La nueva cueva descubierta en terrenos de la fábrica de cemento de La Araña, en Málaga, cuenta con dos posibles lámparas de grasa similares a las localizadas en el vecino yacimiento de Cuevas de La Araña, informan fuentes del entorno de la cavidad, conocida como la Maravilla Blanca y todavía en fase de estudio.

De confirmarse la veracidad de estos restos, sería la primera evidencia clara de presencia humana en la cueva. La Opinión se ha puesto en contacto con Julián Ramos, director del Centro de Interpretación de las Cuevas de La Araña, un centro Unesco, y director de las investigaciones y a la vista de las fotografías no tiene duda alguna: "Seguro que son prehistóricas".

Como explica, las cerca de una decena de lámparas de grasa analizadas en el vecino complejo de cuevas del que es responsable arrojan una amplísima datación que va desde los 45.000 años a. C. (época neanderthal) hasta el 4.500 (Neolítico), cuando las cuevas ya no se empleaban para vivir sino para enterrar a los muertos.

Lámpara neandertal de grasa en el vecino yacimiento de las Cuevas de La Araña, en 2015. L. O.

En el caso del complejo de las Cuevas de La Araña se han localizado tanto lámparas portátiles en conchas peregrinas como fijas, del tipo de las dos encontradas en la nueva cueva.

El arqueólogo detalla que estas lámparas fijas se solían emplear para iluminar lugares de paso o mal iluminados. "Hacían un pequeño hoyo y sabemos que preferían hacerlo en las estalagmitas fósiles. Luego echaban un puñado de grasa de animal o tuétano de animal y se le ponía una mecha. Hemos hecho arqueología experimental y las mechas que mejor funcionan son las de hebras vegetales. Algunas de estas lámparas podían tener una duración de tres o cuatro horas", informa.

En cuanto al material para alimentar las lámparas, explica que el más adecuado era el tuétano animal "porque arde mejor, lo que pasa es que es un producto mucho más caro porque no todos los días iban a cazar un mamut, un bisonte o un caballo, mientras que la grasa la tomaban de cualquier otro animal: cabra, jabalí, hasta aves".

Julián Ramos subraya la complicación para datar estos artilugios porque la grasa se evapora y suelen quedar pequeños fragmentos de carbón. "Hemos intentado datarlos por carbono 14 y no hemos logrado una fecha fina; también los hemos datado con uranio-torio y algunos de estos recipientes pensamos que lo pudieron hacer los neandertales y otras los cromagnones".

Precisamente, una de las posibles lámparas de grasa localizadas en la Maravilla Blanca presenta una costra oscurecida que podría corresponder a grasa. "Si dejaron grasa terminaría fosilizándose y desecándose. Si fuera grasa sería materia orgánica y se podría datar por carbono 14", destaca.

Un rincón de la cueva recién descubierta, en terrenos de la fábrica de cemento de La Araña. L. O.

"La impresión que me da viendo las lámparas de grasa es que al menos ha habido ocupación prehistórica, aunque eso habría que analizarlo", remarca.

A este respecto, el arqueólogo insistió en que no basta con una mera inspección ocular. "Hay que excavar por lo menos en cada una de las salas y llegar hasta el fondo de la cueva, porque puedes encontrarte con costra estalagmítica y debajo con estratos de ocupación humana que puede ser neandertal, del Neolítico, de la Edad del Bronce... Mientras no se excave eso es especular".

Con respecto al valor geológico de la cavidad, Julián Ramos señala que "es la única cueva viva que tenemos allí, el resto están más o menos fosilizadas, mientras que en esta se están creando cristalizaciones, estalagtitas y estalacmitas; desde el punto de vista geológico es interesantísima".

"Más grande que la Cueva de la Victoria"

La Opinión ha podido hablar con otra fuente que desea permanecer en el anonimato y que visitó la nueva cueva la pasada primavera durante unas cinco horas. "Es más grande que la Cueva de la Victoria (Rincón de la Victoria) y más pequeña que la Cueva de Nerja, tiene salas muy grandes y diáfanas y luego otras muy estrechas y altas; también hay otras que tienes que gatear muchísimo y recovecos que no sabes a dónde vas", describe.

Otra imagen de la nueva cueva. L. O.

En su opinión, "en cuestión de la erosión por el agua del mar es prima hermana de la Cueva del Tesoro". Además, señala que "allí hay una cantidad de estalactitas excéntricas que no he visto en ninguna cueva de Málaga" (Las estalactitas excéntricas son formaciones que se ramifican en todas las direcciones en contra de la gravedad).

Como informó este diario el pasado día 25, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, aseguró que la cueva recién descubierta contará con la protección de la Junta de Andalucía por su valor medioambiental "y si aparecen restos arqueológicos importantes tendríamos que intervenir".