Pedro Sánchez Picazo, José María Sobejano, Pedro Flores, Luis Garay, Juan Bonafé, José María Almela Costa, Joaquín y Pedro Serna son algunos de los pintores murcianos con los que Ramón Gaya estableció una vinculación especial. Así, en cierto modo, ellos también contribuyeron de alguna manera a construir el legado del artista. De ahí que el museo que protege, estudia y trabaja la obra del añorado creador haya querido rendirles homenaje.

Bajo el título Pintura murciana escogida, el Museo Ramón Gaya, en la Plaza de Santa Catalina, ha inaugurado esta semana una muestra para la que se han seleccionado un total de diecisiete obras, la mayoría procedentes de colecciones particulares –también del Museo de Bellas Artes de la Región y de la Sala de Amigos del Museo–, con la que poder disfrutar de algunas de las firmas más respetadas del panorama artístico de la época. Por ejemplo, Sobejano era para Gaya un absoluto referente, «un antecedente estupendo para los pintores murcianos que queremos tener una raíz. Era un pintor modesto, muy regional, pero honrado y fino», dejó escrito el pintor.

Por otro lado, Sánchez Picazo pintó el lugar de nacimiento de Ramón Gaya, el Huerto del Conde, un cuadro que el murciano tuvo durante años en su estudio. Y de Pedro Flores y Luis Garay recibió Ramón Gaya sus primeros estímulos: «Mis padres, que eran muy humildes, les habían realquilado el salón de nuestra casa para estudio. Yo debía de tener entonces nueve años. Lo curioso es que, aunque les debo mucho, no tengo ninguna influencia de ellos», reconocía el artista.

De Joaquín y de su Cabeza dormida decía Gaya: «Me parece lo mejor que se ha pintado en Murcia», y hacia Almela Costa y Bonafé, compañero en las Misiones Pedagógicas, sentía una gran estima. Por último, de Pedro Serna afirmó que se trataba de «un pintor fino y de gran sensibilidad».

El concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex, destacó este martes «la gran calidad de una exposición que rinde homenaje a grandes artistas de nuestra tierra y que habla de una época cultural fecunda e inspiradora, que proyectó el arte murciano fuera de nuestras fronteras».