Durante el pasado 2020 se celebró en toda España el primer centenario de la muerte de uno de los más grandes novelistas y cronistas en lengua castellana: Benito Pérez Galdós. Los actos se concentraron principalmente en su Canarias natal y en Madrid, ciudad de la que fue su «gran evangelista» –en palabras de Unamuno–, y aunque dada la magnitud del protagonista los actos salpicaron a ciudades de toda la geografía nacional, la pandemia cortó de raíz las sinergias entre unos actos y otros, mermando quizá la voluntad de celebración conjunta en torno a la figura del escritor. En la Región, por ejemplo, los actos conmemorativos de tan redonda efeméride fueron contados –casi que la mayor aportación la hicieron Twin Freaks Studio con la posproducción del documental El siglo de Galdós, de Miguel Ángel Calvo Buttini–, pero el Archivo General le pondrá remedio a partir de hoy.

El escritor y su inseparable Victoriano Moreno en el patio de la casa de Hilarión Eslava, 1918 (Colección Basilio Martín Patino). Alfonso

Y es que se inaugura en el espacio de la Avenida de los Pinos la exposición Galdós en el laberinto de España, una muestra que reúne un centenar de fotografías de distintos autores que, o bien retrataron al autor de Fortunata y Jacinta –hablamos de casi la mitad de la colección–, o bien inmortalizaron escenarios o personajes clave para entender la vida del escritor. Como explica Publio López Mondéjar, el comisario del proyecto –que pudo disfrutarse en Madrid entre septiembre de 2020 y el pasado mes de enero–, Galdós (1843-1920) frecuentó la compañía de fotógrafos de la época como Laurent, Clifford, Martínez Sánchez, Antonio García, Franzen, Káulak, Alfonso, Marín, Salazar y Campúa, y muchas de las capturas que le tuvieron como protagonista, ya fuera solo o acompañado, han permanecido inéditas hasta la fecha.

Esta es quizá la gran baza de esta exposición, que, para salir adelante, sus responsables han tenido que rebuscar en más de cincuenta archivos y colecciones públicas y privadas de España, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos; asimismo, la aportación de los archivos familiares de los descendientes del escritor ha sido «muy especial» y «decisiva» para poder finalmente armar esta muestra. El resultado es «una crónica luminosa de la vida del escritor y un documento gráfico inapreciable, que permite acercarse a la evolución de la fotografía española, desde la revolución del retrato, en los días isabelinos, hasta la hora de su muerte y su multitudinario entierro».

Autor, escenarios y personajes

Tomando como referencia la exposición que pudo verse en la capital hace unos meses, Galdós en el laberinto de España se divide en tres partes: una primera donde se ve «la imagen cambiante del escritor y del Madrid que encontró en 1862, así como de la evolución urbanística de la ciudad»; otra con los «retratos del testimonio de los personajes que pueblan sus páginas» y por último un capítulo dedicado al retrato de los personajes que protagonizaron la Historia de España en los más de cincuenta años que el escritor vivió en la capital, notables como Isabel II, Amadeo I, Emilio Castelar, los generales Espartero, Cabrera, Serrano y Prim, la reina María Cristina, Alfonso XII, Alfonso XIII y escritores como Mesonero Romanos y Clarín, entre otros.

Último retrato de Pérez Galdós en San Quintín, 1918

Asimismo, cada una de esas partes se complementa con frases sobre la figura de Galdós de escritores y personalidades célebres como Luis Buñuel, María Zambrano, Federico García Lorca, Enrique Díez-Canedo y Luis Cernuda. Comentarios como el de este último, donde afirma que Cervantes y Galdós son, «probablemente», nuestros «únicos escritores que conocieron lo que es la generosidad y que fueron capaces de comprender y respetar una actitud humana, o un punto de vista contrarios a los suyos». Una reflexión que comparte el comisario, quien ha explicado que «todo el mundo estaba pendiente de Galdós», porque era «actualidad siempre, era el escritor del pueblo, escuchaba lo que decía su gente».