Casi un año después de su estreno absoluto en Matadero (Madrid) y tras pasar este verano por la quincuagésimo segunda edición del Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier, 'La infamia', último proyecto teatral de la laureada actriz murciana Marta Nieto, llega esta noche al Teatro Romea de la capital del Segura. Y lo hará, además, con la presencia entre el público de la autora intelectual de esta pieza: la periodista de investigación y activista mexicana Lydia Cacho, que este jueves ofreció en el Almudí una charla titulada ‘La aventura de vivir sin miedo’, un aperitivo perfecto para lo que acontecerá hoy sobre las tablas del teatro principal de Murcia.

Porque La infamia, dirigida por José Martret, es una adaptación del libro Memorias de una infamia (2007), en el que Cacho cuenta sus orígenes, su trayectoria incasable en defensa de los derechos humanos y el secuestro que su compromiso social le supuso. En concreto, la mexicana sufrió las consecuencias de denunciar, con nombres y apellidos, a los principales responsables de la compraventa de niñas y mujeres, así como de denunciar la corrupción, la violencia y la complicidad de las autoridades de su país.

Para ser más exactos, Cacho publicó en 2005 Los demonios del Edén, un amplio estudio que denunciaba una red internacional de pedofilia y explotación sexual de niños y niñas, de cuatro a catorce años, organizada desde Cancún por el empresario hotelero Jean Succar Kuri y conectada con poderosos empresarios y políticos mexicanos y extranjeros. Y a los pocos meses de su lanzamiento, un dispositivo policial ‘legal’ secuestró a la periodista frente a sus oficinas en Cancún. En ese momento arrancó un viaje en coche que duró más de 24 horas y en el que cruzó el país sufriendo continuas torturas y amenazas de muerte; una experiencia que plasmó en Memorias de una infamia y que ahora Marta Nieto recrea sobre las tablas del Romea.

La propia Cacho ha participado en el proceso creativo de la obra, desde su colaboración en la escritura de la versión teatral al asesoramiento en los ensayos. «Estaba convencida de que el lenguaje teatral es perfecto para contar esta batalla, pero debía ser con alguien como José Martret, no solamente porque su propuesta en escena es excepcional y poderosa, también porque es un director que entrega el corazón a la historia. Las actrices –Nieto se alterna con Marina Salas– han sido también fundamentales», asegura.