La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Literatura
Cristina Guirao Socióloga y escritora

Cristina Guirao: "Los cuadernos de viajes son un viaje en sí mismos"

La profesora de la UMU y colaboradora de La Opinión publica ‘Crónicas a contrapelo’ (Newcastle Ediciones), un compendio de crónicas de viajes que huyen de las miradas totalitarias y reivindican el poder de "lo supuestamente banal"

Cristina Guirao.

Dice Cristina Guirao que los ensayos que quieren englobar todo están muy bien, pero que a ella le interesa otra cosa. Y, como siempre que alguien de la academia está dispuesto a salir de su despacho, hay que prestar atención: la socióloga murciana recoge en Crónicas a contrapelo (Newcastle Ediciones) una forma de caminar por las ciudades, pensarlas y, por fin, volver a construirlas

¿Usted veía algo más que el resto en las ciudades y por eso se hizo socióloga o se hizo socióloga y por eso ve algo más que el resto en las ciudades? 

No puedo desviar la mirada de la sociología a la hora de pensar o a la hora de caminar por una ciudad. Me es imposible. La verdad es que cuando empiezas a viajar y a leer otras crónicas de viajes te das cuenta de que hay miradas antropológicas, hay miradas metafísicas o incluso miradas teológicas...la crónica de viajes te permite escribir sin que aquello sea un gran en sayo en el que quieras englobar y explicar todo, que es un tipo de ensayo que está muy bien y que yo leo mucho, pero me interesa también la otra parte, lo que la epistemología femenina llama ‘conocimiento situado’: estar en un sitio en un momento concreto, que te pasen cosas, ser un sujeto con cuerpo y vivir un acontecimiento sobre el que poder reflexionar. Por eso me resulta tan interesante. Y me interesa mucho que haya otras miradas y esta no sea la dominante, sino una mirada periférica. 

Desde el prólogo le da vueltas a eso de «leer a contrapelo las señales del tiempo». ¿A qué se refiere?

Es una noción muy de Walter Benjamin, yo no estoy inventando nada. Hay una mirada en la modernidad, cuando empiezan a surgir las grandes ciudades, que es la mirada del sociólogo no académico, como podía ser el propio Benjamin o las primeras mujeres ‘flaneur’, como puede ser Virginia Woolf. Reparan en el escaparate o en la mercancía, cosas que se consideran intrascendentes dentro de lo social, objetos que se están produciendo en el capitalismo, formas de relacionarse conforme van creciendo las ciudades...a partir de esos hechos supuestamente banales son capaces de comprender mejor el tiempo. Benjamin habla mucho en sus diarios de ese caminar con un sentido teológico que presta mucha atención al acontecimiento, como si cada cosa que encontrases fuera reveladora de algo. Ser ‘flaneur’ en el siglo XXI, en un momento en que el turismo ha cambiado esa forma de caminar por los entornos urbanos, pasa por recuperar la atención a lo que pensamos que es obvio pero que también habla mucho de lo trascendental. 

"No puedo desviar la mirada de la sociología a la hora de pensar o caminar por una ciudad

decoration

Cita a Calvino y su Las ciudades invisibles. ¿Fue el libro que le enseñó el camino?

Sí. Es un libro que me encanta porque imaginas ciudades cuyas formas de organización son utópicas o distópicas, pero que muchas veces son más reales que otra cosa. De hecho, al principio quise hacer alguna referencia en el título a ese libro, porque nos habla de cómo la organización de las ciudades determina la forma en que nos relacionamos.  

¿Cómo eligió los destinos?

Por casualidad. Fueron coyunturas profesionales y personales mías que viví acompañada de un cuaderno al que tengo mucho cariño. Al final, los cuadernos de viaje son otro viaje en sí mismos. El viaje tiene dos partes: vivirlo, caminarlo, y luego escribirlo y recordarlo. 

¿El viaje le iba dejando un sedimento vital que se iba acumulando de ciudad a ciudad?

Totalmente. Incluso se me transformaba la escritura: podía pasar de una crónica casi turística a otra cosa más analítica...todo fue muy fluido. 

¿Cuánto queda en los textos de lo que ya pensaba de las ciudades antes de visitarlas?

Algunas me sorprendieron mucho. Buenos Aires y Nápoles, por ejemplo. En Venecia y Toledo había estado muchas veces...pero siempre pasan cosas que te permiten observar la ciudad desde otros parámetros. 

"Los pocos monumentos a figuras femeninas en las ciudades demuestran el poco peso de la mujer en Occidente

decoration

Denuncia el poco espacio que se dedica a reconocer a las mujeres en el espacio público.

Ese texto es una excusa para poner en valor el hecho de que la repercusión de las mujeres en la cultura occidental es mínima. El hecho más evidente es que caminas por casi cualquier ciudad y no hay casi monumentos a mujeres. Yo pertenezco a la asociación Clásicas y Modernas, que intenta visibilizar las aportaciones de la mujer a la cultura. Esto se está replanteando desde los grandes museos hasta las editoriales. La mirada de las mujeres aporta otra forma de ver las cosas. La maternidad, cómo vemos la guerra...es otra mirada. Y las ciudad no tienen que cambiar solo en eso. En general, son espacios más difícilmente habitables para las mujeres. Desde los medios de transporte, párkings más iluminados...en el pensamiento feminista hay mucho escrito sobre esto.

Dedica el último capítulo a su cuaderno. En ese momento quedaban 16 páginas en blanco. ¿Las ha escrito?

No. Lo guardé así. Me da cosa tocarlo, no lo quiero acabar. Es una reliquia para mí. Vuelvo a los cuadernos con frecuencia, para ver qué estaba pensando en ese momento o cómo me sentía. 

Compartir el artículo

stats