Prueba inequívoca de la condición divina de Steven Spielberg es que, en el mismo año, estrenó dos películas como La lista de Schindler y Jurassic Park. Cada una a su manera (la primera como el documento de sensibilización definitiva sobre el Holocausto, la segunda porque desató una dinomanía que se mantiene hasta hoy, franquicia mediante), resultaron absolutamente cruciales para el devenir de nuestra cultura contemporánea. Pero me parece conveniente reivindicar esta (a la obra maestra en blanco y negro no le hace falta), porque es mucho mejor de lo que una parte de la crítica nos quiso hacer ver.

Michael Crichton adaptó su novela junto a David Koepp en un trabajo lleno de frases memorables (mención especial para todo lo que sale por la boca de Ian Malcolm/Jeff Goldblum), que señalaba los peligros de la manipulación genética, el artificio y la ambición humana. Subrayaba la teoría del caos y cómo la vida se abre camino. Pero estamos, sobre todo, ante una lección de artimañas del ‘Rey Midas’ de Hollywood.  

Tengo que confesar que los dinosaurios nunca han despertado mi interés, ni siquiera en mis tiempos mozos, pero nada de ello influyó en las sensaciones que me despertó el ver a esos bichos de nombres latinos cobrar vida. Aunque con Terminator 2 habíamos recibido un aviso atronador, este es el film en que se doctoraron los efectos generados por ordenador. Nunca, repito, nunca, ninguna película ha reproducido desde entonces el impacto que tuvo en mi generación Parque Jurásico en este sentido. John Williams, acompañando a Spielberg en su asimétrico díptico de 1993, demostró por enésima vez que es el mejor compositor de melodías para el cine de todos los tiempos.

La frase. «Dios crea a los dinosaurios. Dios destruye a los dinosaurios. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea a los dinosaurios. - Los dinosaurios se comen al hombre... la mujer hereda la tierra»

Lo mejor y lo peor. Los F/X, una combinación perfecta de CGI y animatronics, no superados ni por el reciente reboot / Que haya gente que piense todavía que, como arqueólogo, me dedico a los dinos

Sentimiento mayoritario ayer / hoy. Anonadamiento / En los altares

Exigencia neuronal. 50%

Grado de envejecimiento. El del mosquito en resina ámbar

Puntuación. Filmaffinity: 7,0 / Rotten Tomatoes (Crítica/público): 92% / 91%

Dónde verla. En Netflix; Movistar+; Amazon Prime Video