Flores imposibles es el primer adelanto del nuevo disco de Second, que se publicará en este 2022 y tomará el título de esa canción. También se han anunciado las primeras fechas y ciudades de una gira por teatros que arrancará el 1 de abril en La Rambleta de Valencia para pasar más tarde por el Teatro Romea de Murcia (7 de mayo). Este álbum llegará cuatro años después de Anillos y raíces (2018) y en él, apuntan, mostrarán su estado más poético, enérgico y elegante. En cuanto a la temática del que será el noveno trabajo de estudio del cuarteto murciano, las ‘flores imposibles’, cuentan, son aquellas que aparecen donde no se las espera, en un desierto, asomando entre la nieve o brotando de la grieta de una pared. Así, en un entorno hostil, han nacido estas nuevas canciones, explica Sean Frutos, su cantante.

¿Qué tal, Sean? ¿Dónde paras? ¿Madrid, Murcia, Sebastopol?

Estoy en Murcia, porque estamos grabando el videoclip de la canción que acabamos de sacar, pero mañana puede ser que estemos en Sebastopol [Risas].

Tranquilidad con eso, tal como están las cosas por el Mar Negro... Estáis rodando en Cehegín, ¿no?

En Cehegín hemos hecho la sesión de fotos. Nos venían muy bien unas canteras de mármol que hay allí y que tiene unas grietas en las que nacen las flores imposibles. También estuvimos en un palacete de los duques de Ahumada: queríamos meter mucho rojo y mucha pasión a la imagen de este disco y allí tienen lo que llaman el ‘Salón rojo’, que nos venía genial para ilustrar esta idea. Pasamos un fin de semana estupendo en Cehegín.

Hace solo unos meses, En la cuerda fuerte, fruto del confinamiento, sirvió de pretexto para una nueva gira. ¿Cómo ha surgido Flores imposibles?

Este álbum es el trabajo de todo el año pasado. Hemos estado componiendo canciones y, posteriormente, registrándolas; de hecho, ya están todas grabadas y nos queda solamente masterizar. Así que estos temas son hijos de una época que ha sido difícil, no solo para nosotros, sino para todos. En definitva, son producto de un territorio hostil. Esta sería la presentación perfecta, pero hay más. En principio eran diez, pero se han quedado en nueve porque había una que se nos salía un poco de esa esencia poética... Y, hasta que salga el álbum completo, iremos publicando alguna más... Cada mes, una. Aunque, ya veremos, porque todavía no tenemos fecha fija para el lanzamiento del disco...

¿Ha sido complicado decidiros por este single, o venía al pelo por aquella de ser la canción titular?

Pues ha sido complicado porque tenemos siempre distintas opiniones en el grupo. Yo no la veía como primer single, por ejemplo.

¿Cuál veías tú?

Hay una que se llama Estado de alegre tristeza, que va a salir ahora como segundo adelanto, que yo veía bastante más rompedora. Esta [Flores imposibles], dentro de que sí evidencia una evolución, a lo mejor podía haber sido una canción de cualquier otro disco de Second. No sé si estoy tirando piedras sobre mi propio tejado, pero es así. Y aquí somos cuatro personas, con lo que votamos, los hermanos Guirao hicieron bloque [Risas] y tumbaron mi apuesta.

Ya en Tu canción de despedida experimentabais con sintetizadores, y no sé si lo habéis hecho también en esta experiencia de estudio con dos grandes como Manuel Cabezalí y Víctor Cabezuelo.

Sí, ellos nos han aportado muchísimo. En el tema sintetizadores, Víctor está al día. También ha habido mucha sinergia con Jorge [Guirao], que se ha puesto muchísimo las pilas en este sentido, y ahí entre los dos se han puesto a trabajar junto a nuestro teclista en gira, Ricardo Ruiz, que también ha aportado lo suyo, y Matrel. Así que ha habido como cuatro teclistas diferentes en este disco [Risas]. Aún así, creo que es un disco bastante guitarrero.

¿Cómo ha sido el trabajo con Cabezalí y Victor Cabezudo? ¿Ya los conocías?

Sí, claro. Con Cabezalí habíamos coincidido mucho hace muchos años, de gira, cuando estaba con The Cabriolets.

El grupo de Bimba Bosé.

Exactamente. También estaba en Russian Red, con los que también nos juntamos bastante. Y a Víctor también le conocía. De hecho, cuando a Rufus T. Firefly los conocían cuatro personas, fui yo a un concierto suyo y le dije: «¿Cómo es que no estáis en todos los festivales?». Él se acuerda con mucho cariño de aquello. Y, bueno, queríamos cambiar de aires y lo vimos claro. Conocíamos algunas de sus producciones -además de las de Rufus- y dijimos: «Vamos a llamarle, a ver qué tal». Y tanto por su parte como por la de Manuel ha sido un trabajo con muchísima comunicación, respeto y honestidad. Además, han hecho un esfuerzo tremendo para cuadrar agendas y sacar tiempo para que el disco de Second sea lo mejor posible, con lo que estamos superagradecidos.

Esta primera ‘flor imposible’ da comienzo a una nueva etapa para Second?

Yo quiero creer que sí, que cada disco que sacamos es algo diferente y propone algo nuevo. De hecho, ya el planteamiento de la gira que estamos haciendo es diferente a lo que hemos hecho en otros discos. Vamos a hacer una presentación en sitios muy cuidados, muy elegantes, en teatros, y todo está muy estudiado para que el espectáculo sea coherente. Queremos dar un pequeño paso adelante como banda.

Me imagino que dejáis de lado ya los conciertos electroacústicos para centraros en unos Second plenos.

Es hora ya, sí. Eso ha servido para sobrevivir durante los meses más duros de la pandemia, pero, si no empezamos a movernos ya en nuestro formato natural, es que no lo vamos a hacer nunca.

Las entradas se ponen a la venta enseguida. Vais a arrancar el 1 de abril en La Rambleta de Valencia. En Murcia estaréis en el Teatro Romea el 7 de mayo. Buen sitio para actuar. Ya habíais tocado ahí.

Estuvimos en 2006, creo recordar. Hace mucho tiempo que no actuamos allí, y tenemos muchas ganas. Además, es totalmente el concepto que nosotros queríamos: el teatro, el rojo…, hace juego con toda la imagen que tenemos ahora mismo.

El 1 de octubre en Cáceres ofrecisteis vuestro último concierto; fue con la Sinfónica de Extremadura. Ya habíais tenido esa experiencia con la orquesta de Valencia, con la Sinfónica de la Región… De todo esto, ¿qué os ha quedado? ¿Hay intención de sacar un disco con orquesta sinfónica?

Pues fíjate que tenemos imágenes del concierto que hicimos en Cáceres, pero no las hemos sacado porque nos hemos metido en la grabación del disco y ahora estamos con estos lanzamientos. Tenemos también el audio. Lo que sacamos de todo esto…, pues aprendizaje, porque tocamos junto a musicazos y eso te da un plus; es como meterte un extra de presión a ti mismo.

¿Ha tenido algún peso la pandemia en las composiciones nuevas o habéis pretendido eludirlo?

El que haya podido eludir esto es una especie de superhéroe... La pandemia está ahí, está presente en las canciones, en las letras, pero también está presente en el concepto, en la idea de querer salir hacia delante, abrir esa grieta dentro de la pared y salir. Está lo jodido que ha estado todo, lo mal que lo hemos pasado... momentos de bajón, pero también hay espacio para la esperanza. La vida misma.

El título, Flores imposibles, parece que ahonda en la esperanza.

Claro, efectivamente. Por muy difícil que sea la situación, esa flor se las apaña para salír ahí contra todo pronóstico.

Supongo que para vosotros, como para cualquier artista o creador, el hecho de poder reuniros para crear también ha significado algo, ha servido para eludir la pesadilla en alguna medida.

Yo creo que todos los que se dedican a la creación están acostumbrados a los encierros, a retirarse para crear. Y nosotros..., pues sí, normalmente lo llevamos bien, pero cuando ese enclaustramiento es impuesto... Si es voluntario, te vas tres meses o cinco a la montaña, al Tíbet, y tan a gusto. Lo llevas mejor porque sabes que puedes volver cuando quieras, eres libre; pero en esta vez no ha sido así... Yo, en muchas ocasiones durante los últimos meses, me he visto bloqueado, incluso noqueado. Pero bueno, de todo se aprende.

Es una experiencia de la que se puede sacar partido, no hay duda, y vosotros desde luego estáis viendo cómo brotan las flores de una fisura en la pared... Por cierto, ¿cuándo va a estar disponible el videoclip? ¿De qué va? ¿Con quién lo estáis haciendo?

Lo estamos haciendo con la gente de Dr. Terociva, de aquí de Murcia, y el videoclip es un poco sorpresa... Pero bueno, te puedo decir que aparecen una especie de ‘guardianes’ que custodian esas flores. Y vamos a dejarlo ahí [Risas]. Ayer estuvimos grabando para hacer nuestra parte también, que será cantada. Se va a quedar muy poético. No vamos a desvelar más porque esto sale la semana que viene.

Tal como lo cuentas, me recuerda a un episodio de la película sobre La máquina del tiempo, de H. G. Wells.

Muy bien el libro y la película. Yo soy muy fan de la ciencia ficción, así que seguramente ha influido.