Entrevista | Mare Carrier Banda

Mare Carrier: "Me gusta pensar que somos contracultura porque vamos dos pasos por delante"

Los murcianos presentan este jueves en la Sala Musik su último EP, ‘Muchachada’ (2022), en el que han reunido a buena parte de los artistas y grupos de Grabaciones Vistabella con la idea de celebrar la ‘contracultura’ local. Todos ellos estarán presentes durante el bolo

Mare Carrier.

Mare Carrier. / L. O.

Tras su primer LP, Who the fuck is Mare Carrier? (2022), el singular proyecto liderado por el murciano Salvador Martínez-Artero presenta su nuevo EP, Muchachada (2022), para el que se han rodeado de colaboradores tan diversos como Perdón, Pedriñanes 77, Ángel Calvo, Consz, Aló Presidente, Guille Solano y Ave Alcaparra.

Mare Carrier, personaje ficticio nacido de la angustia y el dolor, es el alter ego del que fuera miembro fundador de Candy Shop Records, y acumula múltiples influencias que van de Debussy a Pink Floyd, pasando por Parliament y Foxygen. Podría pasar por nuestro Joe Meek particular. En Muchachada, él y su banda exhiben grandes dosis de versatilidad, fluctuando con ligereza entre las alegres espirales de sintetizadores y el pop cuidado de Groenlandia, el vértigo y la osadía de Victoria Federica y la evocación al rock and roll primigenio de Chuck Berry en Pregúntale a tu chico. Las presentarán en directo este jueves en una fiesta que celebrará la ‘contracultura’ murciana con invitados de excepción.

¿Cómo se te ocurrió hacer este «trabajo colaborativo», como lo define tu discográfica?

A mí me gusta mucho, cuando hago un álbum, que haya un hilo conductor. Pero tenía unas cuantas canciones un poco sueltas que no sabía muy bien dónde meter, y fue a raíz de la de Gapo cancerígeno, que sonaba terriblemente metalera, que pensé: «¡Ostras, pues esta podría hacerla con Ave Alcaparra!». Y, a partir de ahí, fui tirando hacia un sitio, hacia el otro, y me encontré con que tenía temas para prácticamente todos los artistas de Grabaciones Vistabella.

Todos los temas son propios menos Groenlandia, de los Zombies. ¿Por qué la elegiste?

Quería hacer un homenaje a la escena musical madrileña.

Parece que te cuesta decir ‘la Movida’...

Cuesta, siempre cuesta un poco. Este álbum es también un reflejo de lo que es hoy la escena murciana; o, por lo menos, una parte de ella, la de la contracultura. Coger esa canción y hacerla nuestra es un guiño a todo eso.

‘Contracultura’ es un término muy elástico. ¿ Es una manera de desmarcarse de algo más profundo, una ofensiva contra la cultura predominante? ¿Desde qué punto de vista lo utilizas?

Sobre todo, procuro no hacerlo desde el inmovilismo. No me gustaría pensar en nosotros como una contracultura que se queda en contracultura porque no se mueve y se queda anclada en conceptos del pasado; más bien, al contrario. Me gusta pensar que somos contracultura porque vamos dos pasos por delante de lo que se está haciendo hoy en día.

Victoria Federica está directamente relacionada con Moncho Alpuente y los Quay, sustituyendo el «Carolina querida» por «Victoria Federica de Borbón». ¿Tiene también que ver con algún tipo de discurso disidente, por todo eso que dices de la contracultura?

Efectivamente. Así como Groenlandia era un homenaje bastante directo, esta referencia estaba más encondida... Pero la idea era cambiar la figura de Carolina, de los ochenta, por la de Victoria Federica, más de nuestra época. Además es que se ha convertido también como en un icono pop, con lo que todo esto está enmarcado dentro de una pequeña disidencia, canallismo, que creo que ha quedado patente en la letra de la canción.

Esta la tocáis con Pedriñanes.

Sí, estaba clarísimo. Creo que los grupos están bastante bien escogidos; todos reflejan a la perfección el espíritu de cada canción.

¿Cómo te lo has planteado? ¿Has ido grupo a grupo, artista a artista, a través de las canciones, o ha habido un feedback entre ellos y tú para elegirlas?

Normalmente era yo quien hacía una primera propuesta a los artistas. Después, les enseñaba una maqueta, ellos la escuchaban y empezábamos a trabajar en lo que viene a ser la producción (porque yo quería que cada canción tuviese producción propia de cada artista con el que colaboraba, para conseguir ser un poco más fieles en la fusión de sonidos y estilos).

El proyecto surgió en tu cabeza de pronto, pero ¿cuál era la intención de este disco? ¿Existía la idea de configurar estas siete canciones que forman parte del EP o han ido saliendo y finalmente han conformado un disco completo?

Surgió primeramente del ansia de juntar a los artistas de Murcia, porque algo pasa en Murcia... Y ese algo es que le pegas una patada a una piedra y te salen cinco grupos y dos artistas increíbles. Hay una concentración de músicos en esta ciudad, en esta Región, brutal, y yo lo que veía es que incluso dentro del propio sello había muchos muy buenos, gente supersimpática, superagradable, pero igual ni se conocían entre ellos. Mi gran ilusión ha sido siempre juntar a todo el mundo, que haya intercambio de ideas, fomentar mucho la colaboración, la cooperación entre artistas. Partiendo de esa idea, teniendo las canciones sueltas, se fue gestando todo poco a poco.

Citabas antes Gapo cancerígeno, con Ave Alcaparra, como una de las canciones-espoleta, precursoras de este disco, y hablabas de un sonido metalero. A mí me parece más punk a lo Siniestro Total, más primitivo quizás, como Mata jipis en las Cíes.

Efectivamente, así es, un sonido más bestia, más descuidado, más sinvergüenza.

Con todas estas referencias que estamos manejando, y hablando de la Movida a partir de Groenlandia, ¿estableces alguna relación entre la Movida madrileña y una movida murciana?

Yo creo que algo está pasando en Murcia, eso está claro, y no sé si llamarlo ‘movida’ o cómo, pero hay muchos artistas que están sacando material muy bueno, y se conocen todos entre ellos (porque todos al final salimos de fiesta por los mismos sitios). Lo hablé con Ángel [ Calvo] en verano: hay un cierto momento en el crecimiento de una ciudad en el que esta alcanza un tamaño perfecto para el desarrollo artístico, y es cuando hay suficiente cantidad de población, pero el espacio y los sitios de ocio y de tiempo libre todavía son relativamente limitados, y creo que eso es lo que está pasando en Murcia. Murcia es una ciudad que con pedanías ya alcanza el medio millón de habitantes, sin embargo, el centro es un espacio relativamente pequeño, y es muy fácil coincidir. Los espacios donde se intercambia cultura (locales de ensayo, salas de conciertos) son también bastante escogidos, y al final eso propicia el intercambio entre gentes, culturas, corrientes, influencias... Tenemos bastante suerte de estar viviendo esto.

¿De qué manera ha supuesto para ti este disco un reto? Ya habías publicado por tu cuenta, ahora haces este álbum colaborativo, y ya nos advertiste de que estabas preparando la salida de dos elepés más y un EP. ¿Hay incontinencia creativa en tu casa?

Un poco, sí. Es posible que sea un problema, pero intentaremos gestionarlo de la mejor manera posible.

La canción protesta del disco, con Ángel Calvo, es EE UU me toca los cojones.

Sí. Y además salió en un momento de particular rabia, y siendo Ángel como es…

¿Qué momento fue?

El Gobierno español acababa de salir públicamente a reconocer el Sahara como territorio marroquí, y de esta manera validaba la invasión de Marruecos a un pueblo con el que tengo bastante solidaridad y conexión. Leer esa noticia, te puedes imaginar cómo me dejó: inflamado y rabioso, con ganas de hacer cosas que no se pueden decir en prensa. No tuve otra cosa que hacer que escribir una canción, y cuando se la enseñé a Ángel le encantó, teniendo ese mensaje político…

Otra canción que aparece en el disco es Me gusta tu tostador. El título sugiere a Alaska y los Pegamoides y su Rebelión de los electrodomésticos, pero, en todo caso, saca de su contexto a Conz.

Sí. Bueno, Conz es muy polifacética, una pequeña genio. Ella y yo estudiamos juntos piano, armonía, música de cámara..., hubo una época en nuestra adolescencia en la que pasábamos muchas horas juntos. Después, cuando yo volví de Madrid y ella, de Francia, nos reencontramos aquí en Murcia y fue todo muy bonito, la verdad. Un día que habíamos quedado para componer en mi terraza, yo volvía de empalme con la idea de esta canción. Conz me dijo: «Me encanta, me parece una canción para pasárselo pipa», y le dimos la tónica de mezclar un rock clásico con música un poco más electrónica, y surgió este tema en un momentito.

Una especie de crónica de la resaca, podríamos decir.

Básicamente. Sentimientos de la noche anterior.

El disco os ha quedado muy bien. ¿Cómo crees tú que ha resultado? Eres bastante exigente con la producción. ¿Había premura, fecha límite para entregar?

Sí, había prisa. De hecho, Cutre, que era otro de los grupos con los que había querido colaborar, no pudo entrar porque íbamos un poco contrarreloj con la producción. Grabamos la canción, pero no quedamos contentos con el resultado y se tuvo que quedar fuera. Pero estoy muy contento con cómo ha quedado el disco; creo que es un álbum redondo, de esos que puedes escuchar de principio a fin. Porque, aunque haya disconformidad en los estilos, hay algo en la producción –quizá el hecho de que sea más ruidosa, más estridente– que hace de hilo conductor entre todos los temas.

¿Habrá o hay edición física de este disco?

En un principio la íbamos a sacar, pero hemos decidido retrasarlo (o dejarlo estar por ahora).

No hay edición física por el momento, pero sí presentación.

Eso es: el 26 de enero en Musik.

Con todos.

Efectivamente, con todos. Se subirán todos los artistas a cantar sus canciones; será una gran fiesta. Tiraremos la Plaza de Toros abajo. 

¿Qué más planes tenéis Mare Carrier?

Pues tengo un EP esperando ya en la línea de salida con cuatro canciones con Conz, ya en un género más típico de ella (funk, soul). Estamos preparando los respectivos videoclips. Un trabajo interesante.

Lo de la contracultura es un término elástico, pero lo tuyo además es ecléctico.

Creo que cuando escuchas el disco de un artista, y luego escuchas el siguiente y, después, el tercero, y son todos iguales, no puedes sino aburrirte. Y no solo como oyente, también como creador. A mí lo que me divierte es el cambio, tanto dentro del propio tema, como de la obra completa.

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