Loles León (Barcelona, 1950) lleva más de cinco décadas en el mundo del espectáculo. De las obras de teatro y cabaret de su primera época pasó al cine en los años 80 y 90, con papeles en obras de Almodóvar y Aranda y protagonismo en películas como 'El amante bilingüe', 'Libertarias' o 'La niña de tus ojos'. Dentro del mundo de la televisión, muchos la recuerdan por sus personajes de Paloma en 'Aquí no hay quien viva' y Menchu en 'La que se avecina'. A las 20.30 horas del viernes y a las 19.00 horas del sábado estará en el teatro Colón con su obra de cabaret 'Loles León: una noche con ella', guionizada y dirigida por Juan Luis Iborra. El guion se basa en la propia vida de la artista.

¿Fue Iborra el que tuvo la idea?

Sí. Él ya me había escrito otras dos historias para teatro, pero no habían encajado. En cuanto a esta, me llamó por teléfono en el confinamiento y me dijo: “Hay cinco páginas escritas y te las voy a leer. Si te gustan, sigo. Si no, lo dejamos”. Me gustó mucho, me hizo gracia y me emocionó. Él me conoce mucho. Es un poco cabaret en el que explico mi vida con gags y música. Antes se llamaba a esto cabaret literario. De los de toda la vida: yo ya hice bastante en los años 70, 80 y 90. Vuelvo a tocar este formato.

¿Qué ventajas hay con respecto a una obra de teatro normal?

Da una conexión con el público más directa. Lo haces partícipe, hablas, respondes, y es como si el público estuviese incorporado al escenario. Yo tengo muchísima relación con él y hablo como si estuviéramos en casa. Si ellos se ríen, yo me río también y les digo: “Ay, qué a gusto estoy con todos vosotros”. Es un poco... A mi manera.

Usted empieza en el mundo del espectáculo muy joven. ¿Cómo recuerda sus inicios?

Desde 1970 estoy ahí, haciendo primero teatro independiente y luego muchas otras cosas. Pero en el espectáculo lo que contamos es 50% verdad y 50% ficción. Hay algunas partes de mi vida, algunas muy graciosas, otras emotivas, pero también historias inventadas.

¿Está su anécdota de cuando se cayó en las escaleras de la casa de Jeremy Irons?

Sí, pero ya lo cuento allí, y como lo he contado millones de veces, ¡el que quiera saber más que venga al Colón! Ahí se entera de todo (ríe).

Le acompañan en el escenario dos bailarines y un músico.

Está conmigo Briel González, que es gallego y de A Coruña, un actor bailarín y músico maravilloso, al igual que Fran del Pino. Y al piano, Yeyo Bayeyo, un músico estupendo.

Ha hecho cine, teatro, series, cabaret, televisión, como 'MasterChef' o 'Tu cara me suena'... ¿Cuál es su formato preferido?

A mí me gusta todo, y mi profesión lo abarca. Cuando hago un trabajo disfruto mucho, me entrego a tope y lo doy todo. Me gusta mucho todo lo que sea espectáculo para el público. Para mí es lo que da sentido a mi vida. Mi profesión es donde me siento cómoda y donde más a gusto estoy. Pero no tengo ninguna preferencia: es todo, todo.

¿Tampoco en cuanto a géneros, en cuando a drama o comedia?

No hay diferencia. Lo que más hago es hacer reír, es comedia, y en ella estoy muy cómoda, pero también me gusta muchísimo el drama. Lo que ocurre es que hay menos propuestas, y más en este momento en el que lo único que necesita la gente es olvidar penas y venir a pasar un rato divertido y entretenido. Y ya está, nada más (ríe) porque como tenemos un momento mundial muy delicado, con esta pandemia, tenemos que hacer las cosas sencillitas, rápidas y con muchas risas. Que es de lo que se trata.

Es una cara muy reconocible en España. ¿Le ha pasado que la gente la confunda con el personaje que es más famoso en ese momento?

Sí, sí. Me sigue llamando Paloma Cuesta, Paloma Urban Fashion, Menchu, La Tanqueta, Señora Presidenta.... Me llaman muchas cosas. Pero a mí me gusta, eh, que me llamen todo esto. Me piden vídeos para los niños: “Ah, hola, soy la Menchu” y los hago. Me siento muy bien. Ten en cuenta que tengo fans desde los ocho o los nueve años hasta los 90 (ríe) pasando por todas las edades. Y estoy entregada a toda la gente a la que les gusta verme.

En su carrera también habría momentos más duros. Por ejemplo, cuando se marchó de 'Aquí no hay quien viva', según afirmó, por cuestiones de estrés... ¿Se va a ver en la obra los momentos malos, o cuando tuvo que reinventarse?

No, mira: todo eso está olvidado, el pasado ya no existe. El pasado solo existe encima del escenario para contarte alguna cosa. Pero yo (resopla) yo soy muy rápida en todo. Aquello pasó y ya está. Estoy otra vez trabajando con los hermanos Caballero [Alberto y Laura, sobrinos de José Luis Moreno y creadores, directores y productores de 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina'], estupendamente, divinamente, y ya está. ¿Los estreses? Los ha tenido todo el mundo. Momentos en los que se ha sentido oprimido en el trabajo también los has tenido tú y todo Dios, todo bicho viviente, aunque no trabaje. Con la edad y con el tiempo aprendes a tener más paciencia. Pero eso ya no interesa.

Participó el año pasado en la película 'El Refugio'. ¿Cuáles son los planes para este año?

Estamos rodando 'Padre no hay más que uno 3', con Santiago Segura. También estoy en 'Espejo, espejo', aunque solo en una secuencia con Malena Alterio. Al tiempo hago 'Tu cara me suena' y lo del teatro, así que estoy un poquito liada (ríe).

Y mirando para el futuro, hay algo que le quede por hacer, alguien con quien le apetezca trabajar...

No, no tengo nada, ninguna historia que desear; yo estoy bien, tal y como estoy, con tres trabajos. ¿Te parece poco? ¿Eh? ¡Que estoy medio loca, ya tengo bastante! ¡Con esto tiro p’alante! No vayamos a pedir más cosas y diga el Universo: “Dale algo a esta pero para que se calle ya un rato”. No, no (ríe), yo estoy bien así. Lo único que deseo es tener mucha salud, mucha fuerza y mucha energía.

Hizo un videoclip con Hijos de la ruina. ¿Cómo fue la experiencia?

Muy buena. A mí no se me hubiese ocurrido, pero me lo propusieron ellos. Yo siempre hago colaboraciones con grupos jóvenes y que están en la cresta de la ola, siempre, siempre. Desde los años 70 he tenido relación con la música y los grupos más punteros. Y me dijeron “estos son fans tuyos”, y yo “pues mira qué bien, pues vamos ahí, si son fans hay que darles gusto”. Fuimos Resines y yo, como pareja mayor (ríe). Me lo pasé muy bien.