Cualquiera que haya echado dos ratos escuchando discos sabe que, a veces, a la cabeza le da por elucubrar. Una de las pajas mentales habituales, llegados a ese punto, consiste en imaginar alineaciones perfectas. Signifique lo que signifique ‘perfectas’. En esta tierra extraña, una de esas combinaciones pasaba a la fuerza por la unión entre Alfonso Alfonso y Raúl Frutos, dos monjes heterodoxos que han construido corpus creativos intimidantes, a veces abrumadores y siempre inspiradores para cualquiera que intuya que con una rueda se pueden hacer más cosas que rodar. Pues, bien, esa unión se ha hecho realidad. El invento se llama Nepal Napalm y tiene una tercera pata: ese secreto a voces llamado Pepelu López.

Raúl y Alfonso, parecía cuestión de tiempo que se metieran juntos a un local. ¿Ha sido la primera vez?

Alfonso Alfonso: Sí, y el mérito es todo de Raúl (y también de Pepelu) que fue quien dio el primer paso. A mí siempre me ha interesado su movida, y no solo musicalmente, sino también en otras disciplinas como la pintura. Pero lo que más me apetecía a nivel de colaboración era trabajar con él como batería y percusionista, así que cuando llegó la propuesta fue recibida con el regocijo que merecía.

¿Cómo surge la banda?

Raúl Frutos: En una noche de confinamiento, tras beber dos botellas de vino y una de mezcal; madrugada, por cierto, en la que –sin comerlo ni beberlo– nos vimos metidos en una pelea callejera absurda a la luz de la luna de Vistabella. Así que la banda nació de una reyerta felizmente abortada.

¿Tuvieron claro antes de pisar el local que el metal era el punto de partida?

A. A.: Sí, es algo que se acordó antes incluso del primer ensayo; aunque, por supuesto, entendiendo el metal desde un punto de vista altamente heterodoxo. Yo, además, no vengo de esa cultura –nunca me ha interesado el metal clásico del tipo Iron Maiden o Judas Priest–, así que el reto hace de este un proyecto aún más atractivo para mí. Y además aprendo algo, que siempre está bien.

¿Pero son esas las sonoridades que más les acercan?

R. F.: O las que más nos alejan. Puede ser precisamente la antagonía –en diversos campos– un factor clave para mantenernos aglutinados, despiertos, creativos e ilusionados.

Dicen que les gusta considerarse metalheads, pero que «la mierda va más allá». ¿Daban por hecho que pasaría, que la experimentación se acabaría imponiendo?

Pepelu López: Era el propio punto de partida. Como dice Alfonso, queríamos buscar un enfoque heterodoxo a la hora de abordar la banda, y además la cabra siempre tira al monte y ninguno de los tres nos hemos prodigado nunca por el género puro en nada de lo que hemos hecho por separado.

Algo que comparten es la noción de que lo ‘nuevo’, lo ‘novedoso’, es un atributo que en sí mismo no implica algo positivo. Experimentar no es grabar el sonido que se produce cuando se te cae la guitarra al suelo...

A. A.: Dice Julian Cope que la música que más le interesa es un 60% tradición y un 40% innovación. Yo quizá invertiría los porcentajes, pero no considero la originalidad un valor en sí mismo si no va acompañada de otros atributos. No se trata de hacer lo que nadie ha hecho antes porque esto no es el circo. Paralelamente tampoco tiene sentido recrear fielmente un estilo que otros han hecho hasta la saciedad (y probablemente mucho mejor). Pero lo cierto es que es un pensamiento [entender lo ‘nuevo’ como algo siempre positivo] muy conservador que se da con demasiada frecuencia. Así que lo nuestro es una tercera vía: partir de la cultura metalera para llegar a otros lugares sin abandonar completamente el camino. Aunque, más que ‘experimental’ –que es un término muy resbaladizo–, me gusta la palabra ‘heterodoxo’ o incluso ‘herético’. Simplificando, se podría decir que Nepal Napalm somos herejes del metal.

Pepelu, usted toca en Crudo Pimento y en LMO con Raúl. ¿Qué diferencias encuentra con respecto a Nepal Napalm?

P. L.: Son bandas muy diferentes. LMO es una banda de improvisación pura: el proceso muchas veces iba más encaminado hacia qué tipo de estructura instrumental íbamos a utilizar en el siguiente concierto, incluyendo adaptarnos al espacio en que se desarrollaba. En Crudo Pimento yo soy mayormente un músico de directo: aunque haya aportado algo en una grabación, mi presencia va más a aumentar la paleta sonora de las canciones en vivo. En Nepal Napalm la forma de crear es distinta y todos aportamos por igual, tanto en la composición como en la ejecución, y hay mucho más cerebro a la hora de transformar una idea en una canción terminada.

Alfonso decía el otro día en un post de Facebook que, creativamente, y a propósito de que el mismo día que estrenaron Dosis de torso viera la luz un recopilatorio de Tropical Goth con una canción de Artificiero, a veces hay sequía y a veces diluvio. ¿Fue el encierro fructífero para ustedes? A Raúl le trastocó una segunda grabación en Nueva York...

P. L.: El encierro, amén de otras circunstancias, nos trastocó bastante el proceso, sí. Hubo unos meses en los que tuvimos que trabajar a distancia. Hay canciones como Por culpa de la energía negativa que surgieron a base de enviarnos pistas y trabajar cada uno en casa. Fue difícil pero nos supimos adaptar.

R. F.: El Tío Sam puede esperar, incluso reventar. Esta espera ha servido para madurar muchas cosas que debían ser maduradas.

En Por culpa de la energía negativa homenajean a Diego el profeta. A varios años de su muerte, ¿qué queda de alguien a quien muchos consideraron un friki y otros un tipo realmente iluminado?

A. A.: Queda su obra: una hermosa colina pintada de azul en Cabezo de Torres. Un legado mayor que el que vamos a dejar otros.

Han grabado Dosis de torso en el local de ensayo. Alfonso ya había grabado varias referencias sin acudir a un estudio tradicional. Cuando se hace uno un hueco en la Nación Subterránea, ¿es innecesario salir de ella?

R. F.: Con lo que tengas haz lo que puedas y quieras. Equipo tenemos de sobra entre los tres, técnica de sonido desarrollada a lo largo de los años y del ensayo-error también. ¿Qué puede salir mal? Seguramente casi todo, pero seguimos ensayando y errando de forma autónoma.

¿Cuáles son los planes de Nepal Napalm? Se comenta que tienen un arsenal guardado.

P. L.: Tenemos unos cuantos temas. Estamos cerrándolos en el local y ya hay unos cuantos. La intención es seguir grabando y preparando el directo. El nivel de autoexigencia es alto.