Nada como un viaje a Cieza en coche para intimar con personas que no conoces de nada. Al menos esa es la propuesta de Con quién viajas, una comedia coral que llega este viernes a los cines españoles y que supone el debut en el largometraje para el realizador madrileño Hugo Martín Cuervo. Sin embargo, el joven cineasta –apenas 33 años– tendrá esta noche una última prueba de fuego ante de enfrentarse a las salas comerciales, y es que, al igual que sus protagonistas, hoy emprenderá un viaje que le traerá a la Región junto alguno de los miembros del elenco para presentar en primicia el filme en el Cine Capitol de Cieza (obviamente).

Martín Cuervo durante el rodaje de ‘Con quién viajas’. rtve

La Concejalía de Cultura, personificada en la figura de la edil Conchi Villa, ha sido la que ha logrado que los vecinos de la localidad sean los primeros en disfrutar de la cinta. En concreto, que unos 300 ciezanos –según el aforo permitido por la normativa sanitaria– disfruten de una velada que contará, desde las 21.30 horas (y por los 4,5 euros que cuesta la entrada), con alfombra roja, photocall y, por supuesto, el preestreno de la película (previa introducción por parte de su director y protagonistas). ¿El objetivo? Reflexionar sobre las apariencias y los prejuicios, señala Martín Cuervo.

«Ver cómo etiquetamos a la gente, sobre todo a la que solo vas a ver un rato, como la que te encuentras en una sala de espera, un autobús o un BlaBlaCar, siempre me había llamado la atención», confiesa el cineasta madrileño. Cuando sabes que esa persona apenas va a estar cinco horas en tu vida –el tiempo que dura el viaje de Madrid a Cieza y que sirve de premisa para esta comedia– «la etiquetas rápido», insite Martín Cuervo, pero esa reacción, ese «’ya me quedo tranquilo, porque ya te tengo colocado’, lleva a muchos equívocos, a muchos engaños y sorpresas que me apetecía tratar», cuenta.

Para ello, Martín Cuervo se vale de la «resistencia» de cuatro actores –el cómico Salva Reina (Allí abajo), Ana Polvorosa (Aída, Las chicas del cable), Pol Monen (Amar) y Andrea Duro (Física o Química, Amar es para siempre)– que no salen de pantalla en la hora y media que dura la cinta. Ellos interpretan a cuatro desconocidos que quedan en el centro de Madrid para ir en BlaBlaCar a Cieza, y aunque normalmente los usuarios de este servicio charlan de asuntos insustanciales para hacer más agradable el viaje, en esta ocasión, Julián, el conductor (Reina), se comporta de forma extraña...

Esta comedia coral, que trascurre todo el tiempo en el interior de un coche, «no arranca como una comedia, sino como un thriller, y el McGuffin es la tensión, la incertidumbre, la incomodidad ante no saber qué va a pasar. Y, una vez hecha la estructura de la historia, la salpicamos de momentos que nos permitan reír», explica el director, también guionista de la cinta. Pero, en su opinión, lo que la convierte a Con quién viajas en una comedia «muy poco al uso» es que «no es de un chiste tras otro, de estos que ves venir... Las mejores risas de la película se producen en momentos un poco absurdos y un poco ridículos, de nervios, de no saber qué está pasando».

Los actores

Un humor muy apropiado para Andrea Duro que, según dice ella misma, ni tiene «gracia» ni es «una actriz cómica». De hecho, para componer a Elisa, su personaje, la madrileña se puso como referente a su hermana, «que es tal cual, así de ingenua», porque ella es «una tía más despierta, más espontánea: mi carácter se aproxima más al del papel de Polvorosa». Y es que, efectivamente, Ana, la copiloto, es la más decidida de este improbable grupo. Lidera enseguida y salta a la mínima: «no le van las tonterías». En este sentido, Martín Cuervo necesitaba a alguien como Polvorosa «para que llevase el tempo». Y luego está lo de Pol Monen, que parece que le ha cogido el gustillo al humor: acaba de rodar en México otra comedia y se siente «aliviado» de poder «ir cambiando y hacer cosas nuevas», afirma el catalán.

Más complicado fue lo de Julián. Porque Reina no solo tenía que cambiar su aspecto para interpretarle –«Tuvimos tres meses de preparación en los que se dejó el pelo larguísimo y se dejé crecer también las patillas y las uñas»–, sino que debía acabar pareciendo una «especie de psicópata, de esos que nos dan ‘miedito’», dice el director. Y el malagueño consigue bordar ese tobogán de emociones en el que puede pasar de decir algo muy cortante a, de repente, sonreír, o hacer un chiste y, enseguida, algo rarísimo. «No sabes si es un baboso o un torpe...», señala Martín Cuervo, quien prefiere no dar más detalles sobre el personaje: el secreto en la trama es fundamental.

«La peli va de no tener prejuicios y en nuestro mundo (el del cine) pasa un poco eso: que te encasillan y solo se acuerdan de ti para trabajos así», señala el propio Reina sobre esa imagen de actor de género, poco (nada) habitual en él. Aún así, el malagueño ha disfrutado como nunca con este proyecto; especialmente le entusiasma la doble vía de comunicación que establece Martín Cuervo en el guion: la real, de las conversaciones en el coche, y las que mantienen a través de las aplicaciones de sus móviles. «En el texto nadie da puntada sin hilo», reconoce el director, que fue el cineasta más joven en ganar un Goya por el corto Final (2007).