Uno de los grandes descubrimientos de este año en el Taller de Escritura en el que participo desde hace un tiempo, bajo la atenta mirada y dirección de la escritora y psicoanalista Lola López Mondéjar, ha sido el de Bonnie Jo Campbell (Kalamazoo, USA, 1962), una potente narradora y de primer nivel de la Norteamérica rural. En concreto, ha sido a través de Madres, avisad a vuestras hijas (Dirty Works, 2021) uno de sus escasos libros editados en España.

Es un hallazgo de los pocos que consigue despertar emociones al sumergirte en el denominado ‘realismo sucio’, en el que los personajes no se estilizan y giran en torno a una trama oscura. Un género que hereda la denominada literatura del arroyo o grit lit, aquella que se basa en los ambientes rurales, normalmente sureños o del Medio Oeste, de la Norteamérica profunda.

Nos encontramos ante un libro de relatos salvajes, de cuentos en los que las madres reclaman a sus hijas que no repitan los errores que ellas han cometido. Cuentos en los que aparecen unas relaciones intensas de rivalidad entre madres e hijas, donde aflora la falta de comprensión y la violencia sexual, directamente cometidas contra las mujeres. Espacios en los que las madres están sometidas al poder de los hombres. No nos enfrentamos a madres acogedoras, en la que, por tanto, se deduce que la maternidad no ha sido elegida voluntariamente.

Tenemos una escritura limpia, diferente, sorprendente, que avanza a un ritmo sereno que poco a poco va golpeando al lector, a la lectora. Es, si me permiten la expresión, de una oralidad literalizada.

Son historias duras, realistas y, en ocasiones, desconcertantes, en las que el tema del silencio atraviesa todos los relatos, en los que las protagonistas no hablan de sus miedos ni de sus experiencias directamente (van apareciendo de forma casual, porque no quieren o no pueden expresar su debilidad). De una manera tan descarnada que sorprende, en ocasiones, la sordidez de las situaciones vividas y la pobreza de emociones que les han suscitado.

el relato que da título al libro, Madres, avisad a vuestras hijas, nos encontramos con un monólogo interior de una madre dirigida a su hija que, en realidad, es un falso diálogo, un soliloquio. Y en medio de este, la progenitora ironiza sobre los estudios de género que han hecho triunfar a su pequeña, como muchas mujeres que han sufrido la violencia machista. Vomita las experiencias de una vida repleta de rabia en la hija que sale de la situación opresiva.

Se trata de un hilo conductor de un relato en torno a la masculinidad. Es la antítesis de mujeres fuertes, que han parido muchos hijos y que han perdido la sensibilidad. La maternidad queda ocultada por detrás de la pasión, la genitalidad… en busca de un hombre.

Estamos ante un libro insólito, como afirma Tes Nehuén en su blog Bestia lectora, que nos va a obligar a escuchar en bucle a Dolly Parton en The House of the Rising Sun, que fue una de las canciones que inspiraron el título y acompañaron la escritura de este libro extraordinario, tal y como afirmó la propia autora.

Les confieso que tras leer este libro de Bonnie Jo Campbell quedé seducido por este tipo de literatura del arroyo o noir rural, y hurgué en los orígenes de este subgénero con la lectura de El callejón de las almas perdidas (Sajalín, 2022), de William Lindsay Gresham. No se la pierdan. Una novela adaptada al cine por Guillermo del Toro, que comenzó a ser escrita por su autor, miembro de las Brigadas Internacionales, muy cerca de Valencia en el año 1938.

Y, por supuesto, no dejen de lado otros libros de Bonnie Jo Campbell, como Desguace americano, Érase un río, su secuela Q Road, todos ellos publicados en Dirty Works, el proyecto editorial consolidado por Javier Lucini y Nacho Reig.