Manolo Kabezabolo ha sido una de las caras más visibles del punk español en las últimas décadas y parece que se niega a desaparecer del panorama. Su primer álbum, ¡Ya hera ora! (1995), cumple 25 años, y para celebrarlo se reedita ahora en vinilo, de la mano de Rock de Kasba, sello que se ha encargado también de lanzar su último disco con Los Ke No Dan Pie Kon Bolo, Tanto tonto monta tanto (2020), en el que da un giro a sus letras: se vuelve más político y parece dejar de lado la apología de las drogas. De hecho, este trabajo sorprendió tanto a sus seguidores como a la prensa especializada, especialmente por las colaboraciones con Violadores del Verso (Sho-Hai y R de Rumba).

Por otro lado, y con el respeto que merece una trayectoria de ya casi 40 años, en 2022 se publica un libro autobiográfico con el que Manolo Kabezabolo pretende romper muchas leyendas urbanas (así como afianzar otras), mientras que paralelamente está trabajando junto a la productora Factoría Du Cardelin en un documental tan cercano como sincero. Aprovechamos para que nos ponga al día, ya que este finde viene a Murcia acompañado de su amigo Josetxu, vocalista de Piperrak, una de las bandas fundamentales en la historia del punk estatal, creadora de himnos emblemáticos como Kualkier día, Ke le voy a hacer o Mi primer amor, y que presenta Gritando otra vez, un disco censurado que fue retirado del mercado por su canción O.V.N.I. y que el artista riojano ha reeditado para regalarlo con la entrada a sus conciertos. Completan el cartel los locales Chorretón Delefapatuvieja. La noche terminará con pinchada de DJ Viña Marearock.

Entre Tanto tonto monta tanto y ¡Ya hera ora!, ahora reeditado, han pasado 25 años. Muchos no daban un duro por Manolo Kabezabolo cuando pegó el pelotazo con su primer disco. ¿Cómo lo ves después de un cuarto de siglo?

Con mucha satisfacción. La verdad es que no esperaba llegar a estas edades, y mucho menos hacerlo tan entero [Risas], pero mira, aquí estoy con energía y ganas de seguir.

La mayoría de las letras de tu primer disco están tan de actualidad o más que entonces. ¿Cómo lo juzgas?

A la vista está que, si la situación ha cambiado algo, ha sido para peor. Los gobiernos han ido endureciendo las leyes, además de saquear las arcas del estado, y, sobre todo desde la pandemia, los derechos del ciudadano se están recortando. Yo qué sé... Las condiciones laborales son más precarias cada día mientras que el coste de la vida se dispara, la formación cultural de la juventud es patética y, 46 años después de la muerte del dictador, todavía se pasan por el forro la Memoria Histórica... ¿Cómo se juzga eso?

En aquellos años, y hasta que empezaste a actuar con una banda completa, ibas con una guitarra de madera.

[Risas] Al principio tocaba con la guitarra española de mi hermana, pero se me cayó en una actuación y se partió el clavijero. Estuve años que ni tenía guitarra; tenía que pedirla. En algunos conciertos me presentaba sin guitarra ni nada, y tenía que pedirla a alguien de la sala o del público.

Siempre has entendido el punk como algo que va más allá de tener una guitarra entre las manos. ¿Es una forma de vida? ¿Cómo va envejeciendo ese espíritu transgresor?

Cada cual tiene su forma de entender el punk. Creo que es una actitud ante la vida, el famoso ‘háztelo tú mismo’: música sencilla (que no fácil) y un compromiso de lucha. Y envejece el cuerpo, pero el espíritu evoluciona. Yo a mis 55 años me encuentro mucho mejor que con 30.

¿Qué grupos, qué música o qué demonios ocurrió para dedicarte a esto?

Desde crío le ponía letras a las canciones que me gustaban. Siempre me llamó eso de cantar, desde que escuchaba a Elvis Presley o a Deep Purple; también a los Sex Pistols, claro. Y en la música estatal, sobre todo a Siniestro Total y La Polla Records.

¿Crees que en los noventa había más libertad a la hora de componer y cantar?

¿Tú recuerdas que encarcelaran a alguien entonces por cantar algo? Yo no.

Con el tiempo parece que has dejado la «canción estupefaciente» en favor de letras más sociales. ¿Lo manda la situación?

Sí. En este disco la idea fue esa: no tratar el tema de las drogas. Principalmente porque creo que el panorama político-social me llevó a eso. Ahora, esto no quiere decir que no vaya a hacer más temas hablando de las drogas...

Acaba de dejarnos Escohotado. Hay gente que sostiene que las drogas son prosistema, más que antisistema. ¿Tú qué opinas?

Que depende de cómo las uses. De todas formas, el tema de las drogas está tan manipulado que sí, es parte del sistema.

¿Qué te parece la forma en que se trata hoy en día la salud mental? ¿Te molesta que se hable de tu paso por un psiquiátrico?

Me parece increíble que haya gente que crea que sigo en el psiquiátrico... La salud mental es una asignatura pendiente, como tantas otras.

¿Qué huella está dejando la covid en nuestra mente?

Lo que está dejando huella no es el covid en sí mismo, sino la gestión que se hace desde los gobiernos y la industria farmacéutica.

Han dicho que eres poeta. ¿Qué te parece?

Bueno, mis canciones son poemas, tienen métrica, rimas... Sí, se puede decir que soy poeta.

Tienes una canción, Historia histérica, con tus amigos de Zaragoza Sho Hai y R de Rumba [Violadores del Verso], que es algo así como una historia de la Transición. ¿Cuál es el juicio al que la has sometido? ¿Cómo se fraguó esta colaboración?

Cuando empezaron con Violadores del Verso ya surgió la idea de hacer algún tema conjunto, pero no se había dado la ocasión. Tenía la letra de Historia histérica, que es bastante extensa, y pensé que era una buena opción, así que sacamos un acompañamiento y grabamos una base; se la hicimos llegar y les gustó. Sho-Hai se curró su parte de letra y R de Rumba sus scratches y la producción, y la verdad es que quedó un temazo.

Al igual que La Polla Records, que se reunieron hace poco, tú también has llegado a varias generaciones. ¿Te sorprende que te siga descubriendo gente joven? ¿Te has preguntado por qué has conectado en estos tiempos de trap y reguetón?

Que la gente joven siga mi música no es que me extrañe (yo también seguía a grupos de décadas anteriores). En cuanto al porqué de que siga conectando en estos tiempos..., pues por lo que has dicho antes: porque las canciones de mis comienzos siguen de actualidad.

Estás actualmente de gira, celebrando esos 25 años de ¡Ya hera ora!, en un ambiente bien diferente al de entonces. ¿Cómo lleva un cantante punk lo de tocar en pandemia, con todas las restricciones y las limitaciones?

Lo de los conciertos con la peña sentada, con la mascarilla y las distancias, si para el público es una putada, desde el escenario tampoco mola nada: es una sensación muy rara y para nada agradable...

En vuestro videoclip de Es el sistema no paráis de correr. ¿De qué huís?

La idea del videoclip es de Artur [realizador]. Representa que huimos de algo que realmente no vemos, que es el sistema que te empuja al precipicio.

En el 2022 verá la luz tu libro autobiográfico, y paralelamente estás trabajando en un documental. ¿Vas a contar algo que no se sepa? ¿Necesitabas poner un poco de orden en tu memoria?

El libro y el documental contarán bastantes cosas que no se saben... Quiero que sean muy personales (aparte de músicales).

¿Cómo será el concierto? ¿También se escucharán tus clásicos?

En el concierto habrá temas de todos los discos, sí. Tocaremos más de treinta temas.