Joaquín Lisón eso uno de los cineastas más inquietos de la Región. Cerca de una veintena de proyectos fílmicos le avalan, pero la ‘burocracia’ de la industria nunca ha sido plato de buen gusto para él... «El precio que he pagado por ello es que mis cintas no han tenido apenas visibilidad», reconoce. Sin embargo, ha conseguido –con muy poco presupuesto y una pasión desmedida– granjearse una trayectoria digna de admiración;y no solo su capacidad para levantar proyectos de la nada («Si tuviéramos que esperar a encontrar la financiación necesaria muchas de estas cintas estarían todavía sin terminar»), sino también para desarrollar un lenguaje absolutamente propio que ha puesto al ‘servicio’ de la Región. Porque si algo es su cine es social y ‘de proximidad’. Por eso, cuando en 2019 empezaron a aparecer peces muertos en las playas del Mar Menor, reunió a un equipo y se marchó a Los Alcázares. Sin un guion definido, sin reparto;así trabaja él. «Prefiero entrar en una realidad con un grupo de actores y buscar las razones de por qué estamos comprometidos con dicha realidad, qué nos mueve a estar allí», explica. El resultado es Sofía volverá, un película entre la ficción y el documental que narra la historia de una niña que debe emigrar con su familia a consecuencia del deterioro de la laguna. El estreno está previsto para el próximo mes de octubre en la Filmoteca Regional.

"Sofía volverá no es una tragedia, es un drama que acaba en un poema cargado de vitalidad"

Si no estoy mal informado, en octubre verá la luz un filme suyo que es bastante apropiado para los tiempos que corren...

Sí. Ahora mismo estamos en la fase de montaje de Sofía volverá, una película que habla de una joven de Los Alcázares que, en 2019 y tras aquel episodio dramático en el que murieron miles de peces, se tiene que marchar con su padre pescador en busca de una vida mejor.

El proyecto comenzó, precisamente, poco después de aquello.

Sí. Llegamos al Mar Menor en octubre de ese año [2019] con un pequeño equipo de rodaje, y la verdad es que la situación era desoladora... Y eso que todavía quedaban por pasar dos DANAS más... Pero lo que más nos impresionó al principio fueron los niños y adolescentes en estado de shock tras las inundaciones, en las que el agua les llegó «hasta el cuello». De hecho, decidimos comenzar el relato de esta ficción documental con ellos, así que preguntamos en Los Alcázares por una joven a la que se le diera bien la actuación y aparecieron María Araque, de doce años, y sus amigos Alberto López y María Peñalver. Con ellos comienza nuestra historia, la de Sofía.

El actor Fran Ros (d), que interpreta a un profesor de instituto, recibe órdenes de Lisón L. O.

Hace dos años de aquello, pero el rodaje de Sofía volverá terminó –en parte por la pandemia– hace muy poco, el pasado mes de julio. Y hace apenas unos días que volvimos a amanecer con las costas cubiertas de peces muertos. Esto demuestra que el Mar Menor venía pidiendo auxilio desde mucho tiempo antes de la última catástrofe...

Sí. Nosotros iniciamos este proyecto tras aquel ‘primer’ episodio, aunque yo diría que la crisis es la misma... A pesar de que seamos seres racionales, parece que el ser humano no reacciona hasta que se encuentra con el desastre en la puerta de su casa. Mientras tanto seguimos disfrazando la realidad con nuestras comodidades, divertimentos o intereses.

"Parece que el ser humano no reacciona hasta que se encuentra con el desastre en la puerta de su casa"

Y, sin embargo, Sofía volverá manda un mensaje optimista: cuando la protagonista vuelve al Mar Menor, en 2056, todo esto habrá quedado en un mal sueño. En una era en la que la denuncia y el arte de contenido social tiende al pesimismo, ¿por qué ha apostado por un enfoque así?

Porque es la única forma de ‘actuar’ que tenemos. Lo demás es abandonar la consciencia, aceptar la tragedia y esperar a que ocurra lo peor.

¿Necesitamos creer en la recuperación?

Mira:pienso que estamos en un momento definitivo para pararles los pies a los que –a pesar de que se les lleva avisando desde hace más de cincuenta años– siguen y seguirán actuando sin miramientos. El antropoceno está ante nuestros ojos y quien no quiera verlo está engañándose a sí mismo (o engañando a los demás). El 2056 es el año en el que el ecocentrismo asoma en la película como un nuevo amanecer. Estamos muy seguros de nosotros mismos y creemos tener herramientas para ser superiores a la naturaleza. Este argumento es viejo y peligroso, y curiosamente coincide con la dramaturgia de una tragedia clásica. Pero Sofía volverá no es una tragedia, es un drama que acaba en un poema cargado de vitalidad.

En el filme habla, por supuesto, del colapso del medio natural, pero también de las consecuencias que ello conlleva más allá de la esfera medioambiental; me refiero a cuestiones que afectan a los vecinos de los municipios bañados por el Mar Menor, que independientemente del compromiso ecologista que puedan tener, están sufriendo este drama desde un punto de vista económico. Por supuesto, me refiero a cómo la protagonista tiene que emigrar porque sus padres pierden el trabajo. ¿Por qué considera importante centrar el foco en este tipo de situaciones?

En la película ficcionamos que la parada pesquera perdura durante un largo e indeterminado tiempo, provocando una crisis económica en la población local y el éxodo de las familias en busca de trabajo fuera de España. Es la figura del refugiado por causa medioambiental. En el planeta y debido a nuestras malas prácticas con la naturaleza, cada vez son más los desplazados por situaciones similares. Las crisis ecológicas –entre las que incluiría el cambio climático– provocan automáticamente crisis sociales. Lo social y lo ecológico se interrelacionan cada vez más.

"La única forma de ‘actuar’ es mandando un mensaje optimista; lo demás es abandonar la consciencia, aceptar la tragedia y esperar lo peor"

Recuerdo un comentario reciente que nos hacían y que decía que nuestra ficción se alejaba de la realidad porque la pesca en el Mar Menor se reactivó muy pronto, exactamente un mes después de su parada en octubre 2019, y la economía de este sector se recompuso enseguida. Mi respuesta a este comentario es que esta ficción quiere avisar de que, si no ponemos remedio y se repiten con más frecuencia estos episodios de degradación del agua y del ecosistema, la posibilidad de que la crisis económica y social se haga insostenible no es ni mucho menos descartable. Pero, por supuesto, espero que este nuevo pico crítico de 2021 no traiga consigo una tragedia como la que supone ver cómo muchas familias tienen que emigrar forzosamente porque nos hemos cargado su medio de subsistencia.

Por cierto, el compromiso social es una constante en su cine. ¿No lo puede evitar o es una decisión absolutamente personal y que trasciende al arte por el arte?

El arte por el arte ocurre siempre porque es la búsqueda de la belleza en cualquiera de sus formas. Pero no hay que olvidar –en un sentido clásico de las cosas– que vemos belleza donde hay justicia. Cuando manejas un lenguaje estás manejando un mecanismo de agitación social. No seamos ilusos. Uno elige si hacer propaganda de lo que sea o si hacer justicia.

Después de unos cuantos años, ha encontrado un vehículo con el que dirigir ese compromiso: una mezcla entre el documental y la ficción, con una peculiar forma de enfrentarse a los guiones, a los rodajes y a la dirección de actores.

Cada uno va haciéndose su pequeña ‘caja de herramientas’ con el paso de las experiencias y los maestros que te vas encontrando por el camino; en mi caso, ya sea por la vertiente audiovisual o teatral, que también practico. Pero reconozco que el cine es un lenguaje que siempre me ha cautivado especialmente... De pequeño me escapaba a las salas a descubrir otras realidades. Ponía cara de responsable y me dejaban entrar a pesar de ir solo. Lo que aprendo de un lenguaje me puede valer para el otro aunque sea en negativo. Lo importante es la búsqueda de la verdad. El lenguaje es el vehículo. No me suele gustar escribir un guión a priori, prefiero entrar en una realidad con un grupo de actores y buscar las razones de por qué estamos comprometidos con dicha realidad, qué nos mueve a estar allí. Esto es lo que está ocurriendo estos últimos años con las pelis que estamos haciendo en la Región. Queremos comprender nuestra tierra, su pasado, presente y futuro, y compartir nuestras reflexiones con sus habitantes. El cine fórum es el último eslabón del mecanismo.

"El arte por el arte es la búsqueda de la belleza en cualquiera de sus formas. Pero no hay que olvidar que, en un sentido clásico, solo vemos belleza donde hay justicia"

Supongo que Sofía volverá mantiene este estilo.

Por supuesto. Aunque ha habido una diferencia con las anteriores películas: en el caso del Mar Menor pudimos escuchar bien alto una llamada de auxilio. Dejamos todo lo que estábamos haciendo y nos centramos en estar allí. Parecía que nos estaban esperando. Aunque debo decir que las ayudas han brillado por su ausencia. El Ayuntamiento de Los Alcázares es el único que desea apoyar esta película para dar visibilidad al desastre. Por otra parte, el sector privado dice estar arruinado y no puede ayudar. No sé qué pensar al respecto... He oído que tarde o temprano te pueden penalizar si te sales de lo políticamente correcto.

A todo esto, ¿cómo va su pentalogía (creo que al principio iban a ser cuatro, pero me ha parecido ver en su web una quinta proyectada) sobre La memoria de un río? ¿Cuándo calcula que se podrá ver La acequia?

La quinta película, imprevista en el proyecto inicial, se hizo tras hacer la primera, Canalejas (2017), en Pontones. Una familia de pastores nos invitó a hacer con ellos la trashumancia y de aquella aventura saldrá próximamente el documental El viaje constante. Hemos hecho muchos preestrenos de esta película, pero aún está sin terminar. Queríamos hablar del papel fundamental de la mujer en la sierra de Segura y hemos tenido que seguir investigando hasta ahora...

En cuanto a La acequia, la cuarta película en nuestro viaje fílmico desde Pontones hasta Guardamar, he de decir que está terminada. Habla de la ciudad de Murcia y de su patrimonio histórico, de la pérdida de su huerta tradicional y de sus últimos descubrimientos arqueológicos. Una película llena de paradojas humanas. La protagoniza la persona encargada de la producción en In_Drect_Film, Conchi Meseguer, haciendo de ella misma: productora del filme e implicada en él por ser huertana, de La Arboleja. Es un documental experimental que no ha podido estrenarse todavía por la pandemia.

Grabación de una escena con los jóvenes alcazareños María Araque, María Peñalver y Alberto López L. O.

Todos estos filmes llegan de la mano de In_Direct_Film, su productora, hecha a medida y según su forma de entender el cine. ¿Es difícil mantener un proyecto tan experimental y comprometido como el suyo?

No es fácil sostener un cine pequeño que quiere mirar hacia su propio entorno... Querer hacer un ‘cine murciano’ es una idea genuina, pura y auténtica, pero requiere un gran esfuerzo. Cuando no consigues apoyos el dinero sale de los ahorros. A veces [en In_Direct_Film] salimos a hacer una peli por necesidad y urgencia;no nos esperamos a encontrar la financiación para hacerla. Si hubiéramos tenido que esperar a tener el dinero Sofía volverá no hubiera existido.

Parece que en Murcia no acaba de despegar la industria cinematográfica (pese a contar con profesionales muy talentosos). ¿Qué nos falta?

¡Vaya pregunta! [Ríe]. La respuesta es muy profunda y requeriría de un amplia debate... Yo por lo general he optado por hacer siempre las películas que he querido hacer (retratar y experimentar). Me he saltado las normas del mercado y la industria, cosa que me ha permitido tener en mi filmografía casi veinte películas hasta el momento. El precio que he pagado por ello es que no han tenido apenas visibilidad... Pero bueno, al final uno debe decidir según la situación y las circunstancias que le tocan. Quedarse parado es morir.

No obstante, desde hace unos pocos años los profesionales de la Región nos hemos asociado en Cinemur, y gracias a ese esfuerzo colectivo se han logrado ayudas por parte de la Administración autonómica que esperamos nos ayude a despegar y producir películas murcianas. Confío en que podamos tener una pequeña industria cinematográfica en poco tiempo al igual que otras comunidades.

Por último, y volviendo a Sofía volverá: ¿que le gustaría conseguir con esta película?

No ver más la naturaleza sufrir trágicamente si se puede evitar. Por cierto: entre la naturaleza nos incluyo a nosotros.