La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Música
Pancho Varona Músico

Pancho Varona: "La verdad verdadera del rock está en los tríos"

El veterano músico madrileño inaugura esta noche la nueva edición del Cuervarrozk con un concierto eléctrico en el Auditorio Cine Rosales en el que repasará algunas de las mejores canciones que ha escrito junto a Joaquín Sabina

Pancho Varona (c) con dos músicos de excepción: Osvi Grecco (i) y Toni Jurado. | L. O.

Pancho Varona y la Banda del Pirata Cojo recalará esta noche en el Auditorio Cine Rosales de Calasparra para ofrecer el que será el concierto inaugural de la nueva edición del Cuervarrozk. Además, el veterano músico madrileño presentar un nuevo formato trío eléctrico en el que le acompañarán dos grandes músicos que, como él, han trabajo con lo mejor de la industria musical española. Por un lado está Osvi Grecco, guitarrista que ha tocado en conciertos y discos de artistas como Miguel Ríos, Ariel Rot, Rosendo, Pedro Guerra y Coque Malla, entre otros, mientras, que la tercera pata de la banda corresponde a Toni Jurado, que ha compartido escenario con nombres tan significativos como Antonio Vega, Loquillo, Leiva, M-Clan y Diana Navarro. Por su parte, Varona –para quien no le conozca todavía– empezó su carrera junto a Joaquín Sabina, y con el de Úbeda ha compuesto más de un centenar de canciones tan emblemáticas como La del pirata cojo, Peces de ciudad o Pacto entre caballeros. De hecho, la que llega ahora a la Región es La gira sabinera, en la que interpreta algunos de los mejores temas de su época con el maestro.

Pancho, regresa a la Región con nueva formación.

Sí. Tenía muchas ganas de dar un golpe de timón al proyecto, de hacer nuevos arreglos para estas canciones que tanto tiempo llevo tocando y cantando; quería escucharlas sonar de otra forma. Y me apetecía que fuera por medio de un trío eléctrico (guitarra, batería y bajo), porque la verdad verdadera del rock está en los tríos. Así que me lié la manta a la cabeza, pillé a dos genios llamados Toni Jurado y Osvi Grecco y les propuse ponernos manos a la obra.

Ellos, como usted, también llevan muchos kilómetros a sus espaldas... ¿Cómo fue lo de reclutarles para este proyecto?

Pues mira: se lo pedí –si les apetecía embarcarse en esta historia– pensando que me iban a decir que no. Ellos han trabajado siempre con Víctor Manuel y Ana Belén, con Kiko Veneno, Ariel Rot y otros muchos; son músicos de primera categoría. Pero también son amigos, y supongo que eso es lo que ha provocado que nos hayamos juntado.

¿Qué han preparado para el concierto en Calasparra?

Tenemos un repertorio básico de fuegos artificiales: canciones sabineras muy conocidas por todo el mundo. Será un concierto calentito con grandes éxitos y mucha ilusión. Además, apenas llevamos quince o veinte bolos juntos y estamos con muchísima ilusión por salir a tocar. Así que deseando de llegar a Calasparra y encontrarnos con el público.

Con Sabina escribió más de un centenar de canciones que se podría decir que son patrimonio nacional. ¿No da un poco de vértigo?

O de la humanidad [Risas]. Da mucho vértigo, sí, porque yo no pretendía ser músico ni compositor. Pretendía ser funcionario del Estado, y para eso estaba preparándome una oposición cuando llegó Joaquín y me dijo: «Déjalo todo y vente conmigo». Así que cuarenta años después da vértigo porque esta nunca fue la vida que yo pensaba llevar. De hecho, todavía me sigo asombrando y me sigue produciendo cierto nerviosismo eso de salir de gira, dar conciertos, estar con la gente, el cariño del público, las canciones... Pero en plan bien, ¿eh? Soy el tipo más afortunado del planeta.

Además, detrás de cada una de estas canciones hay historias; historias personales de cada uno de sus oyentes. Quiero decir: son temas que han sobrepasado a sus autores y que tienen vida propia.

Sí. A veces me llegan historias maravillosas por redes o por mail. Uno me cuenta: «Esta canción se la cantamos a una amiga el día de su entierro». Otro me dice: «Esta la bailé con mi mujer el día de nuestra boda». U otro me confiesa que no se suicidó esa noche por escuchar Más de cien mentiras. Tras cada persona hay una historia especial, y es muy emocionante saber que la música (tu música) produce esas cosas. Yo que soy un tipo muy sensiblero y lloro con facilidad, cuando leo esas cosas me emociono muchísimo.

Siempre me gusta preguntar por ese sitio al que uno, cuando regresa, suspira y dice: «Estoy en casa». ¿Cuál es el suyo?

Para mí la casa la pone el público. Es cierto que hay lugares físicos donde uno ha sido especialmente feliz. Hay un espacio mítico que es el Gran Rex de Buenos Aires, donde han pasado tantas cosas..., o el auditorio de México. Así como tantos sitios aquí en España. Hay muchos lugares que están en la memoria, sí. Alguien decía que uno es de donde deja su sombrero, pero yo realmente soy feliz en cada casa a la que me invitan a tocar. Así que para mí es un honor que me inviten a Calasparra a dar un concierto, porque esta será mi casa a partir de ahora. Voy juntando casitas por todo el mundo.

¿Cómo ha vivido usted el cambio de paradigma en la industria musical, sobre todo en lo referente al consumo (el paso del CD al streaming?

Es muy raro, la verdad. Yo era feliz comprando mis discos. Primero fui un comprador voraz de vinilos, luego de CD y..., ahora, de repente, me he encontrado con una herramienta llamada Spotify que me permite tener todos los discos del mundo en mis odios y cuando quiera. Eso sí que da vértigo [Risas]. Esta mañana me he puesto un disco en directo de Jimi Hendrix, por ejemplo. Fíjate: según hablo contigo estoy viendo una pared llena de CD que llevo años sin poner. Ahora escucho sobre todo la música que me recomiendan en redes sociales. Es una locura absoluta; cualquier cosa está a tu alcance a golpe de clic.

El pasado 1 de mayo cumplió cuarenta años junto a Sabina. ¿Cómo es eso de sumergirse en el mundo del de Úbeda?

He pasado más tiempo de mi vida con Joaquín Sabina que sin él. Llegé a su vida cuando tenía 25 años y ahora, que he cumplido 65, todavía estoy con él. Es la familia, es el hermano mayor y, a veces, el hermano pequeño. Es de todo menos el cuñado. Es maravilloso, generoso y un tipo espectacular.

Y ya, por último: ¿Por dónde sigue la gira? ¿Qué planes tienes en mente?

Los siguientes conciertos serán en Toledo, Málaga, Guadalajara... Por suerte, tenemos muchas fechas cerradas para los próximos meses.

Compartir el artículo

stats