A mediados del pasado abril, no hace ni cuatro meses, Willy Bárcenas, Antón Carreño y los suyos tomaron el escenario del Auditorio Víctor Villegas de Murcia para presentar su último trabajo, La broma infinita (2021). Pero lo hicieron, por supuesto, con las consabidas reducciones de aforo propias de la era del coronavirus, lo que, a buen seguro, dejó a algunos de sus seguidores con las ganas de disfrutar en directo del que es, dicen, su álbum más «serio». Por suerte, ahora la banda madrileña regresa a la capital del Segura de la mano de Ibolele Producciones y el ciclo de conciertos Murcia On, al que todavía le quedan un buen puñado de conciertos de primer nivel (Nathy Peluso, El Barrio, David Bisbal, Aitana Ocaña...).

Así, el controvertido grupo se subirá esta noche al escenario ubicado en la Plaza de Toros de La Condomina a partir de las 21.30 horas, un espectáculo para el que todavía quedan entradas (desde 25 euros) y en el que Bárcenas y Carreño pondrán sobre las tarimas algunos de sus grandes éxitos pero, sobre todo, los temas de este último trabajo, el que les ha consolidado para una banda de peso dentro del pop-rock nacional. Y eso que algunos les vaticinaban una trayectoria más bien breve cuando saltaron a la fama en 2015 más por sus lazos familiares que por su música; a todos ellos dedican ahora el título de su último del que es su ya su cuarto disco (sin contar la reedición de Tres tequilas y un mezcal, de 2016).

Sin mayores alardes, pero asumiendo aquel dicho de quien ríe el último ríe mejor, el grupo considera haber demostrado que han llegado, con mayor o menor éxito, para quedarse; un hecho que les ha permitido dar un gira a su música. Y es que en este album hay menos temas sobre juerga y más letras personales. «No toda la vida íbamos a estar cantando de fiestas y amigos. Eso, además, nos habría convertido en una caricatura. Ahora preferimos dejarnos llevar y hacer lo que nos apetece musicalmente, sin pensar tanto en el éxito comercial o sonar en las radios», defendía Bárcenas durante la presentación de La broma infinita.

Aún así, y pese a este cambio de estilo, Carreño aseguraba hace unos mese que son conscientes de que «sigue habiendo gente» que no se toma «del todo en serio» al grupo. «Es una realidad», decía, y no pasa nada. «Llevamos seis años en esto y aquí seguimos», apostillaba. De ahí el título del álbum, que fue una idea de Bárcenas producto de la lectura indigesta de una novela de Foster Wallace. «Llegué a la página 600 y no pude seguir, pero la idea del título daba juego con lo que queríamos contar», aseguró en su día el joven músico, al que la pandemia le pilló ultimando los detalles de la grabación del disco. «Por eso no sufrimos grandes cancelaciones, como otros artistas. Pero, de haber podido, seguramente habríamos dado algún concierto. Es verdad que se nos hizo eterno el tema de la pandemia», reconocen. Por fortuna (para ellos y para sus fans), Taburete vuelve a estar en marcha y la furgoneta del grupo lleva hoy, de nuevo, a Murcia.