Aunque el pasado fin de semana se diera por clausurada la edición 2022 de La Mar de Músicas, lo cierto es que los últimos coletazos del festival cartagenero todavía se dejan notar en la agenda cultural de la ciudad portuaria. Y es que durante el mes de agosto todavía se podrá disfrutar de las seis exposiciones que componen el programa artístico del prestigioso evento, y que, de nuevo, tienen como protagonista a la República Dominicana.

A destacar, por supuesto, la obra del cartagenero Juan Manuel Díaz Burgos, presente en el Auditorio El Batel y en el Palacio Consistorial con Son y Fluye, respectivamente. La primera muestra gira en torno a la pasión de los vecinos de Santo Domingo por la música; en concreto, de los del ‘caliente’ barrio de Villa Consuelo; la segunda se centra en la vida que surge en torno al cauce de un río (localizado, por supuesto, en República Dominicana). También de Díaz Burgos –esta vez como comisario– hay que destacar Archivo Conrado, en la Sala Muralla Carlos III, con fotografías del austriaco Kurt Snhnitzer, alias ‘Conrado’, médico que en su exilio intentó retratar por medio de la fotografía la realidad del país (a finales de los treinta y principios de los cuarenta).

Por otro lado, aunque también en El Batel, se puede ver la obra de Salvi Vivancos. El cartagenero presenta en el auditorio una instalación audiovisual interactiva que ha bautizado como Baila. Baila. Baila. y en la que la bachata es protagonista. Y en el antiguo CIM, un ensayo fotográfico del dominicano Pedro Farias-Nardi titulado Hielo entre fronteras. Por último, la Domus del Pórtico acoge el trabajo conjunto del español Nono Bandera junto al poeta y también artista dominicano Frank Báez. Esta muestra se llama Mar de la tranquilidad.