A sus 78 años, sus apariciones públicas son contadas. Y eso que nunca deja pasar muchos meses entre publicación y publicación (su último poemario, Música para el funeral de la libertad, es de diciembre de 2020)... Porque José María Álvarez (Cartagena, 1942) es y será siempre poeta. Hasta el final de sus días. Y, además, uno de los mejores. De los grandes popes del verso castellano del siglo XX, no hay duda. Por eso y por su filosofía y el carácter airado y vehemente de sus intervenciones, en su casa, en la Región, no pasa mucho tiempo sin que alguien le cite, le reseñe o le recuerde; sin que alguien se rinda ante su avasalladora colección de escritos, o sin que se le preste tributo. Tampoco hacen falta efemérides o excusas: después de una vida dedicada a la contemplación del arte y a la poesía –con decenas de referencias–, Álvarez se ha ganado el privilegio de ser homenajeado por quién es, y no por lo que haya hecho o logrado en un momento puntual de su dilatada existencia. De ahí que la Semana Internacional de las Letras de Murcia, ‘ExLibris’ haya querido tener un detalle con el novísimo.

Así, con un sencillo acto alojado en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UMU, en el campus de La Merced, la cuarta edición de este programa cultural y literario –que se ha convertido en muy poco tiempo en una referencia a nivel nacional e internacional– quiso ser también, además de ‘la de Maalouf’, aquella que reconociera el apostolado vitalicio de un hombre que, como ha reconocido en alguna ocasión, vive por y para su condición de poeta (en el sentido más amplio de la palabra). «Nunca se sabe si nos queda algo por decir. Pero la curiosidad, y no me refiero a la externa, sino a la que nace sobre uno mismo, no termina. Podrás escribir con más acierto o menos acierto, pero siempre está la curiosidad», decía a esta periódico en una entrevista con motivo de la publicación de Seek to know no more (Renacimiento, 2016), uno de sus últimos poemarios.

Para la ocasión, la organización preparó una placa conmemorativa que le fue entregada durante una ceremonia a la que asistieron –además del homenajeado–, el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano; el rector de la UMU, José Luján, y el director del festival, Victorio Melgarejo, para quien el de este jueves fue «un acto de justicia». Eso sí, desde la humildad: «En realidad es poca cosa para lo que Álvarez se merece», señalaba horas antes de la ceremonia. Sobre ello insistió durante su intervención, igual que sobre la dimensión «global» de un hombre único y su vasta aportación al mundo de las letras desde los más diversos ámbitos: novela –fue finalista del Planeta–, artículo de prensa, ensayo, entrevistas, traducción... «En mi opinión, hay un manto que lo cubre todo que es su magna obra poética, pero él es incluso mucho más que eso», añadía.

Tras los pertinentes discursos de apertura, los citados –con Álvarez como protagonista– iniciaron un pequeño coloquio sobre la vida y obra del homenajeado que estuvo moderado por el periodista José Antonio Martínez-Abarca, amigo personal del poeta. Y, tras ello, se le hizo entrega de la mencionada placa, que rezaba: «Por el excelso legado de su obra literaria, por su defensa de la libertad y de la dignidad del ser humano y por su vocación universal por la cultura».

El día de Amin Maalouf

Y si ayer Álvarez fue el indiscutible protagonista de la jornada de ExLibris, hoy todos los focos apuntan al escritor franco-libanés Amin Maalouf, Príncipe de Asturias de las Letras 2010, que recibirá el premio principal de esta cuarta edición durante una gala que podrá seguirse vía streaming desde el Centro Municipal García Alix. El autor de éxitos como León el Africano y Samarcanda no podrá asistir en persona, pero estará ‘presente’ por vía telemática, según confirmó Melgarejo a esta Redacción. «Participará en primer lugar en un coloquio con Sonia Madrid, vicerrectora de Estudios de la UMU. Esta primera parte servirá para presentar su último libro, Nuestros inesperados hermanos (2020). Más tarde recibirá el Premio Internacional de las Letras ‘ExLibris’ 2021, que recogerá como depositario y en su nombre el rector José Luján», explicó el director del evento en una entrevista.

Pero, además de para homenajear a Maalouf, el acto –que contará con actuaciones de artistas de la Región– servirá para reconocer a otras dos entidades capitales de la industria literaria internacional: la firma alemana Taschen, que recibirá el Premio Editorial, y la librería parisina Shakespeare and Company, distinguida por su labor de ‘Fomento de la lectura’. La ceremonia arrancará a las 20.30 horas.