El verano ha sido desde siempre una época en la que las miradas se han dirigido al cielo. Ya sea a orillas del mar o desde la tranquilidad de la montaña, el firmamento se ha encargado de ofrecernos esa paz tan buscada durante el periodo estival. A las ya famosas Perseidas, conocidas también como ‘lágrimas de San Lorenzo’, se le ha sumado en los últimos años una afición que ha ido ganando seguidores: la observación astronómica. Desde la Oficina de Turismo de Yecla, conscientes de que la sociedad demanda cada vez más este tipo de actividades, ha decidido organizar visitas guiadas al Monte Arabí que culminan con la observación del cielo estrellado.

Esta actividad, diferente y novedosa, se lleva a cabo con la colaboración de una guía turística profesional y de un aficionado a la astronomía. El lugar elegido, el Monte Arabí, destaca por su poca contaminación lumínica, lo que asegura una observación clara y amplia del firmamento. La ruta comienza con una visita a la Cueva de la Horadada, que se abre al cielo a través de sus múltiples fisuras originadas por la acción eólica durante milenios. Seguidamente, los asistentes podrán disfrutar del arte rupestre de los Cantos de Visera, donde las manifestaciones pictóricas de la fauna les transportarán a otro tiempo.

Es en la zona de aparcamiento de estos abrigos con pinturas rupestres donde, con la ayuda de un experto y la utilización de un telescopio, alrededor de las 23.00 horas, se podrá observar el cielo y todo aquellos que la noche les permita ver. La Luna, constelaciones, algún que otro planeta del Sistema Solar y demás cuerpos celestes quedarán al alcance para maravillarse con su belleza. 

La inmensidad del universo se ofrece en un escenario tan primitivo y espectacular como el Monte Arabí, donde el firmamento reluce con más fuerza, y el cielo estrellado parece sonreír.