La imagen de Gregory Peck y Audrey Hepburn paseando por los lugares emblemáticos de Roma de ha convertido en un icono desde que, en el verano de 1953 se estrenara en todo el mundo Vacaciones en Roma, de William Wyler. La imagen podría haber sido muy diferente si se hubiera optado por los dos actores en los que se pensó en principio: Elizabeth Taylor y Cary Grant. O en el director de primera opción: Frank Capra, que no aceptó por estar en el film el excepcional guionista Dalton Trumbo, incluido en la Lista Negra de Hollywood por izquierdista. O en cualquiera de las ciudades bombardeadas en la II Guerra Mundial en las que se pensó rodar el film.

Hoy, las imágenes de una princesa, una Vespa y Roma como telón de fondo, forman parte de la gran historia del cine.

Y un detalle: Gregory Peck, entonces ya actor consagrado, quiso que el nombre de Audrey fuera delante del suyo en los créditos. Sabía que se encontraba ante una estrella. Ganó el Óscar.