Una nueva compañía ha llegado a la ciudad. Bueno, se ha formado, mejor dicho. Sus responsables son Raquel Catasús, que dirige los grupos de teatro infantil y juvenil de Pozo Estrecho y es docente de la Escuela Municipal de Teatro de Cartagena; Javi Soto, pedagogo y fundador de ImproMurcia, y su socio Joselu Cremades, actor con una amplia trayectoria tanto en el drama como en la comedia. Juntos son Apócope Teatro, una «propuesta artística y pedagógica que nace con el deseo de acercar los clásicos al joven público revisándolos desde el humor». Su primera producción es –como no podía ser de otra manera, dadas las fechas– Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, que mañana presentan en el Aula de Cultura de la Fundación Mediterráneo de Murcia a las 20.00 horas. Hablamos con ellos para conocer un poco mejor el proyecto.

 

En primer lugar, ¿qué es Apócope Teatro? ¿Quiénes forman la compañía y cuáles son sus objetivos?

Raquel Catasús: Somos tres cabecitas inquietas que ante todo querían juntarse para hacer teatro.

Javi Soto: Apócope somos una compañía de reciente creación con sabor murciano que busca acercar los clásicos en un lenguaje cercano, actual y divertido. Somos Joselu Cremades, Raquel Catasús y Javi Soto. 

Joselu Cremades: Y, muy importante: somos tres amigos ‘mu’ tontos...

¿Creen que las nuevas generaciones están cada vez más alejadas de los clásicos?

J. S.: Creo que las nuevas generaciones, sobre todo en su periodo de juventud, llegan a estar muy cerca de los clásicos en tanto que tienen que estudiarlos. El problema es que vean cosas que no les gusten y que eso les haga alejarse del teatro para siempre... 

R. C.: Es que cómo se presentan los clásicos es importante... La metodología. Porque las historias, de una manera u otra, les hablan a ellos, nos hablan a todos. Y no es una cuestión sólo docente: nosotros como creadores también tenemos una responsabilidad en ello.

¿Por qué apuestan por el humor para reengancharles?

J. S.: Porque creemos firmemente en que es el vehículo perfecto para llegar a las personas. Es universal y amable. La risa nos aleja del miedo, los prejuicios y de aquello que nos separa.  

J. C.: Y porque es nuestro terreno, donde más a gusto nos sentimos. Yo particularmente no podría pasar un día sin decir alguna tontería...

Este jueves estrenan en la Fundación Mediterráneo una muy particular versión del Tenorio que, entiendo, es su primera gran puesta de largo como Apócope Teatro. No obstante, el pasado miércoles ya pudieron testar esta adaptación durante un pase cerrado para institutos de Murcia. ¿Qué tal la experiencia? ¿Cómo recibieron los chavales la obra?

J. S.: Pues tuvimos un estreno de cuento de hadas, la verdad. Fue un público amable, considerado y sensible. Tanto los chavales como el profesorado fueron muy generosos en su feedback después de vernos y salieron encantados. Lo bueno del público adolescente es que es exigente y no está ‘pa’ tonterías. Así que aprendimos mucho. 

 R. C.: Y en el coloquio posterior se notó: tenían curiosidad por aspectos del montaje, por cómo trabajamos... Pero también se habló de los cambios en el texto y en la historia, de la necesidad de mostrar el amor de otra manera, etc.

¿Cuáles son las claves de Don Juan Tenorio, un clásico en clave de humor?

J. S.: Tres artistas, diecinueve personajes, sencillez, ritmo, humor y amor.

J. C.: Y mucha ropa blanca.

Raquel Catasús, Javi Soto y Joselu Cremades. L. O.

¿Cómo se trabaja un texto como este pensando en un público joven? Quiero decir: en este tipo de proyectos se corre el riesgo de ‘infantilizar’ una pieza en ese intento de acercarla a un público que, en realidad, está más cerca de la madurez que del jardín de infancia. ¿Cómo hay que interpelarles (teatralmente hablando)?

J. S.: Sí, eso es algo que teníamos claro: al ser una versión reducida, debíamos explicar muy bien la historia del Don Juan para acercarla a los jóvenes pero sin caer en, efectivamente, «infantilizar». Así que, por un lado, hemos respetado el verso de Zorrilla en muchas escenas, pero, por otro, hemos llenado de prosa nuestra propuesta, y lo hemos hecho con un lenguaje actual, cercano y que cuadrase con la experiencia del público. Y a nivel temático, uno de los temas que más nos reconfortan es la diversidad en el amor: en nuestro Tenorio hay personajes que, frente a lo normativo y lo tradicional del texto, aman diferente. El hecho de que un chaval pueda ver en el teatro una referencia a su orientación sexual y le sirva para respirar, normalizar y sentirse un poquito más libre es algo que mí particularmente me haría muy feliz. 

R. C.: Nosotros partimos del propósito de que, al acabar de ver la obra, entre el público hubiera debate, que quién lo viera se cuestionara si el hecho de amar puede hacer cambiar a una persona y qué ocurre si ese cambio sólo se da solo por medio de palabra y no actos, ¿sería entonces verdadero cambio? Ellos están ahora mismo enfrentándose a una especie de ‘despertar’ en todos los sentidos, y no podemos obviar ciertos temas por no querer incentivar tal o cual conducta; no, hay que hablarles de frente y escucharles, claro.

En lo referente al teatro infantil y juvenil, entiendo que Raquel es la que sienta las bases. Javi y Joselu, en cambio, vienen de (entre otros mundos) la improvisación. ¿Qué le aporta a un actor ‘al uso’ –entiendo que este Tenorio en ese sentido sí que es clásico: con un guion a seguir– este tipo de formación?

J. S.: A la hora de producir este espectáculo se han mezclado muchos talentos... Desde luego, la improvisación es un motor de trabajo maravilloso a la hora de crear escenas y aportar soluciones. Tenemos la suerte de tener experiencias en otras compañías con todo tipo de público. Nos hemos complementado muy bien y ha sido divertido cuando teníamos que ponernos de acuerdo.

J. C.: La improvisación siempre está ahí, es nuestro modus operandi hasta el mismo día del estreno, pero no es algo problemático, ayuda a estar atentos y a jugar, a no dejar morir la obra. 

Por último: este proyecto artístico-pedagógico tiene voluntad de seguir revisando clásicos desde la comicidad y para un público juvenil. Imagino que su intención a corto plazo es seguir presentando este Tenorio, pero ¿cuáles son sus planes de futuro? ¿Tienen alguna obra en mente que versionar?

J. S.: Nuestra compañía acaba de nacer y de momento acabamos de estrenar nuestro Tenorio. Queremos que lo vea mucha gente y que se disfrute. Nuestro horizonte es representarlo durante todo el año por los teatros y seguir creciendo. No hemos decidido nada de cara a futuras producciones; aún es pronto... 

R. C.: ¡Pero claro que tenemos perspectivas de futuro! Hemos probado esta fórmula y vemos que funciona, y como equipo también hemos creado un método y, aunque cada uno tiene otros proyectos artísticos y educativos, en Apócope se ha creado un hogar en el que queremos habitar. 

'Don Juan Tenorio, un clásico en clave de humor'

Fecha: Mañana, 20.00 horas.

Lugar: Aula de Cultura de la Fundación Mediterráneo, Murcia.

Precio: 10 euros.