Dos veteranos historiadores, el valenciano Ricardo García Cárcel (1948) y la catalana María Ángeles Pérez Samper (1949) impugnan en este libro algunos tópicos del nacionalismo secesionista catalán. Según tales tópicos, España y Catalunya son dos realidades sociales y políticas distintas e históricamente enfrentadas que poco tienen que ver entre sí y, además, la primera siempre ha mantenido respecto a la segunda una actitud inamistosa e incluso beligerante, buscando someterla.

El libro desmonta esos lugares comunes, tan falsos como interesados, apoyándose en varios estudios de historia española de otros tantos autores, recogidos en sus 25 capítulos. En ellos se repasan la vida y obras de prominentes catalanes que en los últimos cinco siglos vivieron con normalidad su doble condición de nativos de Catalunya (o residentes arraigados allí) y de españoles, participando activamente e influyendo en los asuntos de la España global de la que Catalunya ha sido parte esencial durante cientos de años. Con este reciente libro, los autores prosiguen lo ya iniciado en un recomendable volumen anterior, también coordinado por ellos (Catalanes en la historia de España, Ariel, 2020). Allí se abordaba la misma cuestión del «doble patriotismo», por así decirlo, catalán-español, centrándose en una docena de catalanes célebres de muy distintas ideologías, pero todos ellos plenamente insertos en la España de su tiempo: entre otros, el notable diputado a las Cortes gaditanas Antoni de Capmany; la barcelonesa Agustina de Aragón, mítica resistente en el sitio de Zaragoza durante la invasión napoleónica; el filósofo y moralista Jaime Balmes, un singular clérigo conservador cuyos escritos tuvieron gran difusión en la España de entonces; el teórico del federalismo y presidente de la Primera República Francesc Pi i Margall; el dirigente del Partido Progresista, laureado militar y jefe del Gobierno Juan Prim, quien «quería ser catalán y español a la vez»; el ministro de Hacienda en el Sexenio Revolucionario Laureano Figuerola, que convirtió la peseta en moneda nacional e introdujo el arancel que lleva su nombre; el excepcional político catalanista y ministro en los gobiernos de Antonio Maura, Francesc Cambó; el agudo periodista y escritor Josep Pla, y el todopoderoso ministro de Franco en la etapa desarrollista, Laureano López Rodó. Respecto al presente libro no cabe detallar aquí por razones de espacio su amplio contenido, pero para animar a su lectura, total o parcial, quizá baste con referirse a algunos de los personajes catalanes con indudable proyección en el conjunto de España que aparecen en sus páginas.

En ellas figuran, en efecto, empresarios e industriales como Juan Pablo Canals (fabricante de tejidos en el siglo XVIII y autor de estimables trabajos científicos), la familia Güell (modestos empresarios textiles en el siglo XIX que ascendieron hasta formar parte en el XX de la gran burguesía barcelonesa y devenir mecenas de artistas como Antoni Gaudí), y los Godó (que comenzaron también en el ramo textil y en 1881 fundaron -inicialmente para ayudar a su jefe político, el liberal Sagasta- el aún hoy boyante diario La Vanguardia); políticos de ámbito local o nacional como Francesc Rius y Taulet (un gran alcalde de la Barcelona novecentista, que modernizó la ciudad e impulsó la Exposición Universal de 1888), Estanislao Figueras (otro de los fugaces presidentes de la Primera República), Marcelino Domingo (en la Segunda República, activo ministro de Instrucción Pública a comienzos del bienio azañista y luego de Agricultura), Joaquín Bau (tarraconense como Domingo pero en sus antípodas ideológicas, presidente del Consejo de Estado bajo Franco), Juan Antonio Samaranch (franquista convencido que en la posterior etapa democrática hizo posible la celebración de los JJOO en la Barcelona de 1992), Pasqual Maragall (prominente socialista y otro de los grandes alcaldes barceloneses, 1982-1997) y Ernest Lluch (catedrático y ministro socialista de Sanidad en el Gobierno de Felipe González, cobardemente asesinado por ETA); intelectuales, académicos y escritores como Eugenio d’Ors (filósofo, crítico de arte y periodista, iniciador del Noucentisme, que mutó su catalanismo inicial por el falangismo), Jaume Vicens Vives (maestro de historiadores que abrió amplias vías al estudio de la historia económica de España), Guillermo Díaz-Plaja (polígrafo y erudito, historiador de la literatura y poeta tanto en catalán como en castellano) o Carlos Ruiz Zafón (escritor de éxito traducido a múltiples idiomas y autor de La sombra del viento, la novela en español más difundida después del Quijote, pero al que muchos nacionalistas catalanes desdeñan al haber optado este escritor bilingüe por el castellano como su lengua de creación literaria).

El propósito de este y otros trabajos previos de García Cárcel y Pérez Samper es mostrar que esa visión del nacionalismo secesionista de un enfrentamiento constante e irreversible entre Catalunya y el conjunto de España, la contradicen numerosos datos históricos y entre ellos los biográficos de esos casi 40 notables catalanes de los que este libro trata.