Víctor Javier Martínez es doctor en Historia del Arte y colaborador de la Universidad de Murcia, pero también especialista en el estudio, restauración y conservación de instrumentos musicales históricos. En su taller, estos meses se ha dedicado a restaurar un arpa de firma Challiot, construida en París hacia 1820, y cuyo anterior dueño la reviste con un valor inestimable puesto que fue del poeta y dramaturgo José Zorrilla.
Martínez afirma que «existen pocos instrumentos tan prestigiosos y singulares». El arpa posee una inscripción sobre el latón en la que reza: «Challiot Facteur de harpes. Rue S. Honore nº 338 París. N. 289», y que sitúa su origen en el romanticismo parisino, sobre 1820.
Este no es el primer trabajo de este calibre que hace el restaurador murciano, ya que el año anterior se encargó de poner a punto al pianoforte de mesa de Hosseschrueders, que también perteneció a la casa del poeta, situada en el corazón de Valladolid.
Durante su restauración, ambos instrumentos permanecieron en Murcia y fueron expuestos a lo que Martínez ha catalogado como «una meticulosa labor basada en el absoluto rigor histórico, empleando los mismos materiales y técnicas que en su construcción original». Gracias a esto, «el instrumento ha recuperado todo su esplendor ornamental y sonoro. Martínez, que ha documentado todo el proceso de la colección en su página ‘instrumentosantiguos.es’, también ha publicado vídeos recientemente en los que se aprecia la forma y sonido del arpa.
En este vídeo se puede apreciar cómo ha quedado el instrumento y su sonido original.
«En nuestro país se han reparado muchos instrumentos de música, pero no restaurado, porque no se usaban los materiales originales, sino que hacían lo que fuese para que sonara, y con el tiempo se han vuelto a desmejorar», explica aLa Opinión el restaurador.
Por poner un ejemplo, lamenta que al principio el arpa, decorada a base de pan de oro, fuera tratada por otro restaurador que usó un esmalte dorado sobre el ornamento original, eliminando el brillo del instrumento y su apariencia original.
«En nuestro país se han reparado instrumentos, pero no restaurado, porque no se usaban los materiales originales, sino que hacían lo que fuese para que sonara, y con el tiempo se han vuelto a desmejorar»
Él, personalmente, muestra un vivo interés en que sus obras sean lo más fidedignas posibles «para que se pueda conseguir la valiosa información del sonido original y genuino del instrumento».
Por eso el restaurador ha utilizado solamente los materiales con los que el arpa fue creada en su origen. Además del mencionado pan de oro, ha sido necesarios el uso de otros materiales complejos de conseguir como, por ejemplo, 42 tripas de oveja y seda natural entorchada.
Vuelta a casa
Estos días el arpa está viajando a reunirse con su ‘hermano’, el pianoforte de mesa de Hosseschrueders, en el museo vallisoletano construido en la casa del poeta. Esta unión hace que ambos instrumentos se enriquezcan como conjunto, puesto que la finalidad de ambos solía ser sonar al mismo tiempo. Tener un salón de música con varios instrumentos significaba pertenecer a la élite cultural del momento y Zorrilla solía recitar en dicha sala junto con acompañamiento musical. Además, tanto el arpa como el pianoforte son grandes exponentes del romanticismo musical.
El próximo día 25 de marzo, a las siete y media de la tarde, tendrá lugar la conferencia El arpa de Zorrilla vuelve a casa en la Sala Francisco Cossio de la Casa Revilla, en Valladolid, para dar la bienvenida al instrumento y explicar el trabajo llevado a cabo por Víctor Javier Martínez, quien dirigirá el evento.
Asimismo, también se ha organizado en Valladolid dos conciertos, los días 26 y 27 de marzo, en los que el público tendrá la oportunidad de escuchar el sonido original acompañado por el pianoforte Hosseschrueder.
Dichos conciertos tendrán lugar en la sala de música de la Casa de José Zorrilla , y se podrán seguir en streaming, a partir de las siete y media de forma gratuita, a través del Facebook de la Casa-Museo Zorrilla.
