa en las mejores salas de cine de todo el mundo. Para ello, las hermosas y enormes lámparas hubieron de ser izadas por encima de su ubicación tradicional. Asimismo, los arquitectos utilizaron materiales especiales que hacían imposible la filtración y escape de sonidos ajenos a la proyección.

Los diálogos, los sonidos, la música, cobraban así una nueva dimensión que los hacía especialmente inteligibles, como nunca antes había poseído la vieja sala de cine y no poseía en aquel momento ningún otro local cinematográfico en Murcia.  Para ello fue necesario crear, por primera vez, una pared acústica que se situó detrás de la pantalla de proyección que permitía una amplísima gama de frecuencias, oyéndose agudos más altos y graves más bajos que en el resto de las salas murcianas de entonces.

Nunca este cine había gozado de tal calidad de proyección y sonido. Había llegado el cine Rex que tanto hemos querido. El cine Rex que queremos tantos y tantos murcianos hemos disfrutado durante los últimos 30 años y que estamos intentando que se mantenga.