El Centro de Arte Palacio Almudí acoge hasta el 12 de junio uno de los tesoros artísticos mejor guardados en nuestra Región. Las salas de Columnas, Alta y Lucernario hacen hueco a una exposición retrospectiva que saca a la luz trabajos inéditos de Manuel Frutos Llamazares.

La muestra, comisariada por Enrique Nieto y el hijo del autor, David Frutos, pone en valor la obra de un «artista meticuloso -destacan desde el Almudí-, para quien la pintura fue su única obsesión y que nunca de paró de pintar, hasta el último momento de su vida, sin buscar el reconocimiento público».

Evasión

«El Palacio Almudí es una caja que se abre al mundo para mostrar un tesoro que ha permanecido oculto, durante tanto tiempo», destacaba el concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex, durante la inauguración de la exposición, que contó con la presencia del alcalde de Torre Pacheco, Antonio León.

De Manuel Frutos, cuenta su hijo David, «uno puede imaginarse su proceso creativo desde el silencio». Una enfermedad le dejó sordo y de ahí se inició un periodo de evasión que le condujo a un aislamiento vertiginosamente creativo que le acompañó hasta su fallecimiento, en 2010.

De colecciones particulares, pero, sobre todo desde el taller del artista en Torre Pacheco, han partido las obras que expone el Palacio Almudí. En la Sala Columnas hallamos trabajos de grandes formatos con la presencia destacada de una colección de meninas y de arpilleras. En la Sala Alta, el visitante encuentra plumillas, dibujos y cuadernos de autor, mientras que la Sala Lucernario sumerge al visitante en las técnicas de lino.

Nacido en León, la vida le llevó, como profesor de Secundaria, a Gran Canaria, Barcelona y, finalmente, Torre Pacheco. En todos estos lugares fue creciendo como creador y sumando corrientes estilísticas que quedan plasmadas en esta muestra.

La exposición se puede visitar de lunes a sábado, de 11 a 14 y de 18 a 21 horas, y los domingos, de 11 a 14 horas.