La Opinión de Murcia

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Gastronomía
Sandra Manchay Cocinera

Sandra Manchay: "Cocinar es algo vocacional que para mí va más allá de un trabajo"

La cocinera de La Cabaña Buenavista es la ganadora del Concurso de Jóvenes Cocineros de la Región de Murcia: "Ha sido una experiencia increíble; si no hubiera ganado, me volvería a presentar"

Sandra Manchay en la cocina de La Cabaña Buenavista. | L.O.

Estudió el Grado Superior de Dirección de Cocina en la Escuela de Hostelería de Cartagena. Trabaja en La Cabaña Buenavista, restaurante que cuenta con dos Estrellas Michelín, bajo la dirección del chef Pablo González-Conejero. Con tan solo 24 años, esta joven de origen ecuatoriano se mira en el espejo de Carolina Sánchez con la meta de abrir su propio restaurante en mente: «Voy a seguir aprendiendo y formándome y, cuando me vea preparada, lo haré.»

¿Qué le motivó a presentarse al concurso de Jóvenes Cocineros?

Me lo comentó Carlos, mi jefe de cocina, y le dije que sí, que adelante, pero que yo sola no iba a ir. Mi compañero Emilio se ofreció a ir conmigo como ayudante; nos gustó la idea y decidimos presentarnos. Les estoy muy agradecida a ambos.

¿Era la primera vez que se presentaba a un concurso de estas características?

Sí, teníamos muchos nervios desde que empezamos, ha habido bastante estrés previo al concurso.

¿Cómo les afectaron esos nervios dentro de la cocina?

Los nervios eran mientras esperábamos, una vez que entramos y nos dieron nuestro sitio de trabajo, nos centramos y nervios fuera. Ha sido una experiencia increíble; si no hubiese ganado me volvería a presentar.

¿En qué consistía el plato ganador?

Era una base de arroz a la que le pusimos alioli de algas, y lo salseamos con una especie de salmorreta. Encima del arroz llevaba unas halófilas, acompañado con unas algas y dorada del Mar Menor.

¿Qué significa para usted cocinar?

Yo creo que cocinar tiene que ser algo vocacional. Puede gustarte la cocina pero, para mí, es algo que va más allá. Al final, lo disfruto tanto que no me supone ningún esfuerzo levantarme por la mañana para ir a trabajar.

El arte culinario ya no se limita al sabor de la comida, sino que intenta que el cliente disfrute de una experiencia multisensorial absoluta. ¿Esta concepción de la cocina tiene techo?

No, siempre se puede renovar e innovar. Al final, La Cabaña no es un sitio para ir a comer todos los días. Hay muchos clientes que vienen una vez al año, para celebrar eventos especiales, y nos gusta que vengan y disfruten de la experiencia. Lo importante es que la diferencia de dinero que gasta el cliente compense para bien y tenga ganas de repetir.

Las audiencias de MasterChef o el éxito de la Thermomix son claros indicadores de que a la gente no solo le gusta comer bien, sino también cocinar. ¿Estamos en una época dorada para la gastronomía?

Completamente. Antes ser cocinera parecía lo peor del mundo, pero ahora mucha gente se quiere dedicar a la cocina. Cuando salí de Bachiller me preguntaban qué carrera iba a estudiar y, cuando les decía que iba al Grado Superior de Cocina, se quedaban extrañados. Quizá la influencia de MasterChef le está dando la vuelta al imaginario de la gente.

La mujer siempre ha sido la encargada de cocinar, pero parece que cuando esta labor adquiere relevancia social, simbólica o económica pasa a pertenecer al género masculino casi en exclusiva.

Siempre me ha llamado mucho la atención. En una cocina de casa siempre está la mujer, pero profesionalmente, por ejemplo, en La Cabaña, prácticamente son todo hombres. Es algo que no termino de comprender; una mujer y un hombre son igual de válidos dentro de una cocina.

En el concurso de Jóvenes Cocineros era la única mujer entre los quince participantes y saliste victoriosa. ¿Cree que su ejemplo puede animar a otras mujeres a presentarse en futuras ediciones?

Espero que sí. La verdad es que cada vez veo más mujeres. Nosotras también nos podemos hacer notar, darnos a conocer y salir adelante. Creo que somos las propias mujeres las que nos tenemos que lanzar un poco más y decir: «Mira, soy mujer, y voy a hacer mi trabajo igual o mejor que tú».

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