El yacimiento arqueológico de La Bastida, cuyas últimas excavaciones nos indican que fue la ciudad más poderosa de Europa continental durante la Edad del Bronce y una plaza fortificada cuyos precedentes se hallan en la segunda ciudad de Troya, vuelve a abrir sus puertas este verano de la mano de la Oficina de Turismo de Totana que organiza visitas guiadas en horario vespertino.

La Bastida es el primer enclave argárico descubierto y, actualmente, uno de los más importantes de la prehistoria Europea, en concreto de la llamada Edad del Bronce. Este período reviste un especial interés para el conocimiento de nuestro pasado, ya que en él se produjeron acontecimientos cuyos efectos todavía influyen en nuestro presente, como el afianzamiento de la vida sedentaria, el desarrollo de la metalurgia y la generación de desigualdades políticas y económicas permanentes. Desde su descubrimiento y primeras excavaciones en 1869, el yacimiento ha sido objeto de diversas intervenciones arqueológicas. Trabajos que continúan hoy en día y ya han dejado al descubierto una auténtica ciudad de unos 40.000 m2 que, en su época de máximo esplendor, hace unos 3.800 años, estuvo habitada por unas 1.000 personas.

Los asistentes a la visita guiada podrán contemplar el hallazgo de decenas de viviendas, escalonadas en terrazas artificiales a lo largo de las laderas del cerro. Son de especial interés sus tumbas, ya que estas se localizan bajo el suelo de las viviendas. Solían contener uno o, a veces, dos individuos en posición encogida, dentro de vasijas de cerámica o de cajas hechas con losas o paredes de piedra. Estas tumbas contenían también ofrendas, como cuencos y ollas de cerámica, armas, útiles y adornos de cobre o plata, y collares de cuentas de hueso, concha y piedra.

Una referencia de la cultura argárica

Los primeros siglos de la Edad del Bronce en la provincia de Murcia se conocen con el nombre de cultura de El Argar, que cuenta en La Bastida con uno de sus mejores representantes, que nos ha ‘regalado’ hasta día de hoy una extensa gama de objetos metálicos, la mayoría de cobre, bronce, y plata, así como útiles de piedra, hueso y recipientes cerámicos.