El 60,3% de los murcianos leyó libros por ocio durante el último año, frente al 58,8% y el 59,9% registrados en 2019 y 2020, respectivamente. O al menos eso es lo que se desprende del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2021, elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) con el patrocinio de Cedro y en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte.

Sin embargo, y a pesar de este pequeño crecimiento, la Región se situó el pasado año como la quinta comunidad autónoma con menor número de lectores, solo por detrás de Extremadura (54,7%), Canarias (58,8%), Andalucía (59,3%) y Castilla-La Mancha (59,8%). De hecho, Murcia se encuentra todavía cuatro puntos por debajo de la media nacional, situada en el 64,4%, con un 52,7% en lo referente a personas que leyeron, al menos, semanalmente. En cuanto al número de españoles que leyó al menos un libro durante 2021, tanto por ocio como por trabajo, alcanzó el 67,9% de la población

La parte positiva es que, aunque durante 2021 se ha ido produciendo una recuperación paulatina de las actividades sociales, la lectura se ha mantenido como una actividad de ocio más para casi dos tercios de la población. Sin embargo, un 35,6% no lee nunca o casi nunca. «Es un porcentaje muy alto», apunto ayer en este sentido Daniel Fernández, presidente de la FGEE, que añadió: «Para los que se preguntan por qué queremos que la gente lea, si analizamos el conjunto de las economías más desarrolladas veremos que también muestran que su población es, en un alto porcentaje lectora. Somos la cuarta o quinta potencia editorial, pero no podemos decir que estamos entre los cinco países más lectores», lamentó.

En cuanto al perfil de quienes leen con frecuencia, el tramo con mayor población lectora es la comprendida entre los 14 y los 24 años (74,8% de población lectora en tiempo libre). A partir de los 25 años se produce una caída en los índices de lectura (67,3%) que se mantiene hasta el tramo de edad de más de 65, cuando se observa una nueva caída (50,1% de la población es lectora). Por otro lado, las diferencias en el porcentaje de mujeres y hombres lectores crece conforme se van cumpliendo años, registrándose la mayor diferencia entre los 55 y 64 años. En la población de más edad, las diferencias son inexistentes.

Por niveles de estudio, el 85,9% de la población con formación universitaria lee en su tiempo libre. El porcentaje baja hasta el 61,8% entre quienes tienen estudios secundarios, y hasta el 39,8% si hablamos solo de quienes han cursado únicamente estudios primarios.

Un Pacto Social por el libro

Pero, volviendo a las comunidades, preocupa que solo seis se sitúen por encima de la media: Madrid, 73,5%; País Vasco, 68,2%; Navarra, 68,1%; Cataluña, 66,7%; La Rioja, 66,7%; y Aragón, 64,9%. «La existencia de estos desequilibrios es lo que ha llevado a plantear la necesidad de un Pacto Social por el libro y la lectura que implique a todas las administraciones, a todos los grupos políticos y a todos los colectivos relacionados con la educación y la cultura», señaló Fernández.

En cuanto a las razones para no leer, la falta de tiempo (49,8% de los no lectores) y de interés por la lectura (25,1%) son los principales argumentos que señalan los no lectores para explicar el porqué de su no hábito lector. También hay un 24,9% que señala que prefiere emplear su tiempo libre en otros entretenimientos como pasear (25,5%), los pasatiempos (18,1%), descansar, no hacer nada (15,9%) o ver la televisión (14,7%), entre otras. Por el contrario, aquellos que leen perciben la lectura como una actividad «emocionante y estimulante».

Por suerte, otro dato que ha continuado creciendo con respecto al año pasado es el de compradores de libros. El porcentaje de personas que compraron libros no de texto se incrementó del 51,7% en 2020 al 52,3% en 2021. En el periodo 2011-2021 este porcentaje se ha incrementado en 10,7 puntos porcentuales.