Escuchar al Quartetto di Liuti da Milano formado por Emilio Bezzi, Renato Cadel, y por Elisa y Giulia La Marca es adentrarse en el hechizo de la música renancentista para laúd. Obras anónimas, y también de grandes maestros como Francesco da Milano o Giovanni Pierluiggi da Palestrina, nos llevan a los lejanos tiempos de una época que vivió en gracia y armonía con las artes. Estos maestros de los instrumentos de cuerda tocan de manera armoniosa y concertada como si fueran voces humanas; ejecutan movimientos de danzantes en el interior de un aula palaciega, durante una apacible noche en la que la música, imagen de lo Uno Eterno, divino símbolo de la armonía, prepara los ánimos para una conversación sobre el alma, sobre la música y la poesía, sobre la belleza y la inmortalidad. Alrededor se impone la oscuridad, bien puede la negra espalda del tiempo devorarlo todo; rugir la tormenta de la enfermedad, o la guerra y cuanto crea la inteligencia humana para su propia destrucción, pero la esperanza y la nostalgia de la belleza aún resisten con una inusitada fuerza, asistidas por un ejército de madrigales, canzonettas y villanellas.