Por un cine Rex vivo

Las décadas de los 70 y los 80 en el Rex: bajón y remontada de un cine histórico

Paco Rabal en el rex, proyección Goya, febrero 1971

Paco Rabal en el rex, proyección Goya, febrero 1971

Pascual Vera

Pascual Vera

El año 1969 concluye con una nueva etapa del cine Rex, ya que otra rama de la familia Iniesta, encabezada por Mariano Iniesta Martínez y Mariano Iniesta González, hijo y nieto respectivamente de Mariano Iniesta Pérez, tomaron las riendas del cine. Iniesta Pérez había fundado en 1927 junto a José Iniesta Eslava la mítica empresa Programa Iniesta, dando así comienzo a un circuito que llegó a aglutinar una treintena de salas en toda la provincia de Murcia.

Desde el 1 de enero de 1970, ambas ramas de la familia separaron definitivamente sus intereses, y los descendientes de Mariano Iniesta Pérez pasaron a regentar el cine Rex después de más de 40 años.

La sala no cambió en absoluto la estructura del veterano cine, y sus directivos expresaban su intención de mantener la excepcional programación de la que había hecho gala la sala, considerada durante medio siglo la preferida de los aficionados al cine de la capital. Desde el estreno del Coy en 1950, el Rex se había repartido con éste los estrenos más comerciales.

Pero a partir de esta nueva etapa, la pugna comercial entre el Rex con las del resto del Circuito Iniesta, en manos de José, hacía imposible decantar la programación a favor del veterano cine. Durante buena parte de la década de los setenta la programación del Rex se limita, en general, a títulos de segunda fila que sólo permanecían una semana en cartelera –empezando por “La huella conduce a Londres”, que inauguraba el 1 de junio de 1970 la nueva compañía-, con westerns secundarios –“Sin balas y disparando”-, españoladas de la época –“El abominable hombre la costa del Sol”, “Por qué pecamos a los 40” o  “Vente a Alemania, Pepe”, que sí gozó del favor del público-, reestrenos muy anteriores –“Rebeca”- o títulos en general de poco fuste que pasaban como una exhalación por el cine: “Un ejército de 5 hombres”, “Adán también tenía su manzana”, “Emilio y sus detectives”…

Así las cosas, ni siquiera la visita de nuestro paisano Paco Rabal a mitad de febrero de 1971 para presentar el film de Nino Quevedo “Goya” –que como el resto de la programación se mantuvo en cartel una semana- consiguió revitalizar el Rex.

Entre las películas de mayor éxito en esta etapa se cuenta “West side story”, “El espíritu de la colmena”, “Viajes con mi tía”, “El amor del capitán Brando”, “Aterriza como puedas”, “Toro salvaje”, “Deprisa, deprisa” o “El último tango en París”, todas de contrastada calidad, que se convierten en éxitos en aquel cine, aunque ninguna de ellas dura más de tres semanas en cartel.

Sí las sobrepasaron “El chulo”, que evoca un asunto escabroso consiguiendo permanecer en cartel cuatro semanas y la excelente “Alguien voló sobre el nido del cuco”, con cinco semanas, que bate el récord de permanencia de esta década, al igual que “Madame Claude”, aunque ésta por estar dirigida por Just Jaeckin, que se había labrado fama de erotómano por su filme “Emmanuelle”, lo cual era definitivo en aquella pacata España en la que casi todo era pecado.

El año 1982 supone un nuevo hito para el cine Rex. Ese año compra el cine la empresa del alicantino Vicente Espadas, que, como comenta José de Paco “consigue revitalizar la exhibición con notables éxitos de taquilla”. Espadas llegó a tener en Alicante y Murcia un número de salas similar al que tuvo en sus mejores tiempos la empresa Iniesta, por lo que pudo conseguir para Murcia en general y para el Rex en particular, títulos como “Desaparecido”, “En busca del arca perdida”, “La decisión de Sophie”, “Gandhi”, “La fuerza del cariño, “Indiana Jones y el templo maldito”, “La vida de Brian”, “Conan”, “Regreso al futuro” o Memorias de África”, que reverdecen viejos éxitos de aquel cine, llegando el récord de la década con “E.T.”, que permanece 10 semanas en cartel. Son los nuevos años dorados del cine en Murcia en cuanto a asistencia a las salas en general, y al cine Rex en particular. La empresa dejó el cine en manos de la actual –entonces Carceserna y actualmente Neocine- en julio de 1989. Comenzaba una nueva época para los cines murcianos que incluía la modernización del parque de cines de la ciudad de Murcia y la incorporación de la maquinaria más moderna, así como unas butacas mucho más ergonómicas y confortables. Pero esa es otra historia que contaremos próximamente.