Show must go on –en castellano, ‘Que siga la función’– es el título de una exposición colectiva de importantes artistas españoles, la mayoría de ellos de la Región, que durante este mes de diciembre se puede visitar en la galería sueca Riddaren, en pleno centro de Estocolmo. La muestra, cuyo título es toda una declaración de intenciones –a tenor de la crisis sanitaria que todavía nos encima–, llega además en n momento crítico para el arte murciano, cada vez más consciente de que los apoyos de la administración resultan insuficientes para paliar los efectos de la pandemia en un sector que, desde la crisis de 2008, arrastra una situación muy complicada. Por eso han sido los propios artistas los que han decidido ponerse manos a la obra y cruzar fronteras en busca de nuevos mercados, de un público entre el que la compra de arte no se encuentre en peligro de extinción.

La iniciativa ha sido posible gracias a un equipo de tres mujeres, a saber: Claudia Isaza, Ali Casas y María Cruz Sánchez Vera, presidenta de la Casa de Murcia en Suecia, que han actuado como comisarias y marchantes de un colectivo al que ya han bautizado con el nombre de ‘Artishow’ y que cuenta con algunos de los nombres más conocidos y significativos del nuevo arte regional. Pero lo más singular es que la iniciativa nace de los propios artistas, en la línea de experiencias como la de ArtNostrum, cuyos miembros ya saben lo que es salir al extranjero a la caza de ventas, y no sólo como embajadores artísticos. De hecho, han sido los propios creadores –entre los que se encuentran firmas como las de los Muher, Sáenz de Elorrieta, Silvia Viñao, Salvador Torres, Álvaro Peña, Javier Lorente, Antonio Soler, Gaby Guillén, Manuel Vacas, Santi García Cánovas o Pérez Casanova, autor ya muy conocido en aquél país y que ya trabaja con dos galerías suecas– los que, «sin pedir ningún tipo de subvención ni apoyo institucional, pagando cada uno de su bolsillo los gastos del transporte de las obras y los generados por la sala y la exposición», apunta, han sufragado este desembargo murciano en tierras escandinavas.

El grupo, bautizado como ‘Artishow’, prepara una nueva exposición para 2022 en una galería más grande

La apuesta, según confiesan nuestros compatriotas, ha merecido la pena porque la acogida ha sido «muy buena». La asistencia de público está siendo notable y «la gestión y la profesionalidad de las comisarias, excelente», pero, sobre todo, los artistas implicados en este proyecto se muestran casi exultantes por el alto nivel de ventas que han alcanzado. Tal es así que ya se está organizando otra exposición de características similares para principios de año; eso sí, esta vez en una galería más amplia.

Suecia se ha convertido así en todo un «horizonte de esperanza» para una nueva generación de artistas plásticos de nuestra Región que ha decidido que la unión hace la fuerza y que no se pueden quedar de brazos cruzados y a verlas venir. Son casi cuarenta en Artishow y, además de los ya citados, en esta asociación hay otros murcianos como Antonio Pellicer, Carlos Montero, Carlos Menéndez, Domingo M. Garrido, Gelu Pérez, Javier Carpe, María José Caride, Joaquín Lurod, Antonio Romero, Carmen H. Torrano o F. Belmon.

Sin duda algo está cambiando. Los artistas plásticos, pese a las dificultades, se ha puesto en marcha y han decidido tomar las riedas de su destino en un viaje que les ha llevad hasta Estocolmo; ciudad, por cierto, en la que hace unos días ofreció una conferencia –de la mano del Instituto Cervantes– la escritora Marisa López Soria. Con lo que podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que Murcia ya suena (y con mucha fuerza) en Suecia.