En la calle de La Magdalena de Murcia también se encuentra el estudio de Manuel Vacas, pintor, diseñador, gestor cultural y un miembro destacado en varias asociaciones culturales de la ciudad. Nacido en Cáceres, se vino a Murcia con 11 años. Estudió Magisterio, su vocación era la enseñanza pero terminó montando una empresa informática, dedicándose al diseño y a la creación de páginas web. Con los años, una multinacional compró la empresa y desde el año 2000 se ha dedicado por entero a su pasión desde niño: el dibujo y las artes plásticas.

«Desde que empecé a pintar tuve muchos encargos, pero me di cuenta que tenía que crear lo que me apetecía y lograr ser libre y autónomo. Es muy difícil vivir del arte exclusivamente, y más en estos tiempos en que todo el mundo quiere ser artista», y añade: «Me considero un pintor autodidacta, pero en 2018 he dado un cambio que me ha transformado totalmente: He estudiado Un Máster en Producción y Gestión Artística en la Facultad de Bellas Artes de la UMU y me ha cuestionado y renovado mi trabajo creativo. Desde entonces mi esfuerzo está en dotar a mi trabajo de un contenido y un mensaje propios. Intento encontrar un punto intermedio entre el trabajo de calidad y el concepto». Y me cuenta que se sintió renacer al volver a la universidad con gentes mucho más jóvenes que él. «Yo había empezado pintando lo que veía, pero ahora soy más consciente de todo y quiero expresar lo que siento y tener, además un discurso, algo que comunicar. Me interesa el proceso creativo, más que el resultado final. Lo importante no es tomarse el té, sino hacerlo».

Valoro en Manuel las muchas actividades en la que embarca a tantos artistas. Ha comisariado exposiciones y ha fundado varios colectivos artísticos, como Trazo6, y me confiesa: «Me gusta mucho la gestión artística, organizar, convocar artistas, buscar salas, diseñar catálogos… tan interesante como la propia obra que puedas pintar». Durante el confinamiento, promovió varias exposiciones colectivas online, y las obras se podían ver de manera interactiva, como si de verdad deambularas por las salas de un museo. Iniciativas de gran éxito como en La Noche de Los Museos de Murcia, con miles de visitas desde todo el mundo, algo impensable para una exposición de carácter presencial. «Nada me interesa más que el arte participativo, involucrar a otros artistas, a los espectadores y a los modelos», dice, y añade: «Cuando fundé el Grupo Trazo6, tenía claro que había que luchar contra los egos, construir un espacio de trabajo en equipo, incluso promocionando a otros artistas interesantes de la Región».

Si algo ha aprendido, dice, es que «deberíamos ser más humildes y mejores colegas entre los artistas. Hay más de 400 creadores plásticos en la Región, hay un artista en cada esquina, esto ha explotado y, aunque a muchos no les guste, la realidad es así y va a más, no tiene por qué ser mala. Hay artistas geniales, otros emergentes y algunos que han tocado techo o que nunca van a despegar, pero el respeto hay que ganárselo con mucho trabajo, con mentalidad abierta y no cerrándose a la colaboración. Vamos a ir a una sociedad en la que cada vez vamos a disponer de más tiempo libre para disfrutar de la cultura y para crear. Cada vez va a ser más difícil vivir solamente de pintar cuadros o hacer esculturas, llegará un día en que cualquiera se podrá descargar una obra de Velázquez y la podrá imprimir a tamaño natural con la misma textura y pincelada, así que habrá que diversificar, innovar, aportar nuevas cosas a la sociedad. La creatividad es el futuro y estamos en un tiempo de cambio, pero si algo hemos descubierto es que la cultura, como los sanitarios, es una necesidad que nos salva».

Y la conversación sigue hablando de su pasión por la música y de sus lecturas de ensayos y «de la literatura que te transporta en el espacio y en el tiempo». Nos despedimos en la firme convicción de que hemos de seguir esta conversación.

Un gran tipo Manuel, interesante artista y buena gente.