Hablar de elegancia, exquisitez y belleza es hablar de madeleines.

Los dulcecitos adorables que son como morder una nube, tiernos y esponjosos, me encantan. Lo mejor de la repostería francesa al alcance de la mano. 

Muy fáciles de hacer. Ahora mismo os detallo la receta.

Ingredientes

114 g. de mantequilla, 

130 g. de harina para repostería, media cucharadita de postre de levadura en polvo, 3 huevos L, 

130 g. de azúcar, 

1 cucharada sopera de zumo de limón 

y la ralladura de 1 limón.

Elaboración

1. Derrite la mantequilla en el microondas o a baño María y mantenla tibia.

2. Bate los huevos junto con el azúcar con unas varillas a velocidad máxima hasta que estén muy esponjosos, unos 6 - 7 minutos.

3. Añade zumo y ralladura de limón y mezcla suavemente.

4. Tamiza harina y levadura y las añades, mezclando con una lengua mediante movimientos envolventes.

5. Por último, añade la mantequilla tibia y mezcla suavemente, sin mezclar más de lo necesario para que se integre.

6. Tapa la masa obtenida y métela al frigorífico un par de horas y el molde para madeleines también para que esté bien frío al momento de hornearlas.

7. Pincela el molde (las cavidades) con un poquito de mantequilla y las espolvoreas con harina ( luego sacúdelo boca abajo para retirar el exceso).

8. Pon una o dos cucharadas de masa muy fría en cada cavidad y mete al horno precalentado a 190 grados.

9. Retira en cuánto veas los bordes de las madeleines dorados (no te excedas horneando) y desmolda sobre una rejilla metálica, y a disfrutar.