El periodista y escritor de Barranda Ignacio Ramos acaba de publicar su nuevo trabajo, La hermosa y dura tierra. Se trata de una fotografía narrada de aquella Barranda de, como diría el propio cronista, «antes de ayer». Ramos pone un cristal sobre aquella vida en el campo para ver la evolución de los núcleos diseminados. Este nuevo trabajo, que habla de ‘Barronia’ y sus parajes, cuenta con las ilustraciones de Gloria López. Ramos estudió bachillerato entre Caravaca de la Cruz y Murcia, y, después, Periodismo en Madrid. Fue redactor en el periódico La Verdad bajo la dirección de Venancio Luis Agudo; pasó luego a El Alcázar de PESA (Madrid), que dirigía José Luis Cebrián, de donde salió con el equipo fundador de Nuevo Diario, periódico en el que ejerció de jefe de reporteros, redactor jefe, subdirector y director en funciones. Se incorporó luego a ABC, donde fue redactor jefe, en las direcciones de José Luis Cebrián y Guillermo Luca de Tena, y subdirector con Luis María Ansón. En revistas, fue jefe de información en La Actualidad Española y subdirector en Época, donde trabajó con el también murciano Jaime Campmany hasta su jubilación. Colaborador fijo de Hermano Lobo desde su fundación, ha firmado trabajos en diversas publicaciones.

Nos encontramos en su último trabajo ante la Barranda de antaño.

Es la Barranda que yo he conocido de pequeño. Un lugar añorado y entrañable donde se cuentan cosas gordísimas, pero con todo el cariño del mundo. Intento describir aquel lugar rural, muy duro, pero muy entrañable.

"‘Barronia’, que es como le llamo a este lugar, no es un punto solo de la geografía, se trata de una referencia del mundo rural"

¿Cómo fue crear los personajes de este trabajo?

Los personajes siempre son inventados, aunque tienen muchas cosas de real. He intentado que esta novela refleje el contraste que hay de la Barranda de hoy a la de ayer. ‘Barronia’, que es como le llamo a este lugar, no es un punto solo de la geografía, se trata de una referencia del mundo rural. He intentado poner a ese mundo rural de entonces un cristal delante, donde se ve el mundo rural de hoy. Para hacer las diferencias. Entonces tu veías a un labrador que iba cantando con su par de mulas y ahora ese mismo labrador de la tierra va en un tractor con aire acondicionado y con la radio. Se trata de ver ese contraste que hay de aquel campo bucólico al campo de hoy. Afortunadamente el campo ha cambiado mucho, desde trabajarlo con las propias manos, a ser una extensión productiva e industrial.

"Las ilustraciones de Gloria López le dan una riqueza especial a este libro"

Además, en esta ocasión ha contado con Gloria López para realizar las ilustraciones.

Las ilustraciones de Gloria le dan una riqueza especial al libro, tanto por los dibujos como por la interpretación que ha tenido que hacer de cada uno de ellos, así como de cada escena. Gloria ha realizado una reconstrucción de la propia novela. Incluso ha incluido un mapa muy interesante, con el objetivo de orientar al lector, de los diferentes espacios por donde van pasando las cosas.

Y para que sea auténtica de Barranda, cuenta con el prólogo de Juan Fernández, más conocido por todos como Juan ‘El cura’.

Él tiene un defecto insalvable: que es muy amigo mío y dice muchas cosas de mí, y a veces me sonroja. Lo único que hago es tratar de transmitir a la gente mis ideas, pero sin ninguna ambición más. Escribo sin presiones de nadie y eso se nota en la novela, al no ser un texto de encargo, que se dan mucho ahora. He hablado de las cosas que he visto, he experimentado y que me causaban una emoción, como una sonrisa. La gente que escribe un libro espera que el lector cada vez que pase una página, produzca una emoción, una sonrisa o un recuerdo. En este momento es cuando se crea una connivencia con el lector, no puede ser una lectura plana. Espero que la gente en cada página encuentre algo que le valga la pena leer esa página.

"Lo único que hago es transmitir a la gente mis ideas, pero sin ninguna ambición más, escribo sin presiones de nadie"

Muchas veces se pierde el horizonte de lo que fue aquella España rural.

Por eso he querido poner ese cristal para que se vean esos dos espacios rurales, el de antes y el de ahora. Antes el campo era un lugar muy duro y ahora todo son comodidades, por suerte. Hay mucha diferencia de aquel campo que había que trabajar con las manos, y ahora que está totalmente mecanizado. Luego la idiosincrasia de la gente también es totalmente distinta. Los padres de entonces arañaban la tierra con las uñas para que sus hijos tuvieran una formación. También se valora el progreso, de manera diferente, entre una generación y otra.

Hay una foto suya, de cuando estaba en ABC, en la que aparece encima de una mesa todo lo necesario para trabajar: un teléfono y una máquina de escribir. ¿Cómo esta viendo todos estos cambios?

Los medios de comunicación han cambiado mucho en los últimos años. La evolución ha sido abismal a la hora de trabajar, de mandar de la información y sobre todo en cuanto a los tiempos para publicar una noticia. He recorrido prácticamente todas las secciones y cargos de varios periódicos y revistas.