La Opinión de Murcia

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Exposición

El Almudí se abre al arte contemporáneo con ‘Babel’

La Sala de Columnas acoge un proyecto de Priscila Ramal y David Vicente que pretende incentivar el pensamiento crítico por medio de diferentes piezas e instalaciones

Pedro García Rex (d) durante su visita a la exposición. Ayto. Murcia

La semana pasada, el Palacio Almudí de Murcia inauguraba en su Sala Alta la muestra Hana, de la artista nipona Miwako Yamaguchi, una exposición que podría considerarse ‘al uso’: más allá de la fusión que su autora encarna de la tradición japonesa y la pintura occidental –por lo cual ya merece la pena acercase a contemplar sus obras–, no deja de ser una colección de trabajos pictórico que, en diferentes formatos, cuelgan de las paredes del icónico espacio de la capital del Segura. Sin embargo, desde el pasado jueves, la Sala de Columnas ofrece un contrapunto a las creaciones de Yamaguchi: Babel. Las piezas de su torre, una muestra definida por sus organizadores como «de arte contemporáneo» con la que sus autores, Priscila Ramal y David Vicente, pretenden incentivar el pensamiento crítico. ¿Y cómo? Mediante una serie de piezas e instalaciones que obligan al espectador a descifrar sus significados.

Un ejemplo de ello es Violencias transparentes: desmontando una imagen artificial, una obra de Priscila Ramal que reflexiona sobre «el tipo de imágenes prediseñadas de las organizaciones coercitivas, tanto religiosas como políticas». Para ello, utiliza una alfombra de césped artificial y un televisor en el que se proyectan una imágenes aparentemente cotidianas. El primero de estos elementos representa aquello que es artificial pero imita a lo verdadero o natural; el segundo cuestiona lo real de aquello que percibimos con nuestros ojos e indaga en una de las cuestiones centrales del proyecto, cómo se puede engañar mediante la transparencia. En el vídeo, casero, se muestra a la creadora de muy niña junto a su familia en un zoológico, «un entorno ultraviolento para los animales que viven allí, pero que de cara a la sociedad se muestra como un entorno idílico». La pantalla ofrece a los espectadores una apacible jornada junto a una «familia prototipo, idílica, cuando la realidad es bien distinta...», asegura Priscila en una publicación de Instagram.

En cuanto al uso de la Torre de Babel como leitmotiv, es una forma de referirse por parte de ambos creadores al poder y su dinamitación como algo inherente al ser humano. «Cuenta el mito que, en la gran Babilonia, el rey Nabucodonosor quería construir una torre de tal altura que llegara a tocar el cielo. La acumulación de poder de su reino y el culto a su dios Marduk hizo sentir celos al dios de Noé, Yahveh, quien provocó que repentinamente cada uno de los babilonios hablara una lengua distinta, dinamitando astutamente todo el dominio de Nabucodonosor sobre aquella nación. Yahveh conocía el truco: divide y vencerás», apunta Priscila en un texto que acompaña a la muestra. La joven creadora asegura que la lógica con la que se ejerció el poder en este mito puede servir como metáfora de la convulsión política actual, favorecida de nuevo por esa sensación de falta transparencia. «Su misma raíz etimológica –del latín transparens, acto de transparere: literalmente ‘aparecer a través de’– señala que se trata de algo engañoso, y que, escondiéndose a los sentidos imposibilita la toma de un pensamiento crítico y desconfiado», añade la artista.

Babel. Las piezas de su torre, que por fin ha visto la luz tras retrasarse su inauguración, es el resultado de un proyecto que Priscila Ramal y David Vicente presentaron a los ‘Reactivos Culturales’ del Ayuntamiento de Murcia hace ya dos años. En este sentido, el Área de Artes Plásticas de la Concejalía de Cultura ha programado para esta exposición tres visitas guiadas para los días 26 de julio (11.00 horas), 28 de julio (19.30 horas) y 23 de agosto (11.00 horas).

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