Tras finalizar la primera etapa de su carrera con el directo Home (Live at Circo Price), los madrileños Morgan reaparecían el año pasado con The river and the stone, elegante compendio de soul, blues y rock con el que han vuelto a echarse a la carretera. Con motivo de su parada en Murcia -actúan esta noche, en el Auditorio Víctor Villegas-, charlamos con Carolina de Juan, ‘Nina’, que se muestra muy animada con la idea de volver al directo tras un largo parón.

Cuando finalizasteis vuestra anterior gira, ya avisasteis de que os ibais a tomar el 2020 para descansar y componer, pero no contabais con la pandemia.

No, en absoluto... Nosotros queríamos parar un poquito, pero no sabíamos que al final íbamos a contar con tanto tiempo para preparar estas canciones. Pero nos organizamos y lo aprovechamos. Si hay algo positivo que puedo sacar de esta situación es que nos ha permitido pensar todo un poco más, y creo que eso se nota en el disco.

The river and the stone, que salió en octubre, llega, por tanto, con una cocción diferente a los anteriores...

Sí. Si normalmente seguimos nuestro primer instinto, esta vez dijimos: «¿Por qué no vamos a por el segundo o a por tercero? Ya que tenemos tiempo...». Y, aún así, nos dio tiempo a preparar casi 25 canciones. Desde luego, ha sido una experiencia muy distinta en la que nos hemos permitido hablar mucho más, conocernos mejor y admirarnos más los unos a los otros.

Has hablado de 25 canciones. ¿Qué habéis hecho con los descartes?

Ahí se han quedado. No sé si al final aparecerán en otro momento o si simplemente llegaron para formar parte de este proceso y ahí se van a quedar; el futuro dirá. Ahora mismo nos centramos en estas diez y en los conciertos.

Sobre esas canciones, hay quien dice que las letras son oscuras, pero con mensajes esperanzadores. El sonido en cambio es muy luminoso. ¿Desde qué estado de ánimo escribes tú?

Sobre todo desde lo oscuro, sí, pero es verdad que siempre -no sé si consciente o inconscientemente- intento buscar una solución a las cosas. No obstante, la realidad es que cuando estoy lo suficientemente introspectiva como para ponerme a componer. Pero bueno, intentamos encontrar un cierto equilibrio, por lo menos para que no sea todo esto un agujero negro... [Risas].

Ni mucho menos lo es. De hecho, parece que lo habéis pasado muy bien grabando este disco.

Sí. Dadas las circunstancias [por la pandemia], quisimos hacer las cosas lo mejor posible para las canciones. Así que nos fuimos a vivir juntos para componer y luego para grabar en Le Manoir, en Francia, y, claro, hemos pasado muy buenos ratos de risas, de conversaciones..., pero también de silencios. Ha sido una experiencia muy completa, tanto para lo bueno como para lo… menos bueno.

¿Qué características buscabais para The river and the stone? ¿Se mantienen las raíces musicales que han dado carácter a Morgan?

Yo creo que sí, pero buscar… Nosotros, antes de ponernos a trabajar, no nos planteamos nada; simplemente intentar hacer las cosas lo mejor que podamos. Hicimos una lista de todas las ideas que teníamos, y empezamos a trabajar por la primera. No teníamos muy claro cómo iba a ser este disco, pero al final somos nosotros, cada uno tiene su background, cada uno le pone lo que considera a las canciones. Conversamos mucho, y es bastante asambleario y democrático todo el proceso. Además, a medida que va pasando el proceso, las mismas canciones te van guiando... Nos gusta convivir con el proceso, que está vivo continuamente hasta que ya queda grabado.

En este disco hay canciones de seis y siete minutos, muy al estilo de Grateful Dead. Parece que hubierais estado grabando en plan jam band.

Sí que las canciones, sobre todo las bases, están tocadas prácticamente en directo. Luego hay que hacer recordings y tal, pero en general este disco es bastante ‘banda’. Y, efectivamente, esto se presta a que alguno empiece a jugar y que se le alarguen un poco las canciones, porque nos gusta tocar; disfrutamos haciéndolo. Y si la canción ha salido de esa manera y nos gusta así, ¿por qué vamos a recortar?

Hay nueve canciones en inglés y una en castellano: Un recuerdo y su rey. ¿Escribir en castellano es una vía más a explorar en el futuro?

No lo sabemos. Hasta ahora ha sido bastante circunstancial: Volver estuvo en North (2016) por una razón; Sargento, en Air (2018) por otra, y esta nana se ha quedado en este también por otra razón. En este caso, inicialmente era un tema instrumental que fue pasando todas las cribas: se quedaba con nosotros y nos gustaba mucho cambiarle el beat, añadirle y quitarle cosas, explorarla... Y al final, como una semana antes de grabar, yo sabía que si le acabábamos poniendo letra, tenía que ser en castellano; no me preguntes por qué, pero, vamos, yo lo sabía, y... eso, a pocos días de entrar al estudio, llegó la letra, y se quedó definitivamente con nosotros. En cualquier caso, el idioma para nosotros es más por lo musical que por la lengua que estemos utilizando.

Luego hay otros temas que recuerdan a bandas como Pink Floyd (Alone), Lynyrd Skynyrd (A kind of love) y Fleet Foxes (Paranoid fall). ¿Vosotros sois un grupo de vieja escuela?

Pues, la verdad, no lo sé. Nunca hemos sabido definir qué es lo que hacemos... De todas formas, nos gusta también ser conscientes del año en el que vivimos y usar las herramientas que nos proporciona, pero al final es el background de cada uno el que va marcando la pauta. Yo creo que lo nuestro es un punto intermedio. Pero, ni sabemos a qué sonamos ni tenemos prisa por descubrirlo.

¿Y The river and the stone? ¿Podrías describirlo?

Yo lo definiría como el momento en el que estábamos. Y ha sido un camino muy bonito de recorrer dentro de unas circunstancias que ya sabemos todos cuáles son... Lo que sí te puedo decir es que estamos muy orgullosos y muy contentos con todo lo que ha significado y todo lo que nos hadado este viaje.

¿Cuándo? Hoy, 21.30 horas

¿Dónde? Auditorio Víctor Villegas, Murcia

¿Precio? 20/25/30 euros


¿Empieza Morgan una nueva etapa con este disco, o es un paso más?

Yo creo que las dos cosas. Dentro de esta carrera que empezamos en 2012 es un paso más, pero también es el comienzo de un nuevo ciclo.

La gira de Air os llevó a cerrar un montón de fechas, más de doscientas por todo el país. ¿Qué plan de ruta tenéis para The river and the stone?

Pues, por lo pronto, estamos muy contentos con esta gira de presentación que estamos haciendo en teatros y auditorios: el feedback está siendo muy bueno. Tenemos ganas de que vuelva un poquito la normalidad, la verdad, pero intentamos adaptarnos a las circunstancias y disfrutar del camino. Hasta marzo seguiremos así, y entonces haremos un pequeño parón para compañar a Fito & Fitipaldis como artistas invitados en la suya. Estaremos unos mesecillos con él y volveremos a lo nuestro.

Habéis embarcado para esta gira a Alejandro Climent (‘Boli’) al bajo, que viene a sustituir a Ovejero, y a Gabi Planas. ¿Cómo es ahora el sonido de Morgan?

La verdad que es una suerte tenerlos en el escenario. Ya giraron con nosotros en el último tour, pero no les teníamos sobre el escenario; ahora sí, y para nosotros tocar con ellos es un regalo. Boli al bajo es una apisonadora, y Gabi toca muchas cosas que antes, al no tener ese ‘sexto elemento’, no escuchábamos en los directos. Con lo cual, el resultado es que el abanico se ha abierto un poquito y el espectáculo es mucho más completo sónicamente, y mucho más divertido.

Con tres discos, ¿se os empieza a hacer complicado confeccionar el repertorio?

Es complicado, sí... Ya no solo por dejar fuera ciertas canciones, sino porque buscamos configurar un set-list coherente y que a la vez sea dinámico, entretenido, divertido, intenso... Así que le damos bastantes vueltas, pero siempre acabamos dando con una lista que nos gusta. En cualquier caso, esto es una cosa viva; no creo que se quede toda la gira como actualmente, pero lo cierto es que hemos dado con una selección que nos permite hacer un repaso por todo lo viejo, desarrollar puntos del concierto que sabemos que queremos que ocurran y, claro, presentar las canciones nuevas, que también teníamos muchas ganas de ver cómo convivían con las de North y Air.

Participaste en Sol y sal, la canción de Nunatak por el Mar Menor en la que también cantaron Miguel Ríos, Sean Frutos, Carlos Tarque, Rozalén…

Yo con Nunatak ya había colaborado antes, y es una banda que admiro muchísimo; además de que les tengo muchísimo cariño... Me llamaron para participar y por supuesto que me presté: fue un placer poder aportar mi voz, cariño y ánimo a esta iniciativa. De hecho, tengo familia por allí también, así que, oye, siempre un gusto poder colaborar. Ojalá la situación mejore o, al menos, que esta canción sirve para poner el foco sobre este asunto.