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Milena Smit: “Trabajar de todo antes de ser actriz me ha ayudado a tener valores”

La murciana, que antes de ser chica Almodóvar se buscó la vida en el metro, cuidando niños o sirviendo cafés, protagoniza 'La chica de nieve' en Netflix, la adaptación de la exitosa novela de Javier Castillo: “Las instituciones deben apoyar la Cultura, tan valorada en países vecinos como Francia”

Milena Smit, protagonista de 'La chica de nieve'.

Milena Smit, protagonista de 'La chica de nieve'. / Netflix

Paula M. Gonzálvez

Paula M. Gonzálvez

Parece una paradoja que sea una murciana, de la Costa Cálida, quien protagonice La chica de nieve (que se estrena este viernes, 27 de enero, en Netflix), pero es un hecho que la carrera de Milena Smit está disparada. Con su primera oportunidad -tras numerosos cortometrajes- dio en la diana: interpretó a una inquietante e inestable chica en No matarás, junto a Mario Casas. El equipo de casting dio con ella a través de su cuenta de Instagram, y les enganchó con una corazonada nada engañosa. Su trabajo llamó la atención de crítica, público y académicos, que la nominaron a los premios Goya como Mejor actriz revelación.

De ahí, a cumplir el sueño de cualquier actriz española, como si fuera fácil. El siguiente en fijarse en ella fue Pedro Almodóvar, que la convirtió en su coprotagonista junto a la mismísima Penélope Cruz en el éxito internacional Madres Paralelas. ¿Qué atrajo al director manchego de Elisabeth Milena Smit Márquez? “Su inteligencia emocional y una sinceridad que no se aprende en ninguna escuela”, así como su “arrolladora” presencia frente a la cámara. Una inteligencia emocional que, si no le venía de serie, la ha adquirido a base de buscarse la vida.

Del metro al set de rodaje

Antes de poder ganarse el pan con su verdadera vocación, Milena Smit fue canguro, dependienta, camarera, auxiliar de información en el metro… Todo ello le ha ayudado “en lo más importante que hay en la vida, tener valores. A ser una persona dedicada, responsable y sacrificada con su trabajo”. Sacrificio que hizo que el satisfactorio resultado tuviera un sabor mucho más dulce.

Aunque, ahora que se mete en la piel de una periodista de investigación, no hay que olvidar que es mucha la presión a la que se somete. Si se tiene en cuenta que es actriz revelación, chica Almodóvar y que en esta serie es la protagonista de la adaptación del mayor fenómeno literario de los últimos años, la losa que le cae encima es de las que pesan, y mucho.

Al autor de la novela homónima que ha inspirado el guion, Javier Castillo, se le conoce hasta en Times Square (Nueva York). Es uno de esos escritores que pasaron del rechazo editorial a convertirse en un superventas, en la tercera firma más vendida de España, solo por detrás de Fernando Aramburu y Arturo Pérez Reverte. Hasta Joël Dicker ha dicho que es el “nuevo fenómeno de la literatura europea”.

Si todos los ingredientes mencionados se juntan, aparece una fórmula que es pura dinamita, un peligro ante cada estreno audiovisual: las grandes expectativas. ¿Cómo gestiona alguien, que además tiene solo 26 años, esa exigencia de dar la talla? “Es cierto que a medida que se va acercando el estreno esos nervios van a más, por estar a la altura de las expectativas que tanta gente se ha creado al leer la novela”, reconoce la actriz. Algo que “impone bastante”, subraya, pero confía “en el trabajo hecho junto a todo el equipo, siempre desde el amor y el máximo respeto al personaje, a Javier Castillo y a todos los lectores”. También ha tirado de “valentía”, no lo niega.

Valentía que le habría tocado poner en práctica también cuando, de la noche a la mañana, se vio expuesta a tanto foco, y su nombre aparecía en todos los medios. Ahora que interpreta a una periodista, y que en la serie también se aborda la ética profesional, Milena Smit tiene la oportunidad de rebelarse, pero prefiere sopesar y entender la que no es su profesión, pese a que no tiene la necesidad de cortarse para opinar.

“Todos los trabajos tienen sus partes buenas y malas, yo solo he interpretado un personaje y es cierto que el día a día de un periodista no lo vivo, así que no me siento con derecho a criticarlo”. Sin embargo, sí quiere aprovechar para valorar “el gran trabajo de la prensa que se encarga de tratar, apoyar y visibilizar esa realidad más dura, menos ‘agradable’, pero que necesita notoriedad por encima de muchas otras noticias e informaciones”. Con ello se refiere a casos como el de la serie, que aborda la desaparición de una niña durante la cabalgata de Reyes.

Milena Smit y Jose Coronado en 'La chica de nieve'.

Milena Smit y Jose Coronado en 'La chica de nieve'. / Netflix

En la ficción de Netflix, Milena Smit no solo es periodista, es una joven de armas tomar, una becaria que quiere comerse el mundo, ayudar desde su posición, crecer laboralmente… La chica de nieve es una serie en la que las mujeres adquieren el protagonismo, en la que dan un paso al frente, el que han dado también en la industria audiovisual, aunque parece que el techo de cristal no se termina de romper. “Creo que es una cuestión de que se dé visibilidad al personaje de una mujer de una manera tan interesante y poderosa como la historia que pueda ser contada por el personaje de un hombre”. Eso sería, entiende, lo que falta para reventar por fin ese techo ya resquebrajado, el “dar la oportunidad de igualar esa importancia en la voz de los personajes femeninos”.

Embajadora española

Al final, Milena Smit se ha convertido en una proyección, junto a muchos otros, del arte español más allá de nuestras fronteras. Los contenidos made in Spain que se ven en otros países son cada vez más, con producciones que se exportan, en buena parte, gracias a la presencia de las plataformas de streaming. El éxito de esas producciones con sello español también ha sumado para que sean cada vez menos quienes se refieren de manera peyorativa a las producciones de casa, que han logrado embaucar al público. Sin embargo, el hecho de que sean los creadores, los guionistas o los actores los embajadores españoles en el extranjero no termina de traducirse al 100% en apoyo económico a la producción nacional, que parece estar congelada.

Sobre esto también tiene una opinión Milena Smit: “Afortunadamente, nuestra ficción está muy bien posicionada, no solo por la calidad de nuestro cine y series en los últimos años, sino por la labor que también han hecho las plataformas consiguiendo que nuestros títulos viajen. Series como La chica de nieve, Alma o La casa de papel demuestran el buen momento que vive nuestra industria”. Por eso, destaca, “las instituciones deben continuar apoyando el sector de la Cultura, tan bien valorado en muchos países vecinos, como Francia”.

A Milena Smit le faltan muchas cosas por hacer, aunque ya haya alcanzado importantes logros. La actriz, que tuvo como maestro al mismísimo Bernard Hiller, entrenador actoral de Leonardo DiCaprio o Cameron Diaz, tuvo que renunciar a su hogar para conseguir estar donde está. Por delante ya tiene otros proyectos, como la película de terror Tin & Tina, que se estrena en marzo con otros dos murcianos en su cartel, Jaime Lorente y Teresa Rabal.

Milena Smit nació en el hospital de Elche, pero nunca vivió allí. Pasó toda su infancia en la costa alicantina, como Torrevieja o Torre de la Horadada. Pero, como ella misma dice, de donde más se ha sentido siempre es de Murcia, en la que había vivido también y a la que regresó al marcharse de casa con 17 años. Ahora lleva cerca de siete en Madrid, así que no solo es murciana de adopción, es una “adoptada por el mundo”, bromea. Razón no le falta… ya se le conoce en muchos países.