La cantante y compositora cubana Rosa Cruz será la encargada de subir el telón de la edición 2021 del ciclo ‘A la luna de Barranda’, que dará comienzo hoy, a partir de las diez de la noche, en el patio del Museo de la Música Étnica de la pedanía caravaqueña. La entrada es libre hasta completar aforo, pero es necesario reservar previamente en el teléfono 968 73 84 81.

Cruz cuenta con una dilatada trayectoria en el mundo de la música, especialmente como vocalista para diferentes orquesta. Sin embargo, en los últimos años ha impulsado su carrera en solitario, que la ha llevado a publicar dos discos –y va camino del tercero– y a colaborar con infinidad de artistas y proyectos. Entre otras cosas, aportó tres temas compuestos e interpretados por ella al álbum Mujeres por África, promovido por Cepaim en colaboración con el Ministerio de Asuntos Sociales y Caja Murcia. También es una de las responsables del certamen solidario Venagua, organizado por la asociación Columbares y financiado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración.

¿Qué nos vamos a encontrar los que acudamos a Barranda?

Pues van a escuchar mucha música tradicional cubana. El sonido a La bodeguita del medio, a La Floridita..., los que hayan viajado alguna vez a mi país sabrán de lo que hablo. Pero, en resumen, mucho sabor, ritmo y, sobre todo, positividad. Será una noche inolvidable para todos aquellos que quieran acompañarnos en este espacio tan especial.

Háblenos de usted. ¿Por qué decide quedarse en España?

Llegué hasta Las Palmas de Gran Canaria como vocalista de un grupo cubano, y después me trasladé a Murcia, donde estuve muchos años trabajando con una orquesta. Una vez aquí, pasé por La Cuadrilla Latina, y para entonces ya estaba muy ligada a la ciudad. Hace unos años comencé mi propio proyecto con Cosas del arte (2012) y Abanece (2017), y entremedias he trabajado con varios artistas de la Región, por lo que mi estancia aquí me ha servdo para ir adquiriendo un mayor bagaje musical; ya traía algo de Cuba, pero en Murcia he aprendido muchísimo.

No estará sola en el Museo de la Música Étnica. ¿Qué músicos le van a acompañar?

Conmigo estará José Gabriel Ramírez, un laudista que toca para el grupo Son del Malecón. También tenemos a Paco, que tocará el bajo, y también a una percusionista que siempre me acompaña en todos mis trabajos. La gente se lo va a pasar muy bien y va a disfrutar mucho viéndoles en acción, y yo estoy muy contenta de trabajar con ellos. Y con las ganas que tenemos todos de volver a los escenarios, vamos a convertir a Barranda en una ‘parranda’.

También ha participado en proyectos de calado social...

Sí. Participé en Mujeres por África, un proyecto que servía para apoyar, por medio de los derechos de autor, a la Fundación Cepaim y a las mujeres de Bamako, que viven en una situación de precariedad brutal. Después participé en una agenda cultural en Colombia, en un certamen con el lema ‘Inmigración y cultura en un mundo globalizado’, donde había varias artistas de diferentes disciplinas. Fue bonito porque fue seleccionada en la modalidad de música con Andando un largo camino y tuve la oportunidad de viajar a Colombia.

¿En qué situación se encuentra su próximo trabajo, Giro de vida?

Ahora mismo está en plena creación. Vamos a realizar en breve un videoclip para el que contamos con el apoyo del Ayuntamiento de Caravaca, que nos ha brindado la posibilidad de poder grabar en el teatro Thuillier, que es un espacio fabuloso. Este primer tema habla de dos chicas que empiezan a conocerce; es una canción con temática LGTBIQ, pero sin extremismos..., porque no me gustan los extremos. Lo único que queremos con este trabajo es mostrar lo que es el amor.

Nació en el ultramarino pueblo de Regla, en Ciudad de La Habana. ¿Cómo está viviendo las noticias que nos llegan desde allí?

En realidad estoy en un estado como de standby. Está claro que Cuba se encuentra ahora mismo sumida en un proceso de transición que ya veremos si termina llegando a puerto... Siempre he dicho que como la transición que hubo en España no habrá otra en ninguna parte del mundo. Cruzamos los dedos para ver si ‘mi isla’ –como me gusta llamarla– vuelve a ser un poco libre. Está claro que la mayor parte de los que emigramos queremos que este país tome un nuevo rumbo, y que sea para bien. El conflicto en Cuba lleva muchos años, pero ahora el pueblo ha decido hablar; y a mí me parece muy bien, y lo aplaudo.

¿Cuántos años lleva sin ir?

Dos. En estos momentos no se puede ir... No solo por la situación política, sino por la crisis sanitaria que vive el país. Tenemos que esperar un poco, pero tengo muchas ganas de volver... El covid también está afectando severamente a la isla... Cuba es un país que ha vivido mucho del turismo, así que ahora la situación es muy complicada. Quizá por eso la gente se ha animado también a salir a la calle, pero ya tocaba que los cubanos hablaran. La situación es muy complicada: la gente está pasando muchas necesidades... Al no entrar dinero por ninguna parte, las carencias son grandes, y la gente necesita pronto de una solución para poder sobrevivir.

Volviendo a su música... ¿Tiene influencias españolas?

¡Totalmente! Además... ¡yo me considero española! Llevo más de la mitad de mi vida viviendo aquí, por lo que es mi segunda tierra. Y, claro, con el tiempo vas echando raíces, y eso se nota de manera muy clara en que muchas de mis letras (que al final están basadas en vivencias y cosas que me han pasado en este país).

Este sábado actúa en Barranda, en un museo que representa y defiende la fusión musical.

Y es perfecto, porque, al final, la música que yo escribo es resultado de la fusión. Mis canciones las tengo catalogadas en varios géneros, de hecho, porque mezclo la esencia de La Clave por tangos o por bulerías. Además, mi último trabajo, Giro de vida, es una balada que me lleva a fusionar la música con otras artes, como el baile (así se podrá ver en el videoclip).