Se sea más o menos fan, discutir la magnitud artística de Alejandro Sanz es un absurdo; al menos, en España. Hace apenas unas semanas, el madrileño llenaba el Wanda Metropolitano en el que fue, sin duda, uno de los conciertos más multitudinarios que se han dado en este país desde que comenzara la pandemia. Sin cifras oficiales, para ofrecer una estimación hay que recurrir, ni más ni menos, que a los Rolling Stones, que pocos días antes agotaron también localidades en el estadio del Atlético: sus Satánicas Majestades reunieron a 53.000 personas. Y aunque no hay carrera musical que pueda compararse a la de Jagger y compañía, las cifras dicen que, hoy por hoy, la capacidad de convocatoria de Sanz no tiene nada que envidiar por aquí a la del legendario grupo londinense.

La cuestión es que, además, la gira de Sanz se ha hecho de rogar. Como todas, vaya -la suya es otra más de las aplazadas desde 2020-, pero en su caso particular hay que tener en cuenta que hace años ya que sus tours son escasos, cortos y muy selectivos. De hecho, para encontrar el último concierto en Murcia del autor de Corazón partío, hay que remontarse hasta el año 2015, cuando reventó la Plaza de Toros de La Condomina en una de las fechas previstas para la presentación de Sirope, décimo álbum de estudio del artista, publicado en mayo de ese mismo año. Vamos, que no son dos, sino siete los años que sus fans en la capital del Segura llevan esperando este momento. Porque sí, hoy el contador volverá a ponerse a cero. Hoy Alejandro Sanz regresa al coso murciano. Hoy y mañana, para que nadie se quede sin disfrutar de su esperada vuelta. Eso sí, advertencia: el precio de las entradas para el primer bolo (para el que apenas quedan algunas localidades en grada) es de 101,20 euros, mientras que para el del sábado hay algo más de variedad (desde los 82,50 que cuestan las entradas de pista general, hasta el 132 del ‘Front Stage’).

Tickets aparte, hay que tener en cuenta también que las cosas han cambiado mucho desde que se anunciaran originalmente estos dos conciertos. Principalmente porque la idea inicial del cantante era presentar su (entonces) último trabajo, #ElDisco (2019), pero la cuarentena ha dejado tiempo al de Moratalaz para publicar una nueva remesa de canciones que, bajo el título SANZ (2021), centran actualmente los esfuerzos promocionales del artista. De hecho, siguiendo de nuevo el ejemplo de su concierto en Madrid, solo una canción de aquel álbum prepandémico se ha mantenido en el set-list, Mi persona favorita.

En cualquier caso, Sanz tiene claro que esta gira se ha hecho por y para sus seguidores. De hecho, durante la presentación del tour, en marzo, Sanz mostró su "agradecimiento eterno" a quienes han conservado durante todo este tiempo las entradas adquiridas hace dos años (el 80% por ciento de los que las compraron, dijo); una confianza que prometió corresponder con "una experiencia inolvidable" y "muy potente". "Queremos hacer un espectáculo a la altura de lo que se merece la gente, así que nos embarcamos en ella con toda la ilusión. Sobre todo porque, pese a las cosas horribles que están ocurriendo en el mundo, creemos que la música siempre pone un punto de alegría y saca lo mejor de cada uno de nosotros", manifestó.

Es por ello que Sanz está siendo generoso con sus discos más antiguos y populares, brindándole una atención especial a su celebérrimo Más (1997), el más vendido de la historia de la música en España y de cuyo lanzamiento se cumplen en este 2022 veinticinco años. De hecho, más de la mitad de los cortes de aquel suenan en los conciertos de esta gira, siendo especialmente celebradas las interpretaciones de Y si fuera ella y, claro, Corazón partío. Y es que en sus directos, el madrileño está rozando la treintena de canciones en apenas dos horas de espectáculo.